Artículo de
revisión
Trombosis venosa profunda de miembros
superiores
Upper extremity deep vein thrombosis condiciones
Dra. Adriana Elizabeth Yánez Noriega1* https://orcid.org/0000-0003-2959-647X
Dra. Germania Fernanda Yumiceba Duchicela1 https://orcid.org/0000-0003-2449-1521
Lic. Jennifer Tatiana Zurita Núñez1 https://orcid.org/0000-0003-0607-8338
Dra. Victoria Valeria Torres Andagana2 https://orcid.org/0000-0003-0840-9719
Dra. Gabriela Carolina Acosta Yánez3 https://orcid.org/0000-0001-8339-1665
1 Centro de Salud Amaguaña. Pichincha, Ecuador.
2 Hospital Básico
Sigchos. Cotopaxi, Ecuador.
3 Hospital General de Ambato. Tungurahua, Ecuador.
*Autor para la correspondencia. Correo electrónico: adriyan_1202@hotmail.com
RESUMEN
La trombosis venosa
profunda (TVP) de la extremidad superior es una forma inusual de enfermedad
tromboembólica venosa que afecta principalmente las venas braquiales, axilares y
subclavias. Sus manifestaciones
clínicas incluyen dolor, edema y cianosis de los miembros superiores, cuyo
diagnóstico requiere la utilización de la imagenología, principalmente el
ultrasonido y la venografía de contraste. Su tratamiento farmacológico, un
desafío médico, se basa en el uso de anticoagulantes, como heparina no
fraccionada, heparina de bajo peso molecular, fondaparinux y anticoagulantes
orales directos. La terapia trombolítica y el tratamiento intervencionista se
utilizan en casos seleccionados. Esta revisión se realizó principalmente en PubMed Central, de US National Library of Medicine,
National Institutes of Health
(https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc), en ClinicalKey
(https://www.clinicalkey.com) y en SciELO (https://search.scielo.org).
Palabras
clave: trombosis venosa profunda, miembros
superiores, diagnóstico, diagnóstico por imagen, tratamiento farmacológico,
terapia.
ABSTRACT
Deep vein thrombosis (DVT) of the upper extremity is an unusual form of
venous thromboembolic disease which mainly affects the brachial, axillary and
subclavian veins. Its clinical manifestations include pain, edema and cyanosis
of the upper limbs whose diagnosis requires the use of imaging, mainly
ultrasound and contrast venography. Its pharmacological treatment, a medical
challenge, is based on the use of anticoagulants such as unfractionated
heparin, low molecular weight heparin, fondaparinux and direct oral
anticoagulants. Thrombolytic therapy and interventional treatment are used in
selected cases. This review was conducted mainly in PubMed Central of the US
National Library of Medicine, National Institutes of Health
(https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc), in ClinicalKey
(https://www.clinicalkey.com) and in SciELO (https://search.scielo.org).
Keywords: deep vein thrombosis, upper extremities, diagnosis, imaging diagnosis, pharmacological
treatment, therapy.
Recibido: 07/10/2019.
Aprobado: 22/04/2020.
Introducción
Un coágulo de sangre en una vena profunda
(flebotrombosis) generalmente surge como resultado de un cambio en la
composición sanguínea (hipercoagulación), estasis venoso o daño endotelial.
Esta tríada de Virchow se favorece por factores de riesgo, entre los cuales se
mencionan la inmovilización, los tumores malignos y una trombosis sufrida
anteriormente.
Las principales causas de trombosis venosas
son: embarazo, posparto, anticoncepción de estrógeno-progestágenos, terapia de
reemplazo hormonal, cáncer, enfermedades sistémicas inflamatorias (vasculitis,
colagenosis), dolencias hematológicas (policitemia vera, trombocitemia
esencial, anemia hemolítica, anemia por deficiencia de hierro, anemia de
células falciformes), trastornos de la coagulación (proteína S, proteína C,
deficiencia de antitrombina III, mutación del gen del factor V de Leyden,
mutación del gen de la protrombina, anticoagulantes circulantes y anticuerpos
antifosfolípidos, coagulación intravascular diseminada), infecciones sistémicas
parasitarias, bacterianas, virales, micóticas y deshidratación. (1,2)
Clínicamente, las trombosis venosas se
caracterizan por inflamación, dolor por presión y cianosis de la extremidad
afectada, según su localización, y los vasos afectados pueden ser trombosis
venosas superficiales (TVS) y TVP. En el diagnóstico habitual, la ecografía por
compresión, en color, es el estándar de oro por el cual se puede demostrar la
extensión y la ubicación de la lesión, pero por su carácter invasivo se emplea
más el ultrasonido. Otros métodos imagenológicos empleados en la actualidad se
describen en Karande et al. (1)
La TVP de la extremidad superior (TVPS) es una
forma especial de enfermedad tromboembólica venosa. Aunque tiene algunas
características en común con la TVP de los miembros inferiores y el embolismo
pulmonar (EP), difiere en su fisiopatología.
(3)
La TVPS fue descrita inicialmente por
Cruveilhier, en 1816, luego Paget en 1875 y Von Schroetter en 1884 reportaron
un caso de TVPS secundaria a un esfuerzo violento. Hughes propondrá un resumen
de estas descripciones como síndrome de Paget-Schroetter para la TVP
relacionada con el estrés. (4)
La TVPS es una forma poco frecuente de
trombosis venosa, que representa el 5-10% de todas las TVP, con una incidencia
anual de 0,5-1 caso por 10 000 pacientes-años. (3) Como otras
formas de trombosis, la piedra angular del tratamiento es el empleo de
anticoagulantes para prevenir las complicaciones. Sin embargo, existen aspectos
de esta condición pendiente de aclaración en relación con el diagnóstico,
pronóstico, complicaciones crónicas y tratamiento.
Las modalidades terapéuticas son muy
controvertidas, especialmente porque los datos evolutivos siguen siendo poco
conocidos. (5) La presentación clínica, las causas, el manejo y el
destino de estas trombosis hacen que deban considerarse como eventos
potencialmente graves. De hecho, pueden complicarse con EP.
En esta revisión se describirán principalmente
el diagnóstico y tratamiento de la TVPS.
Desarrollo
Fuentes de información
Las
principales fuentes de información fueron:
·
En PMC de US National Library of Medicine,
National Institutes of Health (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc), con el
término upper extremity deep vein
thrombosis, se localizaron 2 948 trabajos científicos de los últimos
5 años.
·
En ClinicalKey (https://www.clinicalkey.com),
con el término upper extremity deep vein thrombosis, se encontraron 60
trabajos.
·
En Scientific Electronic Library Open
(SciELO) (https://search.scielo.org), con deep vein thrombosis, se encontraron 230
artículos publicados.
Se
revisaron preferentemente artículos originales, revisiones bibliográficas,
revisiones sistemáticas, meta análisis y ensayos clínicos.
Trombosis venosas
Las trombosis venosas se localizan con mayor
frecuencia en las extremidades inferiores. Aunque son menos frecuentes, también
se reconocen las trombosis de la vena cava superior o inferior, venas renales,
mesentérica, hepática (síndrome de Budd Chiari) y portal, venas pulmonares,
venas retinianas, seno cerebral y venas superficiales. O sea, las
localizaciones en las extremidades superiores, el cerebro, la pelvis y el
abdomen no son excepcionales, sino localizaciones inusuales y emergencias, cuyo
diagnóstico y tratamiento precoz mejoran el pronóstico. (6)
El papel de la
inflamación y de moléculas como citoquinas en la formación del trombo venoso no
está bien determinado, por lo que se requieren más estudios. (7)
La TVPS se divide en dos grupos etiológicos: (8) TVPS primaria (idiopática o no provocada con
trombofilia o sin ella, relacionada con esfuerzo o síndrome de Paget-Schroetter
y síndrome de salida torácica) y secundaria (con etiología obvia), provocada
por catéteres venosos centrales, marcapaso o cáncer.(9,10)
El síndrome de salida torácica, una forma
primaria de TVPS, se relaciona con variaciones y anomalías de la salida
torácica, como anomalías de la clavícula y costillas cervicales, hipertrofia
muscular, bandas fasciales musculares y procesos transversos largos de la
columna cervical que comprimen y dañan las venas adyacentes. (9)
Las formas secundarias de TVPS son mucho más
frecuentes (70-80% de los casos), la mayoría se presenta en pacientes con
cáncer y se asocia con catéteres venosos centrales o catéteres centrales
insertados periféricamente. (3) Adicionalmente, algunos pacientes
desarrollan TVPS secundaria a comprensión externa por tumores y otras
condiciones no malignas, como marcapasos o intervenciones quirúrgicas
recientes. Dada la diferente fisiopatología, no está claro si la
anticoagulación sola es efectiva en ambas formas.
Las trombosis venosas profundas pueden estar asociadas
al síndrome antifosfolípido (SAF). (6) Este síndrome se define por
la combinación de eventos trombóticos clínicos u obstétricos (muertes fetales,
abortos precoces consecutivos o muerte neonatal, seguido a un nacimiento
prematuro), con la presencia permanente de anticuerpos antifosfolípidos. (11)
Algunos
plantean que el SAF pudiera ser una manifestación inicial de TVPS. (9)
Factores de
riesgo
Los factores de riesgo comunes de TVP son
trauma, malignidades y efectos del tratamiento, infecciones, TVP o EP
anteriores, trastornos hereditarios de la coagulación sanguínea (trombofilias),
terapia hormonal (para control de natalidad o síntomas menopáusicos), embarazo,
parto reciente y venas varicosas. (1,2)
Los factores predisponentes específicos de
TVPS son el empleo de catéteres centrales, marcapasos y desfibriladores
automáticos implantados, trombosis de esfuerzo en personas saludables (síndrome
de Paget-Schroetter) y obstrucción de la salida torácica por anomalías
anatómicas. (1) Otros factores son el hábito de fumar y la obesidad.
(2)
El cáncer es factor de riesgo importante de
TVPS, implicando dos mecanismos diferentes. Por un lado, la masa tumoral puede
causar compresión extrínseca o incluso invasión vascular en los niveles axilar,
cervical o intratorácico que conduce a una estasis venosa que conlleva a la
trombosis, posiblemente de los miembros superiores. (12)
Por otro lado, los cánceres o sus tratamientos
(catéteres) se asocian con un estado hipercoagulable que favorece la aparición
de trombosis. (12-15) Además, muchos pacientes con cáncer están
relativamente inmóviles debido a enfermedad avanzada o a los efectos
debilitantes adversos del tratamiento, lo que incrementa el riesgo de formación
de coágulos. (13) Otros factores que incrementan el riesgo de TVP en
pacientes con cáncer son trombocitosis, anemia, leucocitosis, sexo masculino,
mutación de factor V de Leiden y factores mecánicos. (13)
Las neoplasias malignas que producen
obstrucción venosa central de extremidades superiores se encuentran frecuentemente
en el mediastino y obstruyen las venas braquiocefálicas y la vena cava
superior. (16) Aunque pueden ocurrir neoplasias malignas vasculares,
la mayoría de estos casos son extravasculares, como cáncer pulmonar de células
no pequeñas, cáncer pulmonar de células pequeñas, linfomas y lesiones
metastásicas; con menos frecuencia causan obstrucción venosa cánceres de
células germinales, timomas y mesoteliomas.
Otros factores de riesgo son el traumatismo
local (fractura de clavícula desplazada, luxación o cirugía de hombro) o una
afección hipercoagulable (síndrome de anticuerpos antifosfolípidos, síndrome de
hiperestimulación ovárica en un contexto de reproducción asistida).
En el síndrome de Paget-Schroetter, los tipos
de esfuerzo reportados son generalmente de naturaleza deportiva intensa (tenis,
remo, flexiones) o profesional (pintar paredes y techos, jardinería).
La
importancia de la intensidad del esfuerzo, pero también del carácter repetido
de un esfuerzo en posiciones inusuales (movimientos por encima de la cabeza o en hiperabducción), merece ser enfatizado,
porque esto rara vez se investiga en la anamnesis.
Cualquier movimiento repetido o carga pesada
prolongada es probable que conduzca a traumatismo de la vena subclavia en el
espacio costo-clavicular, que puede conducir a una estenosis fibrosis
perivenosa o incluso TVPS.
El papel del síndrome de salida torácica sigue
siendo extremadamente difícil de demostrar en la práctica médica en un paciente
dado, porque la compresión posicional de las estructuras vasculares, se
encuentra al realizar el examen físico en una proporción sustancial de la
población general.
La relación causa-efecto es más obvia en
presencia de anomalías anatómicas, ya sean congénitas (costillas cervicales,
músculos supernumerarios, inserción inusual de tendones) o adquiridas (callo
óseo después de la fractura de la clavícula o la primera costilla, hipertrofia
del escaleno anterior o músculo subclavia, que se encuentra generalmente en los
culturistas). Una evaluación multidisciplinaria es, por lo tanto, a menudo útil
en este contexto.
Manifestaciones
clínicas
La TVPS involucra principalmente a las venas
braquiales, axilares y subclavias.(8) Los signos de congestión
venosa, como hinchazón, dolor, edema, cianosis y dilatación de las venas
superficiales, son típicas, pero no específicas de TVPS.(17) Una
considerable proporción de pacientes son asintomáticos.(18,19) El
dolor localizado en cuello u hombro apunta hacia la trombosis de la vena axilar
o subclavia.(17) Puede ocurrir debilidad y parestesia del miembro
afectado y discreto aumento de la temperatura, pero ambos signos ocurren
esporádicamente.
La fiebre alta se observa en la tromboflebitis
séptica y en pacientes con cáncer.(8) El examen físico solo tiene
una especificidad de 30-64%; la tasa de detección puede mejorarse con
algoritmos y en particular con procedimientos imagenológicos diagnósticos. (17)
La presentación clínica de las TVPS está
dominada por el síndrome venoso obstructivo, con un inicio más o menos agudo
del edema, que comienza en la mano y luego se extiende hasta el antebrazo y el
brazo. (20)Además, los pacientes presentan dolor (24%), aunque es
menos frecuente que en la TVP por infarto de miocardio. A la palpación de la
axila se puede percibir un cordón doloroso.
Otras manifestaciones son una pesadez o
tensión de la extremidad aliviada por la elevación, dolor axilar o cervical o
parestesia de la extremidad secundaria a la irritación del plexo braquial. En
raras ocasiones, los dolores de cabeza concomitantes pueden hacer sospechar una
extensión intracraneal a través de la vena yugular interna.
La trombosis de la vena cava superior debe
tenerse en cuenta si ambos brazos están afectados, las venas yugulares
turgentes y la cara edematosa. Por lo general, es debido a la compresión de la
vena cava superior a consecuencia de un cáncer mediastinal.
Los síntomas típicos de síndrome de vena cava
superior son neurológicos (cefalea, visión borrosa, papiledema y alteraciones
de la conciencia), laringotraqueales (tos, inflamación de la lengua, disnea,
estridor y edema laríngeos), faciales (edema conjuntival y
periorbitario, edema/plétora facial y proptosis) y de la pared torácica y
extremidades superiores (distensión venosa del cuello y pared torácica por
circulación colateral, plétora e inflamación de extremidades superiores). (21)
Las neoplasias representan el 70% de los
casos, aunque las causas benignas, como catéteres venosos centrales y
marcapasos implantados, han incrementado su prevalencia. El 75-85% de las
causas malignas de este síndrome se deben a obstrucción secundaria al cáncer de
pulmón. Si se sospecha un síndrome de salida torácica, el examinador debe
palpar la fosa supraclavicular para determinar sensibilidad del plexo braquial,
ver atrofia de la mano y brazo y hacer algunas maniobras, como Adson
(escaleno), Halsted (costoclavicular) y Wright (hiperabducción). (8)
La positividad de estas pruebas radica en la reducción de pulso radial o la
reproducción de los síntomas neurológicos.
Entre las complicaciones de la TVPS se
encuentran EP (fatal es raro), TVPS recurrente, síndrome postrombótico del
brazo, tromboflebitis y pérdida de acceso vascular. (10,22) También
se informa la rara y potencialmente fatal, phlegmasia
cerulea dolens.
Diagnóstico
definitivo
En caso de sospecha de síndrome de salida
torácica, se requieren radiografías de columna cervical y de tórax. (8)
La venografía es el método estándar de
diagnóstico de TVPS, pero el ultrasonido es el más disponible y es una prueba
no invasiva.
La TVPS aparece principalmente en pacientes
hospitalizados asociada a tumores y catéter venoso central, lo que reduce la
utilidad de los dímeros D en el diagnóstico. (17) Aunque el valor
predictivo negativo puede elevarse por ajustes a la edad de dímeros D, la
prueba de dímero D tiene un valor limitado por su baja especificidad. (1,17)
Para pacientes no tratados en el hospital, la
combinación de score clínico, determinación de dímero D y la ultrasonografía de
comprensión alcanzan un valor predictivo negativo de 99,9% para TVP de miembros
inferiores, pero no para TVPS. (17)
Si se sospecha de TVPS, la modalidad de
diagnóstico más simple y rápida es la ecografía. El aumento del medio de
contraste es innecesario. La ecografía de compresión, con una sensibilidad del
97% y una especificidad del 96%, es particularmente precisa para detectar la
TVPS en las venas distales. (17) Por razones de anatomía, la
ecografía de compresión no es aplicable a las venas braquiocefálicas y
subclavias proximales, en las que se utiliza la ecografía Doppler o la
ecografía dúplex, codificada por colores.
Si los resultados no son claros, se recomienda
la tomografía computarizada (TC) o la flebografía por resonancia magnética. (17)
Debido a su alta sensibilidad y especificidad, la TC con contraste se utiliza
cada vez más para el diagnóstico de la TVPS. En un solo examen se pueden
visualizar ambos brazos, junto con la salida venosa del brazo y la cabeza, así
como la extensión del trombo al centro.
La flebografía convencional también se
recomienda para una mayor investigación de la TVPS, a pesar de la falta de
datos sobre la sensibilidad y la especificidad; se utiliza especialmente en
procedimientos de intervención.
Las estrategias diagnósticas para
tromboembolismo venoso de American
Society of Hematology se basan en la evaluación de pretest de probabilidad
(PTP) para pacientes individuales, lo que proporciona un estimado de
prevalencia a nivel poblacional. (23) Por ejemplo, comenzar con
dímero D para excluir TVPS en una población con baja prevalencia (10%), seguido
de ultrasonido, si el dímero es positivo.
Tratamiento
El tratamiento de TVPS se basa en
anticoagulantes y la eliminación de la posible causa: extracción del catéter no
funcional o de la cámara implantable, cirugía de una costilla cervical, etc.
No se han realizado ensayos clínicos
controlados para evaluar la anticoagulación como tratamiento inicial de TVPS,
por lo que las evidencias para el tratamiento de los eventos agudos de TVPS se
extrapolan de recomendaciones del tratamiento de trombosis de venas profundas
de miembros inferiores. (24) Los estudios prospectivos informan una
tasa aceptable de hemorragia y trombosis recurrente, cuando la TVPS se trata
similarmente a la de miembros inferiores.
Las opciones de anticoagulación para TVP aguda
son heparina no fraccionada, heparina de bajo peso molecular, fondaparinux y
anticoagulantes orales directos. (25-27) (tabla I)
El enfoque terapéutico actual es comenzar con
heparina y antagonistas de vitamin K y parar el empleo de heparina después de 5
días, si el INR (del inglés, international
normalized ratio) >2 por al menos 24 h. (8) La warfarina
usualmente se comienza a dosis de 10 mg en jóvenes (< 60 años) y pacientes
ambulatorios, y a dosis de 5 mg en adultos mayores y pacientes hospitalizados.
La dosis de warfarina debe ajustarse a un INR objetivo entre 2-3.
En más del 50% de los pacientes, la
anticoagulación produce una mejoría sintomática, pero no remueve los trombos
existentes ni previene el síndrome postrombótico. (8) La mejoría
clínica con anticoagulantes puede relacionarse más con el desarrollo de venas
colaterales que con la resolución del trombo.
No se recomienda para la mayoría de los
pacientes con TVPS aguda el uso rutinario de trombolisis directo al catéter o
por vía sistémica. (8) En pacientes seleccionados con TVPS aguda,
bajo riesgo de sangramiento y síntomas severos de inicio reciente, la
trombolisis directa por catéter (CDT) puede emplearse, si están disponibles los
recursos y la experiencia apropiada. Además, en estos últimos pacientes con
fallo en el tratamiento anticoagulante o trombolítico y persistencia de
síntomas severos, se pueden utilizar otros métodos (extracción del catéter,
trombectomía quirúrgica, angioplastia transluminal o lisis de coágulo seguido
de cirugía).
En pacientes con TVPS y catéter venoso central
retirado, la duración del tratamiento anticoagulante no debe ser menos de 3
meses. (8)
Los mejores candidatos para la terapia
trombolítica son jóvenes, pacientes sanos con TVPS primaria, pacientes con
síndrome de vena cava superior y quienes requieren preservación de un catéter
venoso central. (8) Algunos ensayos demostraron que la terapia
trombolítica sistémica proporciona mejor lisis del trombo con disminución del
síndrome postrombótico. Sin embargo, una revisión sistemática no encontró
pruebas suficientes para llegar a una conclusión sobre los beneficios o los
daños de la trombólisis para el tratamiento de las personas con TVPS como
tratamiento adicional a la anticoagulación, solo en comparación con la anticoagulación
o solo en comparación con cualquier otro tipo de intervención médica. (28)
Estos autores recomiendan grandes ensayos clínicos aleatorios con un bajo
riesgo de sesgo, centrados en los resultados clínicos. Resultados más
favorables en la trombosis de miembros inferiores encontraron Watson et al. (29)
Otros sugieren el empleo de la terapia
trombolítica para el EP masivo o la trombosis venosa profunda extensa. (25)
En pacientes seleccionados con TVPS aguda y
contraindicación de anticoagulación con evidencia de progresión de la
enfermedad o EP significativo se recomienda un filtro en la vena cava superior.
(8) Para la mayoría de los pacientes con TVPS inducida por catéter,
no se recomienda retirar el catéter, si es funcional y necesario porque la inserción
del catéter en un nuevo sitio tiene una alta tasa de formación de nuevos
trombos.
El empleo de otros fármacos, como estatinas,
es controversial y no hay evidencias científicas sólidas que respalden su
empleo en TVPS. (30)
Sista et al. (31) y Carlon et al. (10)
describen en detalle las diferentes intervenciones endovasculares de la TVP,
aspectos del tratamiento por cuya complejidad y extensión no serán tratados en
esta sección.
Tabla I. Tratamiento inicial y dosis de mantenimiento
de trombosis venosa profunda de miembro superior(17)
Medicamento |
Dosis inicial |
Dosis de mantenimiento |
Heparinas de bajo peso
molecular |
||
Certoparin |
8000 UI (dos veces/día subcutánea) |
8000 UI (dos veces/día subcutánea) |
Dalteparin |
100 UI /kg peso (dos veces/día, subcutánea) |
100 UI /kg peso (dos veces/día, subcutánea) |
Enoxaparin |
200 UI /kg peso (una vez/día, subcutánea) |
200 UI /kg peso (una vez/día, subcutánea) |
Tinzaparin |
1 mg/kg peso (dos veces/día, subcutánea) |
1 mg/kg peso (dos veces/día, subcutánea) |
Heparinas
no fraccionadas |
||
Heparina
sódica/cálcica |
Bolo: 5000 UI 1520 UI/kg
peso/hora (intravenoso) |
1520 UI/kg peso/hora
(intravenoso bajo monitoreo de tiempo parcial de tromboplastina) |
Pentasacárido |
||
Fondaparinux |
7,5 mg (una vez/día,
subcutánea) <50 kg: 5 mg (una
vez/día, subcutánea) >100 kg: 10 mg (una
vez/día, subcutánea) |
7,5 mg (una vez/día,
subcutánea) <50 kg: 5 mg (una
vez/día, subcutánea) >100 kg: 10 mg (una
vez/día, subcutánea) |
Anticoagulantes
orales directos |
||
Dabigatran |
- |
150 mg vía oral (dos veces/día) |
Rivaroxaban |
15 mg (dos veces/día, 3 semanas, vía oral |
20 mg (una vez/día) |
Apixaban |
10 mg (dos veces/día, una semana, vía oral) |
5 mg (dos veces/día) |
Edoxaban |
- |
60 mg (una vez/día) |
Fuente: Heil J,
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Conclusiones
Las TVPS son
trombosis inusuales, cuyo diagnóstico es un desafío para los médicos, por su
baja frecuencia y la presencia de síntomas inespecíficos, por lo que los
exámenes complementarios, como la determinación del dímero D y sobre todo
imagenológicos, son fundamentales para un correcto diagnóstico y tratamiento
oportunos.
Las TVPS pueden ser
primarias o secundarias. Las TVPS secundarias, más frecuentes, son causadas por
cáncer, catéteres venosos, marcapasos implantados y algunas otras enfermedades.
El tratamiento
farmacológico se basa en el empleo de anticoagulantes y los procedimientos de
intervención tienen indicaciones precisas.
REFERENCIAS
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Conflicto
de intereses
Los
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