Artículo
de revisión
Manejo del síndrome antifosfolipídico primario en el embarazo
Management
of primary antiphospholipid syndrome in pregnancy
Dra.
Rosa Isabele Llaguno de Mora1* https://orcid.org/0000-0002-8524-6952
Dra. María del Cisne Loján Córdova2 https://orcid.org/0000-0003-3512-621
Dra. Andrea Jacqueline Lema Barahona2 https://orcid.org/0000-0002-3958-8302
Dr. Edgar Patricio Castillo Jumbo2 https://orcid.org/0000-0002-1353-854
Dra. María José Flores Acosta4 https://orcid.org/0000-0001-6591-9091
1Hospital Alfredo Noboa Montenegro. Guaranda, Ecuador.
2 Hospital Humberto del Pozo. Guaranda, Ecuador.
3GELCO
International, Ecuador.
*Autor para la
correspondencia. Correo electrónico: isabelldem@hotmail.com
RESUMEN
El
síndrome antifosfolipídico es un trastorno heterogéneo sistémico que se
caracteriza por trombosis venosas y arteriales, complicaciones obstétricas y
anticuerpos antifosfolipídicos persistentemente elevados. Esta
revisión bibliográfica se realizó principalmente en Annual Reviews
(https://www.annualreviews.org), Clinical
Key (https://www.elsevier.com), US
National Library of Medicine and National Institutes of Health en PMC
(https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc) y Scientific
Electronic Library Open, SciELO (www.scielo.es). Se utilizó el descriptor
síndrome antifosfolípido en inglés y español. Se describió el síndrome
antifosfolípido primario, secundario y catastrófico. Dentro del primario se
enfatizó en el tratamiento del obstétrico, con el propósito de prevenir las
complicaciones trombóticas y obstétricas de la enfermedad y el empleo
principalmente de la anticoagulación oral.
Palabras clave: síndrome
antifosfolipídico, anticuerpos antifosfolipídicos, complicaciones obstétricas.
ABSTRACT
Antiphospholipid
syndrome is a systemic heterogeneous disorder characterized by venous and
arterial thrombosis, obstetric complications and persistently elevated
antiphospholipid antibodies. This literature review was mainly conducted in
Annual Reviews (https://www.annualreviews.org), Clinical Key
(https://www.elsevier.com), US National Library of Medicine and National
Institutes of Health in PMC (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc) and Scientific
Electronic Library Open, SciELO (www.scielo.es). The
descriptor antiphospholipid syndrome in English and Spanish was used. Primary,
secondary, and catastrophic antiphospholipid syndromes were described. Within
the primary, emphasis was placed on the treatment of obstetrics, with the aim
of preventing the thrombotic and obstetric complications of the disease and the
use of, mainly, oral anticoagulation.
Keywords: antiphospholipid
syndrome, antiphospholipid antibodies, obstetric complications.
Recibido: 07/10/2019.
Aprobado: 23/04/2020.
Introducción
El síndrome antifosfolípido o antifosfolipídico (SAF) o enfermedad de
Hughes es un padecimiento autoimmune multifactorial,
caracterizado por eventos tromboembólicos, morbilidad gestacional y presencia
mantenida de anticuerpos antifosfolipídicos (aAF).
(1, 2, 3, 4,5)
Los aAF son un grupo heterogéneo de
anticuerpos, entre los que se destacan los anticardiolipinas, los anticuerpos
anti-ß2-glucoproteína I (anti-ß2GPI) y el anticoagulante lúpico.(6,7,8,9)Estos
anticuerpos tienen diferentes especificidades y órganos diana, principalmente
en el sistema reproductor femenino y el sistema vascular. (10, 11, 12,13)
Los aAF reconocen proteínas de la superficie
celular unidas a fosfolípidos de membrana y desempeñan un papel causal en el
desarrollo del SAF. La unión de aAF sobre antígenos
de superficie celular inicia la transducción de señales en células, como
plaquetas, monocitos, células endoteliales y trofoblastos. (14) La
subsiguiente alteración de las funciones de estas células resulta en
inflamación, formación de trombos y complicaciones del embarazo.
La incidencia estimada de SAF es de unos 5 casos cada 100 000
personas/año, con prevalencia de 4050 enfermos cada 100 000 personas. (15)
La enfermedad puede aparecer sola (SAF primario) o en el contexto de otras
condiciones autoinmunes, como lupus eritematoso sistémico, síndrome de Sjögren
y artritis reumatoide. (16, 17)
El SAF afecta a las mujeres cinco veces más que a los hombres. Por lo
general, se diagnostica entre los 30 y los 40 años. Como la mayoría de los
trastornos autoinmunes, el SAF tiene un componente genético, aunque no hay una
transmisión directa de padres a hijos. Se estima que 1 de cada 5 personas que
han tenido un accidente cerebrovascular antes de los 40 años pueden tener SAF.
El SAF se diagnosticó por primera vez en personas que tenían lupus
eritematoso sistémico, luego se comprobó que el SAF puede ocurrir sin otros
antecedentes, o sea, de manera aislada (esto se denomina SAF primario).
La existencia de un SAF durante el embarazo es una situación de riesgo
para la madre y el feto. Por un lado, ciertas complicaciones del embarazo, como
abortos espontáneos tempranos, muerte fetal en el útero y otras patologías
obstétricas de origen vascular, son parte integrante de las manifestaciones
clínicas de este síndrome. Esto puede ocurrir en cualquier momento durante su
embarazo, pero es más común entre los 3 y 6 meses.
El SAF también puede causar otros problemas del embarazo, como
hipertensión arterial (preeclampsia), recién nacidos bajo peso y partos
prematuros. El SAF ahora se reconoce como una de las causas tratables más
importantes de abortos espontáneos recurrentes.
Además, el riesgo de complicaciones tromboembólicas relacionado con
SAF aumenta durante el embarazo.
El conocimiento de estas
situaciones le puede permitir al clínico realizar un diagnóstico y tratamiento
acertados en colaboración con los reumatólogos.
La presente revisión tiene como objetivo describir el manejo del
síndrome antifosfolipídico durante el embarazo.
Desarrollo
Fuentes de información
En Annual Reviews
(https://www.annualreviews.org), con antiphospholipid síndrome, se encontraron
29 referencias desde 1988 hasta 2018.
En ClinicalKey (https://www.elsevier.com),
con antiphospholipid syndrome treatment, se hallaron
1 183 referencias a texto completo: revisiones sistemáticas 24, metaanálisis
11, ensayos clínicos controlados 56, revisiones narrativas 162, guías 120 e
imágenes 13.
En US National Library of Medicine and National Institutes of Health en
PMC (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc), con antiphospholipid syndrome treatment, se localizaron 4 553 artículos científicos a
texto completo de los últimos 5 años.
En Scientific
Electronic Library Open, SciELO (www.scielo.es) se encontraron con síndrome
antifosfolipídico 38 artículos a texto completo.
Se efectuó una revisión crítica de la extensa literatura disponible
por cada autor.
Se excluyeron puntos de vista, casos clínicos y cartas al editor.
Clasificación del
síndrome antifosfolípido
Un diagnóstico definitivo de SAF requiere la presencia de al menos un
criterio clínico y uno de laboratorio. (18,19) Los criterios clínicos incluyen
trombosis de pequeños vasos o arterial o venosa confirmada o morbilidad de la
gestación, atribuible a insuficiencia placentaria, como pérdida de embarazos o
parto pretérmino.(19) Los criterios de laboratorio son pruebas
persistentemente positivas de aAF, medidas en dos o
más ocasiones con intervalos de 12 semanas. (19,20)
El intervalo de 12 semanas es importante, porque algunas infecciones y
medicamentos pueden provocar elevaciones transitorias de estos autoanticuerpos.
Hay varias situaciones clínicas en las que se pueden encontrar los aAF:
- El SAF primario: entidad clínica en la que aparece un espectro de
manifestaciones clínicas, debido a los anticuerpos dirigidos contra los
fosfolípidos. Estas manifestaciones son principalmente tromboembólicas,
neurológicas y obstétricas.
- El SAF secundario asociado con otras enfermedades autoinmunes, con
mayor frecuencia el lupus eritematoso sistémico. (21) Se ha
planteado que, aunque hasta el 30-40% de los pacientes con LES pueden dar
positivo a los autoanticuerpos antifosfolípidos, solo la mitad desarrollan trombosis
o experimentan abortos espontáneos. (12)
- Situaciones no específicas en las que más a menudo pueden existir
los aAF de forma transitoria (infecciones,
inflamación y medicamentos). También los aAF se
pueden detectar hasta en 5% de las personas asintomáticas. (12)
- Otra variante es el SAF catastrófico, que se caracteriza por rápidos
episodios de trombosis de pequeños vasos de múltiples órganos, lo que ocasiona
disfunción sistémica. (21,22)
Manifestaciones
obstétricas
De acuerdo con la clasificación de SAF de 2006, las tres
manifestaciones del SAF del embarazo son muerte fetal intrauterina inexplicable
(IUFD) a ≥ 10 semanas de gestación, embarazo pretérmino ≥ 34
semanas, debido a pre eclampsia severa o rasgos reconocibles de insuficiencia
placentaria o al menos tres 3 embarazos perdidos de forma inexplicable y
consecutivos antes de 10 semanas. (23) Un estudio encontró que la
IUFD fue el más frecuente signo de SAF y se relacionó con complicaciones
obstétricas maternas. (24) Para el diagnóstico se requieren además
positividad a algunos de los aAF. (5, 6,12)
Un meta-análisis encontró una asociación significativa entre el SAF
con alto riesgo de hipertensión inducida por el embarazo, pérdida fetal,
abortos, trombosis y embarazo pretérmino. (25) Fue más alto en el
riesgo en SAF de mortalidad neonatal, pequeño para la edad gestacional,
prematuridad y niños con severas complicaciones ingresados en cuidados
intensivos neonatales.
Tratamiento del síndrome
antifosfolipídico
El principal objetivo del manejo de SAF es la prevención de los
episodios trombóticos o de las complicaciones obstétricas. (26) La
piedra angular del tratamiento del SAF trombótico es la anticoagulación oral
con antagonistas de la vitamina K, aunque algunos aspectos de su empleo, como la
intensidad del tratamiento y la eficacia y seguridad de los tratamientos
alternativos, se mantienen en discusión. Las pautas se basan principalmente en
el criterio de expertos. (27)
El uso de bajas dosis de aspirina (LDA), asociada con heparina, se
recomienda en general para el tratamiento del SAF obstétrico. (27,28) Entre las
heparinas, las heparinas de bajo peso molecular (LMWH) se favorece por razones
de seguridad y consideraciones prácticas, aunque esta asociación muestra
algunas limitaciones. (28)
El tratamiento anticoagulante a largo plazo está indicado en pacientes
con SAF; se sugiere su retiro cuando se vuelvan negativos a aAF.
(29) La necesidad de un anticoagulante oral a largo plazo afecta
significativamente el estilo de vida de los pacientes, pues se hace necesario
el control regular del efecto anticoagulante, además de que debe prestarse
especial atención a la dieta y a las situaciones riesgo de sangrado, por
ejemplo, caídas. La posibilidad de usar los nuevos anticoagulantes orales que
no necesitan el control regular se ha evaluado mediante ensayos clínicos.
La terapia con estrógenos para el control de la natalidad o los
síntomas de la menopausia generalmente se debe evitar con pocas excepciones en
pacientes con bajo perfil de riesgo. El tratamiento actual para la prevención
de las manifestaciones obstétricas es bastante efectivo. La mayoría de las
mujeres pueden tener hijos sanos.
El manejo del SAF obstétrico se mantiene controversial, debido
principalmente a los numerosos estudios observacionales y ensayos clínicos con
diferentes definiciones de abortos recurrentes, preeclampsia o insuficiencia
placentaria y las diferentes pruebas para detectar aAF
con puntos de corte distintos. (30)
Tratamiento de las
portadoras de aAF durante el primer embarazo o
profilaxis primaria
Un desafío frecuente para los médicos es decidir si emplean la terapia
profiláctica en pacientes con un primer embarazo. (2)
Desafortunadamente, esta decisión se basa en la experiencia personal y la
opinión de los expertos por los insuficientes estudios que evalúan los
diferentes tratamientos en estas pacientes. En una revisión sistemática del
efecto de LDA sobre la prevención de las complicaciones obstétricas en
portadoras de aAF, no se demostró que la aspirina
fuera superior al placebo. (2) Por otro lado, un meta análisis
concluyó que la LDA previene los eventos arteriales, pero no venosos, en
portadoras asintomáticas de aAF.
El tratamiento con LDA también se recomienda por 13th Congress of Antiphospholipid Antibodies Task
Force en pacientes con perfil de alto riesgo, como
cirugía, posparto e inmovilización prolongada. (19) Además, estas
pacientes deberán pesquisarse para otras condiciones cardiovasculares
(hipertensión arterial, dislipidemias) y considerarse el uso de LMWH. (2,19)
Todavía no está definido el manejo de las portadoras de aAF (positivas a aAF sin
manifestaciones clínicas de SAF). (31) En un estudio multicéntrico
de 62 embarazadas, las pacientes con triple positividad a aAF
tuvieron más complicaciones del embarazo, a pesar de que con más frecuencia se
trataron con dosis profilácticas de LDA y LMWH. (21)
La profilaxis primaria en pacientes con aAF
positivos, pero sin manifestaciones clínicas ni eventos compatibles con SAF
presumiblemente, tienen un mayor perfil de riesgo trombótico, en particular
pacientes con triple positividad a aAF o
persistentemente elevados títulos de aAF. (19,29)
Todavía se debate cómo prevenir los eventos trombóticos en estas
pacientes.
No está claro si LDA influye en el riesgo trombótico y el uso de
hidroxicloroquina (HCQ) para este propósito muestra resultados contradictorios.
(29) La identificación y tratamiento de las pacientes todavía son
preguntas sin responder.
Dos meta-análisis sugieren que el riesgo de un primer evento trombótico
se reduce significativamente con bajas dosis de aspirina en personas
asintomáticas aAF positivas, pacientes con lupus
eritematoso y en pacientes con SAF obstétrico. (19)
Una revisión sistemática en pacientes con aAF,
la profilaxis primaria con HCQ y aspirina reduce la frecuencia de eventos
trombóticos en pacientes asintomáticas con aAF
positivos y lupus. (32) También LDA fue efectiva en pacientes con
enfermedades autoinmunes y la HCQ es efectiva en el enfoque primario, cuando se
compara con aspirina.
Manejo de embarazadas con
SAF y morbilidades gestacionales previas
El tratamiento más recomendado en estas pacientes es LDA y heparina,
que permite una tasa de nacidos vivos de 70-80% de casos. (2) En dos
ensayos clínicos esta asociación es más eficiente que la monoterapia con LDA en
mujeres con historia de abortos recurrentes y aAF
positivamente persistente. Otros estudios centrados en terapia con heparina no
fraccionada versus terapia con LMWH concluyeron que la última es la mejor
opción, con una farmacocinética más predecible y menos osteopenia inducida por
heparina, trombocitopenia y sangramiento, aunque existen diferencias en cuanto
a la dosis de LMWH.(2)
En las gestantes con aAF y patología
obstétrica asociada, pero sin historia de trombosis, además de la recomendación
de la aspirina, se les indica utilizar la prednisona solo cuando haya sido por
razones no obstétricas (actividad del lupus eritematoso diseminado o intensa
trombocitopenia).
El enfoque más frecuente es la guía de American College
of Chest Physicians, que
recomienda la combinación heparina y bajas dosis de aspirina (75100 mg/día)
para mujeres con criterios serológicos y obstétricos de SAF obstétrico. (30)
Mujeres con SAF con
trombosis y morbilidad gestacional previas
El tratamiento más frecuentemente prescripto en estas mujeres es LDA
más dosis terapéuticas de heparina. (2) Sin embargo, muchos autores
consideran que la doble terapia no es suficientemente efectiva para evitar las
complicaciones maternas y fetales. Por tanto, se sugiere que las pacientes con
SAF trombótico deben recibir medicamentos adicionales a la terapia
convencional, como inmunoglobinas, plasmaféresis y
esteroides a bajas dosis.
Se han publicado recomendaciones para el tratamiento de un primer
evento o segundo evento trombótico arterial o venoso con anticoagulación.
(29) Sin embargo, estas recomendaciones se basan en la opinión de
expertos. Aunque algunos sugieren que
medicamentos adicionales, como HCQ, rituximab, Ig intravenosa y eculizumab,
pueden emplearse en el SAF trombótico, su uso práctico no está bien
establecido. (29)
Un estudio en China encontró que el régimen antinflamatorio y
anticoagulante (prednisolona + HCQ + LDA antes del embarazo y LMWH al comienzo
del embarazo) fue más efectivo en pacientes con SAF con abortos recurrentes que
el tratamiento anticoagulante (LDA y LMWH). (33)
Tratamiento de SAF en
mujeres de alto riesgo o refractarias a la terapia convencional
La positividad múltiple a aAF se relaciona
con un curso más severo de la enfermedad. (2) Además, se ha
demostrado que algunos perfiles específicos de aAF se
conectan con mayor riesgo de desenlace desfavorable del embarazo o a pacientes
refractarios a la terapia convencional. Todavía el tratamiento de estas
pacientes es un desafío; además, de la terapia convencional con LMWH y LDA, se
pueden emplear otros medicamentos, como inmunoglobulinas intravenosas,
esteroides en bajas dosis, intercambio plasmático e HCQ.
Diferentes estudios demuestran los efectos positivos de la asociación
entre Ig y terapia convencional. (2) Sin
embargo, el empleo de Ig está limitado por falta de
suficientes informes sobre dosificación y tiempo y los altos costos.
Los esteroides representan una posibilidad terapéutica, debido a los
cambios inflamatorios y la activación del complemento que trastornan la
invasión del trofoblasto y la placentación.(2) Bajas dosis de
esteroides (10 mg/kg), combinado con terapia convencional desde el inicio del
embarazo, resultan positivos hasta la 14
semana de gestación en mujeres con SAF refractario sin previa morbilidad. Estos
efectos positivos no se observan en mujeres con tromboembolismo previo o con aAF triple positivo.
El intercambio plasmático y otros procedimientos de aféresis
(purificación sanguínea extracorpórea, procedimientos de inmunoadsorción) se
han descrito solo en reportes de casos y series de casos con reducciones de aAF, aunque su eficacia es difícil de evaluar, porque se
administran con otros tratamientos. (2)
Se ha probado la eficacia de HCQ en algunos estudios, que informan
menores pérdidas de embarazos en el grupo tratado. (2) Además de ser
un medicamento seguro en pacientes refractarios, se administra por vía oral,
tiene bajo costo y generalmente está disponible.
Tratamiento en el
posparto
Algunos autores consideran que el mismo tratamiento del embarazo debe
continuarse durante 6-12 semanas del posparto, pero todavía no hay
recomendaciones generales. (2) Diferentes estudios demuestran que
las mujeres con SAF obstétrico tienen un mayor riesgo de tromboembolismo
venoso, enfermedad cerebrovascular y de futuras complicaciones del embarazo.
Por eso, el perfil de aAF debe considerarse
cuidadosamente después del embarazo y en los casos de persistente triple
positividad o positividad a anticoagulante lúpico, debe considerarse alguna
forma de anticoagulación.
SAF catastrófico
El tratamiento precoz es vital para la supervivencia del paciente,
además de la eliminación de los factores precipitantes, antibióticos para las
infecciones y desbridamiento de los tejidos necróticos. (22,34) Las
estrategias más empleadas en estos pacientes son anticoagulación,
corticosteroides, inmunoglobulinas intravenosas y plasmaféresis.
Además de su efecto anticoagulante, la heparina inhibe la activación
del complemento en modelos de ratones; los esteroides inhiben el factor nuclear
κB,
mediador en la respuesta inflamatoria sistémica y la trombosis mediada
por aAF; las inmunoglobulinas bloquean los
autoanticuerpos, incrementan la eliminación de IgG alterada, modulan el
complemento y suprimen las citoquinas patológicas; y la plasmaféresis remueve
los aAF, citoquinas, TNF-α y los productos del
complemento. (22)
En pacientes con vasculitis y lupus, se puede adicionar la
ciclofosfamida, y en pacientes con bajo riesgo de sangramiento algunos
adicionan aspirina. (22) Otros medicamentos sugeridos son HCQ, rituximab, eculizumab, sirolimus y defibrotide, pero se
requieren más estudios que demuestren su efectividad a corto y largo plazos. (22)
La ciclofosfamida generalmente se indica cuando hay una reactivación
del LES en el curso del SAF catastrófico y cuando los aAF
alcanzan niveles muy altos, después de haber realizado recambios plasmáticos o
empleado la infusión de gammaglobulinas. (34)
La ciclofosfamida se administra endovenosa a dosis de 500-750 mg/m2,
ajustado a la función renal, como se utiliza en otras manifestaciones
peligrosas para la vida del LES. El uso de la prostaciclina, sustancia
producida por el endotelio vascular que inhibe la agregación plaquetaria, se ha
limitado a pacientes cuando la esclerosis es sistémica. El defibrotida
es un potente inhibidor de la formación de coágulos, razón para ser utilizada
en casos de extrema gravedad.
En el SAF catastrófico se pueden presentar otras complicaciones que
agravan más el cuadro, como, por ejemplo, la insuficiencia renal progresiva,
que requiere de tratamiento dialítico; el distrés respiratorio grave, cuyo
cuadro demanda del apoyo ventilatorio; y el shock cardiogénico, que debe ser
tratado con medicamentos vasoactivos. Estos elementos ponen de relieve la
importancia del manejo adecuado de estos pacientes, por la alta mortalidad
reportada.
Perspectivas de
tratamiento
Aunque los tratamientos disponibles en la actualidad mejoran los
resultados del embarazo hasta el 70% de nacidos vivos, queda el 30% de mujeres
que presentan complicaciones gestacionales. (2)
La pravastatina (20 mg), estudiada en pequeños grupos de mujeres que
reciben la doble terapia convencional, muestra mejoría de los síntomas clínicos
de preeclampsia, como proteinuria y elevación de la presión arterial, mientras
los signos de insuficiencia placentaria se mantienen estables sin posterior
deterioro, cuando se compara con el grupo control. (2)
Un pequeño ensayo clínico demostró un notable mejoramiento del desenlace
materno y fetal/neonatal en mujeres con SAF que recibieron pravastatina, cuando
comenzaron con preeclampsia o restricción del crecimiento intrauterino
comparado con mujeres del grupo control. (35) Estos resultados
apoyan la posterior evaluación de las estatinas para la prevención de la
preeclampsia en ensayos clínicos a gran escala. También se han encontrado
buenos resultados en modelos animales. (36)
Se recomienda Vila et al. (37) para ampliar sobre el
tratamiento del SAF.
Conclusiones
El SAF es un trastorno sistémico autoinmune, caracterizado por un
estado hipercoagulable de los vasos venosos y
arteriales, complicaciones obstétricas y la presencia persistente de aAF.
El SAF es primario o secundario y dentro del primario predomina el SAF
obstétrico. Este último se asocia con complicaciones del embarazo, como pérdida
fetal recurrente, muerte fetal, preeclampsia y restricción del crecimiento
intrauterino.
El principal objetivo del manejo de SAF es la prevención de la
trombosis y las complicaciones obstétricas. El tratamiento del SAF trombótico
es la anticoagulación oral con antagonistas de la vitamina K, con el uso de
aspirina y heparina, aunque existen controversias al respecto.
Referencias Bibliográficas
1. Vreede AP, Bockenstedt PL,
Knight JS. Antiphospholipid syndrome: an
update for clinicians and scientists. Curr Opin Rheumatol. 2017[citado
17/03/2020];29(5):458466.Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5813838/pdf/nihms940493.pdf
2. Radu A, Dudu SC, Ciobanu A, Peltecu G, Iancu G, Botezatu R, et al.
Pregnancy Management in Women with Antiphospholidic Syndrome. Maedica (Buchar).2019
[citado 17/03/2020];14(2):148-160. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6709396
3. Tedesco F, Borghi MO, Gerosa M, Chighizola CB,
Macor P, Lonati PA, et al. Pathogenic Role of Complement in Antiphospholipid
Syndrome and Therapeutic Implications. Front
Immunol.2018[citado 15/05/2019];9:1388. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6018396/pdf/fimmu-09-01388.pdf
4. Lopez Pedrera Ch, Barbarroja N, Patiño Trives AM, Collantes E,
Aguirre A, Perez Sanchez C. New Biomarkers for Atherothrombosis in
Antiphospholipid Syndrome: Genomics and Epigenetics. Approaches Front Immunol.
2019 [citado 17/03/2020]; 10:764. Disponible
en: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fimmu.2019.00764/full
5. Bertolaccini ML, Sanna G.
Recent advances in understanding antiphospholipid syndrome. Version
1.2016[citado 17/03/2020];5.Disponible en:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5224683/pdf/f1000research-5-10474.pdf
6. Roggenbuck D, Borghi MO, Somma V, Büttner T, Schierack P, Hanack
K, et al. Antiphospholipid antibodies
detected by line immunoassay differentiate among patients with antiphospholipid
syndrome, with infections and asymptomatic carriers. Arthritis Res Ther. 2016
[citado 17/03/ 2020]; 18(1):111. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4875598/pdf/13075_2016_Article_1018.pdf
7. Brusch A. The Significance of
Anti-Beta-2-Glycoprotein I Antibodies in Antiphospholipid Syndrome. Antibodies
(Basel). 2016[citado 17/03/2020]; 5(2):16. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6698844/pdf/antibodies-05-00016.pdf
8. Yelnik C, Porter TF, Branch DW, Laskin C, Merrill J, Guerra M, et
al. Changes in Antiphospholipid Antibody Titers during Pregnancy: Data from the
PROMISSE Study. Arthritis Rheumatol. 2016[citado 17/03/2020]; 68(8): 19641969.
Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5380363/pdf/nihms854592.pdf
9. McDonnell T, Wincup C, Buchholz I, Pericleous C, Giles I, Ripoll V,
et al. The role of beta-2-glycoprotein I in health and disease associating
structure with function: More than just APS. Blood Rev. 2020[citado
17/03/2020]; 39. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0268960X19300268
10. Bertolaccini ML, Contento G, Lenner R, Sanna G, Blower PJ, Ma M,
et al. Complement inhibition by hydroxychloroquine prevents placental and fetal
brain abnormalities in antiphospholipid syndrome. J Autoimmun. 2016[citado
17/04/2020];75: 3038. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6203312/pdf/emss-80165.pdf
11. Yelnik C, Laskin C, Flint Porter T, Ware Branch D, Buyon J, Guerra M, et al.
Lupus anticoagulant is the main predictor of adverse pregnancy outcomes in aPL
positive patients: validation of PROMISSE study results. Lupus Sci Med. 2016[citado
17/05/2020];3(1):e000131. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4716418/
12. Abrahams V, Chamley L, Salmon J. Antiphospholipid Syndrome and
Pregnancy: Pathogenesis to Translation. Arthritis Rheumatol. 2017[citado
17/02/2020]; 69(9): 17101721. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5575987
13. Wang D, Lv W, Zhang S, Zhang J. Advances in the Research on
Anticardiolipin Antibody. J Immunol Res. 2019[citado 17/03/2020];2019.
Disponible en: https://www.hindawi.com/journals/jir/2019/8380214/
14. Sacharidou A, Shaul PW, Mineo C. New Insights in the
Pathophysiology of Antiphospholipid Syndrome. Semin Thromb Hemost. 2018 [citado
17/06/2020];44(5):475482. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6333209/pdf/nihms-1005491.pdf
15. Fleetwood T, Cantello R,
Comi C. Antiphospholipid Syndrome and the Neurologist: From Pathogenesis to
Therapy. Front Neurol. 2018[citado 17/03/2020]; 9: 1001. Disponible en: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fneur.2018.01001/full
16. Madison J, Zuo Y, Knight J. Pediatric antiphospholipid syndrome.
Eur J Rheumatol. 2020[citado 17/03/2020];7(Suppl 1): 3-12. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7004270/
17. Hwang JJ, Shin SH, Kim YJ, Oh YM, Lee SD, Kim YH, et al. Epidemiology of Antiphospholipid Syndrome in
Korea: a Nationwide Population-based Study.
J Korean Med Sci. 2020[citado 17 /03/2020]; 35(5):35. Disponible en: https://doi.org/10.3346/jkms.2020.35.e35
18. Volkov I, Seguro L, Leon EP, Kovács L, Roggenbuck D, Schierack P,
et al. Profiles of criteria and non-criteria anti-phospholipid autoantibodies
are associated with clinical phenotypes of the antiphospholipid syndrome. Auto
Immun Highlights. 2020[citado 17/02/2020]; 11(1):8. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7229627/?report=reader
19. Corban M, Duarte Garcia
A, McBane R, Matteson EL, Lerman LO,
Lerman A. Antiphospholipid Syndrome. Role of Vascular Endothelial Cells and
Implications for Risk Stratification and Targeted Therapeutics. J Am Coll
Cardiol. 2017 [citado 10/02/2020]; 69 (18): 2317-2330. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0735109717360485
20. Rodríguez Pérez L, Castillo González D, Cabrera Payne Y, Tejeda
González M. Síndrome antifosfolípido en mujeres con pérdidas recurrentes de
embarazo: diagnóstico de laboratorio. Rev Cubana Hematol Inmunol Hemoter.
2015 [citado
10/03/2020];31(4).Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-02892015000400002&lng=es
21. Velásquez M, Rojas M, Abrahams V, Escudero C, Cadavid Á. Mechanisms of Endothelial Dysfunction in
Antiphospholipid Syndrome: Association With Clinical Manifestations. Front.
Physiol.2018 [citado 17/04/2020]; 9:1840. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6309735/pdf/fphys-09-01840.pdf
22. Unlu O, Erkan D. Catastrophic Antiphospholipid Syndrome: Candidate
Therapies for a Potentially Lethal Disease. Annu Rev Med. 2017[citado
17/04/2020];68:287296. Disponible en: https://www.annualreviews.org/doi/pdf/10.1146/annurev-med-042915-102529
23. Miyakis S, Lockshin MD, Atsumi T,Branch DW, Brey RL, Cervera R, et
al. International consensus statement on an update of the classification
criteria for definite antiphospholipid syndrome (APS). J Thromb Haemost. 2006
[citado 17/04/2020]; 4(2): 295306. Disponible en: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1111/j.1538-7836.2006.01753.x
24. Belhocine M, Coutte L,
Silva NM, Morel N, Guettrot Imbert G, Paule R, et al. Intrauterine fetal deaths related to
antiphospholipid syndrome: a descriptive study of 65 women. Arthritis Res Ther.
2018 [citado 17/04/ 2020]; 20:249. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6235231/pdf/13075_2018_Article_1745.pdf
25. Liu L, Sun D. Pregnancy outcomes in patients with primary
antiphospholipid syndrome. A systematic review and meta-analysis.
Medicine(Baltimore).2019[citado 17/04/2020]; 98:20(e15733). Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6531250/
26.Tektonidou M, Andreoli L, Limper M, Tincani A, Ward M. Management
of thrombotic and obstetric antiphospholipid syndrome: a systematic literature
review informing the EULAR recommendations for the management of
antiphospholipid syndrome in adults. RMD Open. 2019[citado 17/04/2020];
5(1):e000924. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6525610/pdf/rmdopen-2019-000924.pdf
27. Andreoli L, Bertsias GK, Agmon Levin N, Brown S, Cervera R,
Costedoat Chalumeau N, et al. EULAR recommendations for women's health and the
management of family planning, assisted reproduction, pregnancy and menopause
in patients with systemic lupus erythematosus and/or antiphospholipid syndrome.
Ann Rheum Dis.2017[citado 17/04/2020];76(3):476485. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1136/annrheumdis-2016-209770
28. Cochery Nouvellon É, Mercier É, Bouvier S, Balducchi JP, Quéré I,
Perez Martin A, et al. Obstetric antiphospholipid syndrome: early variations of
angiogenic factors are associated with adverse outcomes. Haematologica. 2017[citado 17 abr 2020];
102(5):835-842. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5477602/pdf/1020835.pdf
29.Limper M, Scirè CA, Talarico
R, Amoura Z, Avcin T, Basile M, et al. Antiphospholipid syndrome: state of the
art on clinical practice guidelines. RMD Open. [citado 17/04/2020] Disponible
en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6203101/pdf/rmdopen-2018-000785.pdf
30. Chaturvedi S, McCrae K. Diagnosis and management of the
antiphospholipid syndrome. Blood Rev. 2017[citado 17/02/2020]; 31(6): 406417.
Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5714279/pdf/nihms898473.pdf
31. Grazia Lazzaroni M, Fredi M, Andreoli L, Chighizola CB, Del Ross
T, Gerosa M, et al. Triple Antiphospholipid (aPL) Antibodies Positivity Is
Associated With Pregnancy Complications in aPL Carriers: A Multicenter Study on
62 Pregnancies. Front Immunol.
2019[citado 17/02/2020]; 10:1948. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6702797/pdf/fimmu-10-01948.pdf
32. Qushmaq NA, Al-Emadi SA.
Review on Effectiveness of Primary Prophylaxis in aPLs with and without Risk
Factors for Thrombosis: Efficacy and Safety. ISRN Rheumatol. 2014[citado 17
/02/2020];2014:348726.Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4040209/
33. Ye SL, Gu XK, Tao LY, Cong JM, Wang YQ. Efficacy of Different
Treatment Regimens for
Antiphospholipid Syndrome
related Recurrent Spontaneous
Abortion. Chin Med J.
2017[citado 17/04/2020];130(12):1395 1399. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5463467/
34. Kazzaz N, McCune WJ, Knight J. Treatment of catastrophic
antiphospholipid syndrome. Curr Opin Rheumatol.2016[citado 17/01/2020]; 28(3):
218227. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4958413/pdf/nihms-789797.pdf
35. Costantine MM. Pravastatin to prevent obstetrical complications in
women with antiphospholipid syndrome. J
Clin Invest. 2016[citado 02/02/2020]; 126(8):27922794. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4966319/pdf/JCI89137.pdf
36. Garrett N, Pombo J, Umpierrez M, Clark JE, Simmons M, Girardi G.
Pravastatin therapy during preeclampsia prevents long-term adverse health
effects in mice. JCI Insight. 2018[citado 25/04/2019];3(8):120147. Disponible
en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5931129/pdf/jciinsight-3-120147.pdf
37. Vila Betancor JA, Solís Pérez Q, Medina Batista J. Actualización
diagnóstico-terapéutica del síndrome antifosfolípido o de Hughes.CCM. 2018
[citado 30/05/2020];22(3).Disponible en: http://revcocmed.sld.cu/index.php/cocmed/article/view/2788
Esta
obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-
No Comercial 4.0 Internacional.
Copyright (c) 2021 Rosa Isabele Llaguno de Mora, María del Cisne Loján Córdova, Andrea Jacqueline Lema Barahona, Edgar Patricio Castillo Jumbo, María José Flores Acosta
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional.