Educación
Médica
Neurofunciones en la enseñanza preescolar:
importancia en el proceso de enseñanza aprendizaje y la atención de salud
Neurofunctions
in preschool education: importance in the teaching-learning process and health
care
MSc. Carlota Mónica Mera Segovia1* https://orcid.org/0000-0003-4179-2334
Dra. Berlis Gómez Leyva1 https://orcid.org/0000-0002-2446-0648
1Facultad de Salud Pública. Escuela Superior
Politécnica de Chimborazo. Riobamba, Ecuador.
*Autor para la correspondencia. Correo electrónico: monicamuio@hotmail.com
RESUMEN
Las neurofunciones son actividades psíquicas
que se desarrollan a lo largo de la vida y adquieren una especial relevancia en
la educación preescolar. Las neurofunciones básicas son esquema corporal,
lateralidad, orientación temporal, orientación espacial, percepción auditiva,
percepción visual, percepción táctil, motricidad fina y gruesa. Las
neurofunciones superiores comprenden atención, memoria, pensamiento,
inteligencia, lenguaje y razonamiento. El conocimiento de las neurofunciones
básicas y superiores permite un mejor proceso de enseñanza-aprendizaje y la
prevención, con la estimulación temprana, de alteraciones que comprometan la
salud integral del niño. Estos conocimientos no solo son importantes para los
maestros parvularios, sino también para el personal de salud que atiende a
niños.
Palabras clave:
neurofunciones, enseñanza aprendizaje, docentes, párvulos.
ABSTRACT
Neurofunctions are
psychic activities that develop throughout life and acquire a special relevance
in preschool education. Basic neurofunctions are body scheme, laterality,
temporal orientation, spatial orientation, auditory perception, visual
perception, tactile perception, fine and gross motor skills. Higher
neurofunctions include attention, memory, thought, intelligence, language and
reasoning. Knowledge of basic and higher neurofunctions allows for a better
teaching-learning process and the prevention, with early stimulation, of
alterations that compromise the integral health of the child. This knowledge is
not only important for kindergarten teachers, but also for health personnel who
care for children.
Keywords:
neurofunctions, teaching learning, teachers, preschool children.
Recibido: 30/09/2019.
Aprobado: 13/11/2019.
Introducción
Las neurofunciones son actividades psíquicas
que el ser humano desarrolla a lo largo de su vida, de acuerdo con las
experiencias y los conocimientos adquiridos. Aunque existen diferentes
clasificaciones, en este trabajo se clasifican en neurofunciones básicas y
neurofunciones superiores. (1)
Los procesos de mielinización y migración neuronal
permiten que el niño madure. Por ejemplo, las zonas cerebrales del lenguaje
motor o articulatorio terminan de madurar alrededor de los 5 años de edad, por
lo que el maestro en el primero de básica tiene que apoyar para que se logre
esta madurez, pues el proceso de lenguaje escrito se vale de las zonas
cerebrales del lenguaje oral; de ahí el dicho: “Escribe como habla”.
En primero de básica se debe estimular y
estructurar las neurofunciones para que niños y niñas, al empezar el proceso de
adquisición de la lecto-escritura, posean la madurez neuropsicológica necesaria
para estos aprendizajes.
Tener en cuenta esta realidad permite
prevenir errores en los procesos de aprendizaje, es decir, cada neurofunción no
estructurada va a traer dificultades en el correcto desempeño escolar.
Por ejemplo, si la orientación espacial no
se desarrolla adecuadamente, el niño al enfrentarse al proceso de
multiplicación en matemática presentará un problema en el área de cálculo.
La educación infantil evidencia un progreso
significativo universal en la formación de los docentes de educación inicial,
que exigen conocimientos de neuroeducación, neuropsicología, habilidades y
estrategias para implementar neurofunciones. (1) Las demandas
políticas, sociales y económicas a nivel mundial exigen desarrollar técnicas
educativas innovadoras en la enseñanza-aprendizaje de los párvulos.
Algunos autores consultados refieren que el
2,5% de los nacidos cada año padecerán de retardo de neurodesarrollo y otros
trastornos, lo que enfatiza el papel de la neuroestimulación temprana en estos
niños. (2,3,4) Por tanto, también es importante que los trabajadores
de la salud interpreten estos conceptos para poder intervenir adecuadamente con
acciones de prevención y promoción de salud.
Desarrollo
Neurofunciones básicas
El desarrollo de las neurofunciones lleva a
una madurez encaminada a aprendizajes significativos en el entorno donde se
desenvuelve el niño. A las neurofunciones se las denomina de diversas maneras,
a saber: neurofunciones, funciones básicas, madurez, actividad psíquica en
plenitud, destrezas cognitivas desarrolladas y signos neurológicos sutiles.
Las funciones básicas, en el proceso de la
evolución de la madurez cerebral de un niño, le permite los aprendizajes
formales de adquisición y manejo de las técnicas instrumentales básicas, además
de adaptarse a un ambiente adecuado en las diferentes situaciones cotidianas de
su vida, esto es, tener independencia y resolver sus problemas.(5)
Los escolares deben recibir ayudas preventivas,
si se detectan deficiencias básicas y se aplican programas de enriquecimiento
que se adapte a las insuficiencias individuales, a fin de darle al niño la
preparación o prerrequisito para el aprendizaje, entendido como la estimulación
de la natural evolución del cerebro. (5)
Para algunos, las funciones básicas son
un concepto para
designar determinados aspectos
del desarrollo psicológico
del niño, que
evolucionan y condicionan, en
última instancia, el
aprestamiento para determinados aprendizajes. (6) Son también
denominadas destrezas y habilidades preacadémicas.
Las neurofunciones básicas son: esquema
corporal, lateralidad, orientación temporal, orientación espacial, percepción
auditiva, percepción visual, percepción táctil y motricidad fina y gruesa.
Esquema corporal
Es la imagen corporal o representación que
cada persona tiene de su propio cuerpo, sea en reposo o en movimiento. El desarrollo del esquema corporal es un proceso
que depende de la maduración neurológica y de las experiencias que el niño
tenga. Alcanza su pleno desarrollo hacia los 11 o 12 años. (1)
En su evolución psicomotriz, la imagen que
el niño se forma de su propio cuerpo se elabora a partir de múltiples
informaciones sensoriales internas y externas. A medida que el niño desarrolla
destrezas motoras, sea capaz de caminar, desplazarse y adoptar posturas más
complejas, irá recibiendo información de las diferentes posiciones que adopte y
tomará conciencia de que ese cuerpo le pertenece. (7)
El esquema corporal debe ser dominado en sus
elementos gruesos a los seis años y los finos, hasta los siete; es de vital
importancia la madurez de esta neurofunción, ya que el niño, al reconocer en su
cuerpo que tiene dos ojos, una boca, dos brazos, etcétera, inicia con las
nociones de aritmética, espacialidad, entre otras.
El reconocimiento del esquema corporal
implica la activación del caudal de información, conocimientos y exploraciones
que realiza el infante desde edades tempranas.(8) Se han diseñado
estrategias metodológicas para la estimulación del reconocimiento del esquema
corporal desde el contexto de la actividad física adaptada en infantes con
necesidades educativas especiales (cognitivas), que adquieren gran valía, ya
que es un componente esencial para alcanzar los aprendizajes necesarios para su
proceso de inclusión social, la construcción de su propia personalidad y su
autoafirmación personal y ante los demás. (8)
Lateralidad
García en su artículo publicado en la
revista digital sobre la lateralidad
en la etapa infantil, expone “que a lo
largo de la historia, el papel desempeñado por la psicomotricidad en su
vinculación al terreno educativo ha sido variado, a veces disperso e incluso en
algunas ocasiones desvinculado”.(9)
El mundo de la psicomotricidad debe ser el
de las relaciones psiquismo-movimiento, ya que en la psicomotricidad existen
componentes valorativos, relacionados con el calendario madurativo cerebral que
tienen que ver con el hecho de que a través de su movimiento y sus
acciones el niño entra en contacto con
personas y objetos con los cuales se relaciona de manera constructiva.
La lateralidad corporal es la preferencia
por el uso más frecuente y efectivo de una mitad lateral del cuerpo frente a la
otra. Inevitablemente, uno se refiere al eje corporal longitudinal que divide
el cuerpo en dos mitades idénticas, en virtud de las cuales se distinguen dos
lados: derecho e izquierdo, y los miembros se distinguen por razón del lado del
eje en el que se encuentran (brazo, pierna, mano, pie derecho o izquierdo).
El cerebro queda dividido por ese eje en dos
hemisferios que, dada su diversificación de funciones (lateralización), tienen
un funcionamiento diferenciado.(9)
La lateralidad implica una preferencia
espontánea en el uso de los órganos situados, ya sea en el lado derecho o el
izquierdo. En tanto, uno de los ejemplos más claros de la lateralidad es el de
la zurdera, tendencia natural con la cual nacen algunas personas que los lleva
a emplear la mano izquierda por excelencia, aunque la mayoría de los seres
humanos utilizan con mayor frecuencia la mano derecha en sus acciones, debido
al predominio del hemisferio cerebral izquierdo.
El ambidiestro es capaz de escribir sin
ningún tipo de inconvenientes con sus dos manos y que emplea ambos lados de su
cuerpo con la misma habilidad.
La ambidestreza es poco frecuente, aunque el
individuo terminará por demostrar la inclinación hacia un lado en especial. La
lateralidad cruzada se produce cuando una persona escribe con la mano
izquierda, pero come y practica deporte con su mano derecha.
En la educación infantil se debe estimular
la actividad sobre ambas partes del cuerpo y sobre las dos manos, para que los
niños tengan suficientes datos para elaborar su propia síntesis y efectuar la
elección de la mano preferente. (9)
Orientación
temporal
La organización del tiempo lo construye el
niño en interacción con situaciones de la vida cotidiana. El niño toma
conciencia de la dimensión temporal, en gran parte gracias a sus movimientos
corporales y actividades diarias (gatear, caminar, golpear, dibujar); cada
gesto o movimiento tiene un antes y después; la sucesión de acciones y
velocidad con los que realizan serán puntos de referencia que favorecerán el
proceso de organización temporal; es decir, la adquisición de nociones del
tiempo antes, durante y después.(7)
Los niños tienen dificultades para adquirir
la noción de edad, duración, anterioridad y posterioridad. La noción que tiene
del tiempo aún a los siete u ocho años es insuficiente; la expresión “la semana
pasad” no la comprenden. Por eso es conveniente introducir el camino de un
aprendizaje histórico, centrado en la narración de acontecimientos desde los
primeros cursos, lo cual ayudará al niño en la apreciación de un cierto sentido
de conciencia histórica.
La organización temporal es un proceso lento
y paulatino, que exige que el niño sea capaz de distinguir previamente otras
nociones más básicas, como mañana/tarde/noche, antes/ahora/después,
ayer/hoy/mañana u otros más complejos, como los días de la semana, los meses y
los años. La hora es el último escalón dentro de este complejo proceso. No
resulta recomendable, por tanto, iniciar en este tema a aquellos niños que
todavía no tiene integrados los pasos anteriores.
El aprendizaje de las horas y del resto de
unidades de tiempo que les acompañan (medias, cuartos, minutos, segundos) requiere
de enorme esfuerzo y atención, ante la cual la maestra parvularia debe ser una
persona paciente y emplear técnicas y metodologías lúdicas para que el
aprendizaje sea eficiente.
Orientación espacial
La orientación espacial es una de las
habilidades básicas más importantes para el desarrollo del aprendizaje, que
depende en gran medida del desarrollo psicomotor y del proceso de
lateralización.
El espacio y el tiempo son dos categorías
básicas que permite ubicar a la persona en lo que sucede en su entorno y por
tanto construir el conocimiento; los pequeños suelen preguntarse y preguntar
qué sucede con el tiempo, ¿dónde duerme el día?, ¿dónde duerme la noche?,
¿porque se hace de noche y por qué la noche es oscura?, ¿y qué sucede cuando se
duerme? Parecen preguntas fáciles de responder, sin embargo, explicarlo es
complejo para el adulto.
En las culturas occidentales tanto la
lectura como la escritura tienen la direccionalidad de izquierda a derecha.
Esta direccionalidad es beneficiosa para las personas que utilizan la mano
derecha para escribir, mientras que es incómoda para las personas que utilizan
la mano izquierda.
Para el desarrollo de esta función es muy
importante que los padres empiecen a estimular al niño de corta edad, a manera
de juego, que ya puede direccionar la lateralidad y la ubicación; si la direccionalidad no está desarrollada,
suelen darse las inversiones en la lectura y las rotaciones de letras, sobre
todo aquellas parecidas en la escritura como: la b y la d, la p
y la q.
Este problema de direccionalidad suele
confundirse con la dislexia y dificulta en gran medida el primer aprendizaje de
la lectoescritura. (7)
La inadecuada orientación espacial incide en
el desarrollo físico de los niños, cuyos movimientos son torpes en relación con
la práctica deportiva y las habilidades de danza y baile, lo que provoca desde
pequeños una baja autoestima.
Percepción auditiva
La percepción auditiva permite adquirir el
lenguaje, aprender los sonidos, los conceptos, el vocabulario, la gramática del
idioma, las inflexiones de la voz; es decir, nos pone en contacto con el mundo
lingüístico donde estamos inmersos.(7)
La audición es un proceso en que el oído
percibe sonidos del entorno para darles un significado que el cerebro pueda
interpretar. El sistema auditivo percibe
las ondas sonoras de dos formas: conducción aérea (sonido percibido por el
conducto auditivo externo y el mecanismo del oído medio) y conducción ósea
(transmisión directa de las ondas sonoras a la cóclea a través del cráneo).
En la recepción de la audición intervienen
dos tipos de procesos: fisiológicos y psicológicos. (7) En los
fisiológicos se capta el sonido y se envía al cerebro; los órganos que
participan en esta parte del proceso conforman el sistema auditivo periférico.
Los psicológicos interpretan estos sonidos, los reconocen y los dotan de
significado. Los órganos que permiten esta percepción del sonido forman el
sistema auditivo central.
Percepción visual
El estudio de la percepción visual ha
cambiado durante los últimos años, cuyo motivo fundamental es que empezó a ser
abordada desde un enfoque multidisciplinario, como la psicología, psicofísica,
fisiología, neurociencia y la computación. (7)
La percepción visual es la interpretación o
discriminación de los estímulos externos visuales relacionados con el
conocimiento previo y el estado emocional del individuo; esta percepción
también es conocida como la visión, proceso activo en el que interviene el
cerebro, que transforma la información de luminosidad de los acontecimientos externos
recibidos por el ojo.
Por lo tanto, esta estimulación está
fundamentada en el contacto con el mundo exterior, valoración cualitativa y de energía física,
mecánica, térmica, química o electromagnética que provoca la activación
sensorial. A través de esta percepción
individual interior, el niño recibe la información del proceso de
interpretación del ser humano y del conocimiento de las cosas. (1)
La percepción visual implica la capacidad
para reconocer, discriminar e interpretar estímulos visuales, asociándolos con
experiencias previas. En la educación
inicial el preescolar aprende a explorar, reconocer y discriminar objetos o
formas por medios táctiles y visuales, con una desenvoltura mejor, según va
madurando e interrelacionándose con el entorno, que le proporciona una serie de
estímulos, como colores, formas, tamaños.
En cuanto al desarrollo de la percepción
visual, estas zonas empiezan con su maduración desde que el niño es capaz de
tener contacto con la luz, después del
nacimiento.
Existen dos vías que permiten que el niño o
la niña puedan realizar un proceso de reconocimiento perceptivo visual: la vía
del Qué y la vía del Dónde. Es importante la estimulación de cada una estas
vías del reconocimiento visual, ya que, al ser capaz de reconocer los objetos
que mira y determinar su correcta ubicación, el niño desarrollará la capacidad
de rastreo visual y reconocimiento de los estímulos, un buen desempeño en el
proceso de escritura y lectura.
Percepción táctil
Es el proceso mediante el cual el cerebro
integra los estímulos sensoriales sobre objetos, hechos o situaciones, e
implica su identificación y reconocimiento, que resulta en experiencia
útil. No basta con recibir fielmente la
información sensorial, sino es imprescindible darle un significado en función
del conocimiento y experiencias previas.
Con esta percepción la persona obtiene
información muy relevante de cómo están conformados los diferentes elementos de
la naturaleza, como textura, tamaño, forma, relieve, y también temperatura,
peso, grado de humedad y cualidades del color.
En el niño el sentido del tacto está en
funcionamiento en especial en la zona de la boca y los labios, y conforme el
niño crezca esta percepción se desarrollará en las manos a través de las yemas
de los dedos, palmas de pies y la cara.
El niño establece dónde comienza su cuerpo y
dónde termina, a través de diferentes estímulos, como las caricias de sus
padres y el roce de la ropa con la piel. (7)
Motricidad
La motricidad es el movimiento voluntario de
una persona, coordinado por la corteza cerebral y estructuras secundarias que
lo modulan. Debe distinguirse de motilidad, que hace referencia a los
movimientos viscerales, como, por ejemplo, los movimientos peristálticos intestinales.
Las habilidades de motricidad se desarrollan
en un orden progresivo, aunque se pueden dar grandes progresos y estancamientos
sin consecuencias para el desarrollo normal del niño. Conforme crece el niño,
va desarrollando destrezas específicas en cada etapa de su evolución.
Motricidad
fina
La motricidad fina comprende todas las
actividades del niño que necesitan una precisión y un elevado nivel de
coordinación. Esta motricidad se refiere
a los movimientos realizados por una o varias partes del cuerpo que no tienen
una amplitud, sino son movimientos más precisos.
La motricidad fina se inicia a partir del
año y medio, cuando el niño, sin ningún aprendizaje y quizá movido por su
instinto, empieza a poner objetos uno encima de otro, hacer borrones con lápices,
cambiar las cosas de su sitio. (7)
El desarrollo de la motricidad fina
desempeña un papel importante en el aumento de la inteligencia, debido a que se
experimenta y aprende sobre su entorno.
Las características de esta motricidad, que se pueden trabajar en el
nivel escolar, son coordinación viso-manual, coordinación fonética y
coordinación gestual.
La coordinación viso-manual llevará a
dominar su mano con la intervención directa de la muñeca, el brazo y el
antebrazo. Es importante tomarlo en cuenta, ya que antes que el niño pueda
controlar sus movimientos en un espacio reducido como es un papel, será
necesario que pueda trabajar y dominar más este gesto en un espacio más amplio,
como el suelo.
Las actividades que ayudan a desarrollar la
coordinación viso-manual son: pintar, punzar, enhebrar, recortar, moldear,
dibujar, colorear. La coordinación facial es muy importante, ya que permite el
dominio muscular y los gestos voluntarios de la cara, que es parte de la
comunicación del niño y posibilita exteriorizar sus emociones y sentimientos.
Es necesaria la estimulación de la
coordinación fonética, pues el niño deberá exhibir, a lo largo de su madurez,
la emisión sistemática de cualquier sonido. Hay que estimular su desarrollo
hablando, jugando e incitando al niño a relacionar objetos, personas, animales
con sonidos, nombres, etc. Con ello se ejercitará su parte fonética y, a la
vez, su memoria. La imitación es un buen método de aprendizaje.
En la coordinación gestual se necesita el
conocimiento de cada uno de los dedos individualmente y en conjunto, para el
dominio de las tareas, aunque no será hasta los 10 años cuando se asegurará su
dominio. Hasta esa edad, las manos se ayudan (en la etapa pre-escolar) una a la
otra en algunas tareas de precisión y el progreso escolar, a partir de los 5
años, le llevará a la precisión y control individual de sus manos y dedos.
Motricidad gruesa
La psicomotricidad gruesa es la parte de la
motricidad referente a los movimientos de los músculos que afectan a la
locomoción o el desarrollo postural, como andar, correr, saltar; es decir, todo
lo que tenga que ver con el desarrollo del niño que afectan a grupos de
músculos, sin tener en cuenta el detalle o la precisión que requiere la
motricidad fina. (7)
Con las actividades de motricidad gruesa se
educan los movimientos y los gestos del niño. En torno a los 2 años, cuando el
niño ya sabe andar, estos ejercicios le enseñan a situarse en el espacio,
moverse con corrección, control y seguridad y a educar su voluntad, lo que lo hace
más seguro de sí mismo y más disciplinado. Se coordina la actividad mental con
la corporal.
El niño necesita adquirir habilidades y destrezas
antes de iniciar el proceso de lecto-escritura. En la educación tradicional el
niño las desarrollará total o parcialmente durante los 6 hasta los 8 años, pero
algunas instituciones educativas han restado importancia a su consecución, al
ingresar al aprendizaje de las técnicas instrumentales básicas sin tomar en
cuenta estos requisitos previos, lo que ha generado en los niños problemas de
lectura, escritura, cálculo y atención.
Neurofunciones superiores
El conocimiento y manejo de las funciones superiores
deben ser del dominio de los docentes para la realización de un trabajo
eficiente y eficaz. En el desarrollo mental cognitivo y emocional del individuo
intervienen de manera interrelacionada las siguientes funciones superiores:
Atención
La atención es un constructo muy difícil de
definir. Es la capacidad de aprender
selectivamente de un estímulo específico, de mantener la atención, de dividirla
entre dos o más elementos y de alternarla.
La memoria y la atención se relacionan en el sentido de que, si no se
presta atención a algo, es poco probable que se recuerde. Los humanos tienen una capacidad de atención
limitada, por lo cual se sienten desbordados cuando reciben demasiadas demandas
simultáneamente. (7)
El cerebro tiene la capacidad de evitar que
esto suceda al filtrar los estímulos (lo cual se considera habitualmente un
proceso talámico-cortical). Cuando este
filtro no funciona, algunas personas
manifiestan un déficit de atención, pero otras muestran agitación o llegan a
experimentar dolor al sentirse desbordadas (trastorno del espectro autista).
La atención es un requisito esencial para el
adecuado funcionamiento cognitivo. Los
niños con problemas atencionales presentan una menor capacidad para el aprendizaje
y su desempeño académico se ve afectado.
Para un buen nivel de atención se requiere
la inhibición de la información irrelevante y focalización de la información
relevante.
Dentro de las estructuras cerebrales que
participan en este proceso están las conexiones entre el tallo cerebral, los
núcleos del tálamo y los lóbulos frontales.(7) Las disfunciones o
lesiones de este circuito alteran significativamente la capacidad de atención.
Las dificultades atencionales pueden verse
en trastornos depresivos y ansiosos; por ejemplo, los adolescentes con
frecuencia desarrollan déficits atencionales secundarios a trastornos
emocionales y los niños con retraso mental presentan una atención
reducida. Dentro de los desórdenes
neuropsiquiátricos asociados con problemas atencionales se encuentran los
traumas encefálicos y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. (10,11)
Memoria
La memoria se vincula con el
aprendizaje. El aprendizaje consiste en
la adquisición de la nueva información y la memoria en recuperar esta información para su uso posterior. (7)
La integridad de las estructuras cerebrales
relacionadas con las funciones cognitivas determina la capacidad de
aprendizaje, la amígdala relacionada con el proceso emocional, la corteza
prefrontal dorso lateral en la toma de decisiones y la corteza frontal, en la
cual las conexiones neuronales se siguen desarrollando hasta las edades de 11
años en el ser humano, con aumento de la mielinización axonal, que produce un
incremento en la velocidad de conducción nerviosa y eficiencia neuronal con
especificidad de acciones, principalmente de tipo ejecutivas. (12)
Para recordar algo, habrá que haberlo
codificado inicialmente, almacenado después y tenerlo disponible para su
recuperación cuando se vaya a utilizar. En cualquiera de estos momentos,
podrían surgir complicaciones que causaran problemas de aprendizaje y, por lo
tanto, de memoria.
Existen varios tipos de memoria. El tipo más rápido es la memoria sensorial,
activa durante milisegundo, mientras uno mira, oye o siente algo y lo
procesa. La memoria sensorial no se
almacena, sino se registra en el cerebro, pero sin que se produzca
procesamiento. La memoria a corto plazo
consiste en el mantenimiento de la información durante unos pocos minutos y tampoco
conlleva el almacenamiento permanente.
La memoria operativa y la memoria a corto
plazo se relacionan. La entrada inicial
de información que pueda ser almacenada posteriormente se hace a través de la
memoria a corto plazo. No toda la
información se convierte en memoria a largo plazo, ya que el proceso depende de
la naturaleza de la información y del objetivo de la persona.
Se plantea un modelo de memoria operativa integrado
por tres componentes que interactúan en función de la tarea planteada. El bucle fonológico (articulatorio) procesa
la materia lingüística y la agenda visoespacial almacena la información visual. Estos dos elementos están gobernados por el
ejecutivo central que controla la entrada de información (input). Por último, postula un componente episódico
intermedio (buffer episódico) que integra la información. Este dispositivo funciona como sistema de
memoria de capacidad limitada y de atención que ayuda a seleccionar estrategias
y coordinar el procesamiento cognitivo de orden superior.
Pensamiento
El término define todos los productos que la
mente puede generar, incluyendo las actividades racionales del intelecto o las
abstracciones de la imaginación; todo aquello que sea de naturaleza mental, es
considerado pensamiento, bien sean abstractos, racionales, creativos o
artísticos. (7)
El pensamiento está mediado externamente por
signos, pero también lo está internamente por los significados de las palabras. La comunicación directa entre dos mentes es
imposible, tanto física como psicológicamente.
La comunicación solo es posible por vía indirecta, el pensamiento debe
pasar primero por los significados y, solo después, por las palabras.
El pensamiento no es la autoridad más alta
de este proceso. El pensamiento no lo
genera el pensamiento, sino la motivación, es decir, nuestros deseos y
necesidades, nuestros intereses y emociones.
Tras cada pensamiento hay una tendencia afectivo-volitiva, que tiene la respuesta
al último “¿por qué?” en el análisis del pensamiento. Una verdadera y plena comprensión del
pensamiento ajeno solo es posible cuando se entiende su base afectiva volitiva.
Hegel consideraba la palabra como un ser
animado por el pensamiento. Ese ser es
absolutamente esencial para nuestro pensamiento.
Las funciones mentales superiores conforman
la estructura del encéfalo y todas confluyen a la inteligencia del ser humano.
Inteligencia
La inteligencia tiene carácter complejo, la
cual sólo puede ser descrita parcialmente mediante enumeración de procesos o
atributos que, al ser tan variados, hacen inviable una definición única.
La mayoría de las pruebas que miden la
inteligencia solo tienen en cuenta las capacidades lógico-matemáticas y
lingüísticas. Según la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner,
uno puede distinguir tipos diferentes de inteligencia:
•Inteligencia lógica-matemática: la
capacidad para pensar con lógica, para usar con eficacia los números, la
habilidad para resolver problemas y para las operaciones que impliquen
raciocinio, abstracción y cálculo.
•Inteligencia lingüística-verbal: la
capacidad para aplicar el lenguaje con eficacia como vehículo de expresión y
comunicación. Es la habilidad en temas retóricos, fonológicos, sintácticos,
semánticos y gramaticales. Esta
inteligencia capacita para escribir poemas e historias.
•Inteligencia visual-espacial: la capacidad
para orientarse en el espacio, para pensar visualmente, para representar las
propias ideas o de crear un modelo mental de formas, colores, texturas. Está
ligada a la imaginación. Una persona con inteligencia visual transforma lo que
crea en su mente en imágenes, tal como se expresa en el arte gráfico. Esta
inteligencia capacita para crear diseños, cuadros, diagramas y construir cosas.
•Inteligencia corporal-cinética: la
habilidad para controlar los movimientos del cuerpo como medio de expresión. Se
usa para trabajar, crear, manipular objetos, efectuar actividades como
deportes, que requieren coordinación y ritmo controlado.
•Inteligencia musical: la habilidad para
apreciar las formas musicales variadas que permite tener sensibilidad para el
ritmo y la melodía, crear sonidos nuevos para expresar emociones y sentimientos
a través de la música.
•Inteligencia interpersonal: consiste en
relacionarse, comprender y tratar de la forma adecuada a otras personas. Es la
habilidad para comprender los sentimientos y necesidades ajenas.Incluye las
destrezas para mostrar expresiones faciales, controlar la voz y expresar gestos
en determinadas ocasiones.
•Inteligencia intrapersonal: la capacidad
para conocerse a uno mismo, saber las metas y los sentimientos propios; valorar
las propias acciones.
•Inteligencia naturalista: consiste en
reconocer, clasificar, observar y comprender las especies y los patrones
ambientales y el entendimiento del entorno natural.
La teoría de las inteligencias múltiples es
una teoría sobre funcionamiento cognitivo y propone que toda persona posee
capacidades en las ocho inteligencias, las cuales funcionan juntas de un modo
único para cada persona. (13)
Lenguaje
El lenguaje implica procesos que afectan sus
aspectos hablados (expresivos) y escuchados (receptivos), así como la capacidad
de nombrar objetos. El lenguaje
expresivo se utiliza para comunicarnos con otras personas o con uno mismo. El
lenguaje receptivo es la capacidad de escuchar, comprender y elaborar una
respuesta adecuada. (7)
El elemento básico del lenguaje es la
palabra. Las palabras se almacenan en el
cerebro en el constructo denominado “léxico mental”. Este léxico incluye significado, sonido,
deletreo y uso de las palabras. Se ha
estimado que una persona adulta tiene un promedio de 5 000 palabras en su
léxico mental y comprende una cantidad equivalente al doble o al triple. Para poder utilizarlo, este léxico tiene que
ser eficiente y estar organizado. Por
ello, las palabras que se utilizan con frecuencia se almacenan en un área más
accesible y las más inusuales no están tan disponibles.
Las palabras están compuestas por fonemas
(unidades menores de sonidos como, por ejemplo, los de las letras m y n). Estos sonidos son característicos y cambian
en función del idioma y de la cultura del usuario. Algunas teorías sugieren que el léxico no
está organizado de acuerdo con las letras o los sonidos como un diccionario,
sino conforme a redes de información específica. Estas redes se organizan mediante las
relaciones entre las palabras y entre las familias de sonidos.
Razonamiento
El razonamiento es la facultad para resolver
problemas, que permite extraer conclusiones, aprendiendo de una manera
consciente los hechos; es decir, uno aprende a partir del razonamiento,
facultad característica solo de los seres humanos, uno puede establecer
conexiones, causalidades, mediante la lógica. Esta es la definición general,
porque hay distintos tipos de razonamiento.
El razonamiento es característico de los
seres humanos, que se diferencian de los demás seres que actúan por instinto.
El ser humano es capaz de pensar, de razonar y además de comunicar lo que
piensa o razona.
A eso se refiere el razonamiento
argumentativo, actividad mental que expresa lingüísticamente nuestros
pensamientos y opiniones, argumentando nuestras posiciones respecto a un tema.
Por ejemplo, cuando se opina sobre un tema como el aborto o la legalización de
las drogas, se expresan las ideas de manera lingüística; eso es un argumento. (7)
Estimulación
temprana
Los primeros años de vida son el mejor
momento para que las neuronas sean activadas o estimuladas. Durante esta etapa
el cerebro es especialmente receptivo a nuevas experiencias y está capacitado
para aprovecharlas. Más tarde, será posible perfeccionar esas conexiones entre
neuronas y circuitos, pero resultará más difícil crear nuevas conexiones. Por eso el
desarrollo intelectual de una persona depende de la estimulación que se le da
en los primeros años de vida.
Desde que el niño se encuentra en el útero
hasta los ocho años aproximadamente, el enriquecimiento del cerebro es
consecuencia directa de las conexiones que se efectúan entre las neuronas.
Los sentidos (vista, oído, tacto, gusto
y olfato) sirven de canal o entrada para que los estímulos lleguen a las
neuronas.
La estimulación neurofuncional permite el
desarrollo de la coordinación motora, empezando por el fortalecimiento de los
miembros del cuerpo y continuando con la madurez del tono muscular, que
favorece la movilidad y flexibilidad de los músculos, al mismo tiempo que
ayudará a desarrollar una mejor capacidad respiratoria, digestiva y circulatoria
del cuerpo.
Otro beneficio que se obtiene de la
estimulación es el desarrollo de los cinco sentidos y la percepción, es decir,
aprovechar la capacidad de aprendizaje y adaptabilidad del cerebro en beneficio
del desarrollo integral del niño.
La estimulación temprana tiene parte
mediante la duplicación ventajosa de
otros eventos sensoriales
que desarrollan, por una parte,
lo emocional, que permite al niño una sensación
de seguridad y
goce; y por
otra parte, amplía
la destreza mental que le proporciona el aprendizaje, ya que tiene
destrezas para estimular el juego libre. (14) Cuando a los
niños o las niñas
se les imparten
técnicas didácticas, florece un
interés y un desplazamiento para obtener
su logro.
Esta
área ha sido
abordada por diversos
campos del conocimiento; Freud mostró la importancia de
la experiencia temprana en la formación de la personalidad y en la etiología de
la neurosis. (14)
Conclusiones
Es de importancia para el proceso de enseñanza
aprendizaje, en la etapa preescolar, la aplicación por los maestros del
conocimiento sobre las neurofunciones básicas y superiores, lo que permitirá un
desarrollo neurosensorial óptimo de los alumnos.
Este conocimiento también es de importancia
para el personal sanitario que trabaja con niños, como pediatras, médicos de la
familia y enfermeras, para que potencien
el desarrollo neurológico y psicológico de los niños y detecten las
dificultades en estadios tempranos cuando se puedan aplicar estrategias de
intervención adecuadas.
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