Artículo de Revisión
Actualidades médicas en Reumatología
y su aplicación en América Latina: tratamiento de artritis reumáticas
inflamatorias
Medical news in Rheumatology and its application in Latin America:
treatment of inflammatory rheumatic arthritis
Med. Katerin Paola Camacho Castillo1* https://orcid.org/0000-0001-5458-824X
Med. Tania del Pilar Martínez Verdezoto1 https://orcid.org/0000-0002-2425-6807
Med. Karina Daisy Urbina Aucancela1 https://orcid.org/0000-0002-7307-0507
Med. Cynthia Yesenia Urbina Aucancela1 https://orcid.org/0000-0002-9988-3063
Med. Jairo Javier Callay
Vimos2 https://orcid.org/0000-0001-7680-0360
1Hospital Alfredo Noboa
Montenegro, Ecuador.
2Universidad Nacional de
Chimborazo, Ecuador.
*Autor para la correspondencia. Correo electrónico: kterinc2@hotmail.com
RESUMEN
En la actualidad los
avances terapéuticos en las artritis inflamatorias son notables con la
incorporación de nuevos fármacos que retrasan su progreso y mejoran la calidad
de vida de los afectados. En esta
revisión bibliográfica se describen los avances en Reumatología, en especial
con el empleo de los medicamentos modificadores de la enfermedad en la artritis
reumatoide, artritis psoriásica y espondilitis anquilosante. Se revisaron las
principales bases de datos, como PubMed/Medline,
SciELO y Scopus; también las revistas
biomédicas cubanas. Se hizo hincapié en los inhibidores de TNFα,
antagonistas de IL-1 receptor, terapia de células B, inhibidores de IL-6 e
inhibidores de JAK.
Palabras clave: artritis reumática,
espondilitis anquilosante, artritis psoriásica, agentes antirreumáticos.
ABSTRACT
Currently,
therapeutic advances in inflammatory arthritis are notable with the
incorporation of new drugs that delay their progress and improve the quality of
life of those affected. This literature
review describes the advances in Rheumatology, especially with the use of
disease-modifying medications in rheumatoid arthritis, psoriatic arthritis and
ankylosing spondylitis. The main databases such as PubMed/Medline, SciELO and Scopus were reviewed; also the Cuban biomedical
journals. Emphasis was placed on TNFα inhibitors, IL-1 receptor
antagonists, B cell therapy, IL-6 inhibitors and JAK inhibitors.
Keywords:
rheumatic arthritis, ankylosing spondylitis, psoriatic arthritis,
anti-rheumatic agents
Recibido:
07/10/2019.
Aprobado:
19/11/2019.
Introducción
Los avances o progresos
en medicina se definen según la perspectiva adoptada, pues para los prestadores
de servicios sanitarios generalmente se relaciona con la disminución de las tasas de mortalidad y morbilidad, el
incremento de la esperanza de vida y el desarrollo tecnológico; sin embargo,
para los pacientes significa, por ejemplo, tener acceso a terapias efectivas
que mejoren o curen su enfermedad y alarguen su vida.
También están los
farmacólogos, biólogos, inmunólogos e ingenieros biotecnológicos que suscriben
los avances, en la era biológica, del desarrollo terapéutico de compuestos
moleculares que impacten en los genes y transformen el curso de enfermedades
para lograr su control, en los anticuerpos monoclonales terapéuticos y la
terapia génica, por poner algunos ejemplos.
Además, formando parte de
las actualizaciones médicas, están algunas experiencias sobre el uso de
productos terapéuticos, que muestran que, más allá de una combinación de
moléculas, es necesario divulgar lo aportado por las investigaciones sobre la
prescripción medicamentosa adecuada. Ahí está el rol de la fármaco vigilancia en
la elección de los pacientes para los cuales son beneficiosos los productos y
en el monitoreo de los efectos esperados o adversos.
Con el desarrollo
acelerado de medicamentos y su disponibilidad en grandes poblaciones, en
ocasiones no se evalúa primero la
relación efectos adversos y beneficios. Un ejemplo, los inhibidores de la
ciclooxigenasa-2 en Reumatología, diseñados para estar desprovistos de los
efectos gastrointestinales de los antiinflamatorios no esteroideos, aumentan la
morbilidad y mortalidad cardiovascular en algunos pacientes en riesgo, en
especial los tratados con bajas dosis de aspirina. (1)
Son muchos los ejemplos
sobre actualidades en la Reumatología como los avances en el diagnóstico y
tratamiento de las artritis inflamatorias, debido a una mejor comprensión de la
patogenia de estos padecimientos, entre los que están la artritis reumatoide
(AR), la espondilitis anquilosante (EA) y la artritis psoriásica (PsA), (2,3) que comparten procesos comunes, como el papel de la inflamación en
la destrucción de las articulaciones. (4)
El objetivo del presente
artículo es mostrar una panorámica de las actualidades médicas en Reumatología
y su aplicación en América Latina. Para ello el análisis se centró en los
agentes biológicos que impactan positivamente en la salud de los pacientes
reumáticos y brindan opciones más completas en su manejo, a la vez que se
expande el conocimiento sobre las artritis inflamatorias.
Esta revisión se enfoca
en los inhibidores de TNFα, los antagonistas del receptor de IL-1, la
terapia de células B y los inhibidores de IL-6. (5,6)
Para conocer los detalles
de su tratamiento, se deben revisar las recomendaciones de diferentes
organizaciones, como Colegio Mexicano de Reumatología para el manejo de la EA, (7)
Sociedad Española de Reumatología sobre el tratamiento en PsA
(8) y European League Against Rheumatism (EULAR) para la AR. (9)
Desarrollo
Métodos
Se
revisaron las principales bases de datos como PubMed/Medline (https://www.ncbi.nlm.nih.gov), SciELO (https://scielo.org/es) y Scopus (https://www.scopus.com); también las revistas
biomédicas cubanas (http://www.bvscuba.sld.cu/clasificacion-de-revista/revistas-cubanas). Se utilizaron los
descriptores en inglés: rheumatic arthritis, rheumatoid arthritis, ankylosing spondylitis, psoriatic arthritis, antirheumatic agents y sus
equivalentes en español.
Artritis inflamatorias reumáticas
Estas
enfermedades son progresivas, pues se asocian a dolor, pero si no se tratan
adecuadamente se afecta la calidad de vida de los pacientes. (6) A
pesar de ciertas similitudes, se proyectan como diferentes. Mientras que la AR
resulta principalmente en la reabsorción de cartílagos y huesos, la PsA combina elementos destructivos con respuestas óseas
anabólicas y la EA es la clásica enfermedad articular hipersensible, asociada
con la aposición sustancial de huesos y cartílagos.
Estas
artropatías inflamatorias son enfermedades autoinmunes frecuentes vinculadas a
una progresiva discapacidad, complicaciones sistémicas, muerte prematura,
elevada carga y altos costos socioeconómicos. (2)
Con los
avances actuales en la Reumatología se disponen de numerosos fármacos para el
tratamiento de las artritis inflamatorias, caracterizadas por cambios
estructurales de los huesos y cartílagos que provocan serias limitaciones en
los pacientes y comprometen su calidad de vida.
Artritis reumatoide
La AR es
una enfermedad inflamatoria autoinmune sistémica crónica de las articulaciones diartrodiales, determinada por hipertrofia de la membrana
sinovial, pérdida osteocartilaginosa y deformación
articular. (10,11) Aparte de las articulaciones, puede comprometer
cualquier otro órgano y presentarse extraarticularmente
en el 30% de los casos. (12) Su etiología resulta todavía
desconocida, afecta a cerca del 1% de la población de caucásicos y a mujeres
entre la tercera y cuarta décadas de vida. (10)
Artritis psoriásica
La PsA
es una enfermedad con una presentación clínica muy heterogénea por la
diversidad de fenotipos músculo-esqueléticos que presenta (artritis periférica,
enfermedad axial, entesitis, dactilitis), las
manifestaciones extraarticulares, particularmente piel y uñas, pero también de
otros órganos (uveítis, enfermedad intestinal inflamatoria). (8)
El médico responsable de
su diagnóstico y tratamiento debe ser el reumatólogo, pues es el especialista
con mayor conocimiento y experiencia en el manejo clínico y terapéutico de esta
enfermedad. Sin embargo, debido a la diversidad de su expresión clínica y a las
comorbilidades asociadas, es importante realizar un manejo multidisciplinar del
paciente.
Espondilitis anquilosante
La EA es
una espondiloartropatía sistémica crónica autoinmune,
caracterizada por inflamación del esqueleto axial, las grandes articulaciones
periféricas y los dedos, más frecuente en hombres jóvenes. (13)
Esta
enfermedad afecta principalmente las articulaciones de la columna, lo que causa
un crónico y severo dolor; además, en casos avanzados, puede fusionar las
vértebras. Un notable progreso se ha alcanzado en la fisiopatología y
tratamiento de esta enfermedad.
Los
medicamentos utilizados en el tratamiento de la AR y otras artritis
inflamatorias son antiinflamatorios no esteroideos, esteroides y fármacos
modificadores de la enfermedad. (14)
Inhibidores o bloqueadores del factor de
necrosis tumoral alfa
Los
inhibidores de TNFα controlan eficazmente la inflamación que provocan
estas enfermedades y, por lo tanto, previenen daños irreversibles en los
tejidos y las discapacidades. Los estudios radiográficos y ensayos clínicos
muestran que el daño articular progresivo puede detenerse en algunos pacientes.
Estas condiciones y los pacientes se están dilucidando actualmente.
En la AR el
tratamiento temprano con cualquiera de estos antagonistas, en combinación con
metotrexato, conduce a una remisión de la enfermedad en un porcentaje
considerable de pacientes. Los inhibidores de TNF pueden potencialmente
prevenir la progresión radiológica y por lo tanto evitar la discapacidad. Sin
embargo, la farmacocinética y los perfiles de unión de estos agentes son
diferentes.
Aunque los
inhibidores de TNFα son actualmente el estándar de oro de los agentes
biológicos para los pacientes con artritis inflamatoria, todavía hay una serie
de preguntas pendientes sobre cómo obtener el máximo beneficio de estos
agentes.
El uso de
productos biológicos en una etapa temprana del curso de la enfermedad puede
inducir la remisión clínica en un cierto porcentaje de pacientes. (15)
Los datos adicionales pueden estimular la modificación de las pautas y la
práctica para aquellos pacientes con AR temprana que no responden
suficientemente al tratamiento convencional.
Se necesita
una vía bien definida en los sistemas de atención de salud para identificar a
los pacientes en las primeras etapas de la enfermedad. Además, los médicos de
familia y otros profesionales de la salud deben ser educados sobre los síntomas
tempranos de las artritis inflamatorias, con un énfasis en la importancia de la
remisión temprana a los reumatólogos para el diagnóstico y el tratamiento.
También se
requieren estudios para determinar si los pacientes con comorbilidad o que
toman otros medicamentos necesitan monitoreo para toxicidades específicas.
Estos pacientes presentan una alta prevalencia de enfermedades asociadas cuando
comienzan la terapia biológica.(16)
Los inhibidores
de TNFα disponibles en la actualidad son adalimumab,
certolizumab pegol, etanercept, golimumab e infliximab. (6,9) Los efectos de estos inhibidores pueden depender de la expresión de
TNFα en las articulaciones sinoviales y de la infiltración por las células
inflamatorias que sintetizan TNFα. (6)
El
TNFα es una citoquina clave que interviene en la inflamación sistémica y
el daño tisular. (4) Esta
citoquina, componente de los reactantes de fase aguda, se expresa en monocitos,
células B, linfocitos T, fibroblastos sinoviales, células NK,
polimorfonucleares, mastocitos, células endoteliales y osteoblastos. (17) El TNF es una citoquina proinflamatoria presente en concentraciones
más altas en pacientes con AR, EA y PsA, dolencias
que se acompañan de mayor riesgo cardiovascular. (4)
Para los pacientes que no
responden adecuadamente al tratamiento convencional, la combinación de un
agente biológico de TNFα, junto con metotrexato una vez a la semana,
es particularmente efectiva. La potencia de los tratamientos anti-TNF en
combinación con el metotrexato es tal que la remisión es un objetivo alcanzable
en una proporción significativa de pacientes.
Etanercept
El etanercept
es una proteína de fusión dimérica que consiste en la
porción extracelular del receptor del TNF p75 humano, unido a la región Fc de la IgG1 humana.(14, 18) El etanercept fue el primer agente biológico
aprobado para la AR. Este agente se une y neutraliza el TNF soluble y unido a
la membrana y a su proteína relacionada, la linfotoxina
(LTa, antes conocida como TNFβ). La unión de etanercept a las células que expresan TNF no produce lisis
celular, en presencia de complemento o ausencia de este.
Etanercept está contraindicado en
personas con infección o riesgo de infección. Son frecuentes las infecciones y
reacciones en el sitio de inyección. Se administra vía subcutánea (SC) a dosis
de 25 mg dos veces/semana o 50 mg semanalmente. (14,15)
Anticuerpos monoclonales
inhibidores de TNFα
Los otros inhibidores de TNFα, infliximab y adalimumab son
anticuerpos monoclonales. (18)
Infliximab es un anticuerpo monoclonal
quimérico ratón-humano, mientras adalimumab es un
anticuerpo humano. Ambos agentes son específicos de TNF, pero no se unen a LTa.
El tratamiento de la AR con agentes anti-TNFα puede provocar la
formación de autoanticuerpos, favorecer la vasculitis y, en
muy raras ocasiones, producir complicaciones renales. (17)
Como un inhibidor del TNFα
ampliamente utilizado, el infliximab tiene un
registro profundo y establecido de datos de eficacia y seguridad. La amplia
evidencia (de ensayos clínicos controlados aleatorios, grandes registros y
estudios de vigilancia posteriores a la comercialización) muestra que infliximab trata eficazmente los signos y síntomas,
proporciona una supresión rápida y prolongada de la inflamación, previene la
progresión de la enfermedad observable radiológicamente y ofrece un perfil de
seguridad aceptable en la AR, EA y PsA.
El infliximab
puede interferir con la AR que progresa mediante la adición temprana de
metotrexato en pacientes con curso agresivo. Puede considerarse un medicamento
conocido en la campaña contra las enfermedades reumáticas inflamatorias. (19)
El primer anticuerpo terapéutico
aprobado en 1998 para el tratamiento de enfermedades inflamatorias fue el infliximab. (20) Este anticuerpo ha demostrado
ser exitoso en el tratamiento de la AR y otras enfermedades inflamatorias. El infliximab es un anticuerpo monoclonal quimérico, el cual
se une de manera específica, tanto a la forma soluble de la citoquina como
también a la membrana celular, principalmente de macrófagos. La unión del
anticuerpo a la citoquina bloquea su unión al receptor y además induce
apoptosis de las células que presentan TNFα a nivel de la membrana
celular.
Infliximab está contraindicado en
TB activa o infecciones severas y en personas con moderada a grave
insuficiencia cardíaca. (15) Entre sus reacciones adversas más
frecuentes están infección viral, cefalea, infección del tracto respiratorio
superior, sinusitis, dolor abdominal, náuseas.
Se administra EV a dosis de 3 mg/kg con dosis iniciales a 0, 2 y 6
semanas y luego cada 8 semanas. Para enfermos con respuesta inadecuada después
de 12 semanas de tratamiento, debe incrementarse la dosis por pasos a 1,5 mg/kg
con un máximo de 7,5 mg/kg cada 8 semanas. (15) La frecuente
formación de anticuerpos anti-infliximab ha llevado a
la combinación de este medicamento con metotrexato, y no es utilizado como
monoterapia. (21)
El Biologic Treatment Registry Across Canada (BioTRAC), estudio multicéntrico prospectivo en pacientes
con EA tratados con infliximab, encontró que estos
presentaron reducción de la actividad de la enfermedad con el paso del tiempo y
una duración más corta. (19)
Adalimumab: es un anticuerpo IgG1
monoclonal recombinante que se une al TNFα humano, con alta afinidad,
actúa tanto inhibiendo la unión de la citoquina a su receptor como eliminando
las células que producen TNFα. (14) Se aplica de forma subcutánea,
alcanzado el pico máximo a las 130 h después de la aplicación; se añade
metotrexato a la terapia; se disminuye en el 20% el aclaramiento del adalimumab luego de la primera dosis y en 44%, después de
múltiples terapias. (21)
Adalimumab está contraindicada en
infecciones severas como tuberculosis activa y en la insuficiencia cardíaca
grave. Dentro de las reacciones adversas frecuentes están infecciones del
tracto respiratorio, leucopenia, anemia, dislipidemia, cefalea, dolor
abdominal, náuseas y vómitos, elevación de enzimas hepáticas, rash, dolor músculo-esquelético y en el sitio de inyección.
Se administra SC en 40 mg por dosis cada semana. (15)
Un número sustancial de
pacientes con AR no responden a adalimumab, debido a
que probablemente desarrollan anticuerpos contra este fármaco. (5)
Golimumab está contraindicado en
personas con tuberculosis activa e infecciones severas y pacientes con
insuficiencia cardíaca grave. (15) Reacciones muy frecuentes son
infecciones del tracto respiratorio superior. Golimumab
se administra SC en dosis de 50 mg cada mes y en personas > 100 kg; una
dosis de 100 mg debe considerarse, si no hay una respuesta clínica adecuada
después de 3-4 dosis.
Certolizumab pegol
está contraindicado en personas con tuberculosis activa e infecciones severas y
con insuficiencia cardíaca grave. (15) Entre sus reacciones adversas
están infecciones virales y bacterianas.
Se administra SC en dosis iniciales de 400 mg a 0, 2 y 4 semanas,
seguido de dosis de mantenimiento de 200 mg cada 2 semanas. Alternativamente,
se administran 400 mg cada 4 semanas y una vez, cuando se confirme la respuesta
clínica.
Antagonistas del receptor de IL-1
Interleuquina 1 (IL-1) es el prototipo
de citoquina proinflamatoria: dos ligandos distintos (IL-1α e IL-1β)
se unen al receptor 1 de IL-1 (IL-1R1), con la inducción de mediadores
inflamatorios secundarios, como prostaglandinas, citoquinas y quimoquinas. (16) La IL-1α se
presenta constitutivamente en células epiteliales y endoteliales, mientras la
IL-1β se induce en las células mieloides y liberadas después del clivaje de
caspasa-1. (16) La IL-1 tiene efectos inflamatorios que
incluyen la inducción de la IL-6 y la ciclooxigenasa 2. (14)
Durante los últimos años
la inflamación mediada por IL-1 acompaña un amplio espectro de enfermedades que
van desde las inflamatorias como la AR, hasta aterosclerosis. (16)
La anakinra
es un antagonista del receptor de IL-1; inhibe la IL-1. (18) Anakinra es una molécula IL-1Ra, recombinante, no
glicosilada, que difiere de las IL-1Ra humanas en la adición de un residuo de
metionina a su extremo amino terminal. Este agente se une a los receptores IL-1
y, por tanto, bloquea la unión de IL-1α e IL-1β. Anakinra
se une tanto a los receptores solubles como de la célula. (18)
En dosis SC de 100 mg
proporciona evidentes beneficios clínicos. (16) Comparada con otros
agentes biológicos, la anakinra es bastante segura,
porque las infecciones oportunistas, como Mycobacterium tuberculosis, son raras, aun en poblaciones con riesgo. (16) Por
su excelente perfil de seguridad y relativa corta duración de su acción,
también se emplea como herramienta diagnóstica en enfermedades indefinidas
mediadas por IL-1. (16, 21)
El 80% de la infusión se
elimina por aclaramiento renal y las personas con insuficiencia renal tienen
una disminución del aclaramiento del fármaco. (21) El reajuste de
dosis o la frecuencia de las inyecciones deben ser modificados en estos
pacientes. La hemodiálisis y la diálisis peritoneal parecen no eliminar
cantidades importantes de este medicamento.
Su eficacia ha sido
evaluada, con resultados satisfactorios, en ensayos clínicos controlados en
pacientes con AR, tanto en monoterapia, como combinada con metotrexato. (16)
Terapia de células B
La terapia dirigida a las
células B incluyen rituximab, anticuerpo monoclonal dimérico, cuya diana es la molécula de superficie CD20,
expresada en las células B. (6) Su administración provoca una
transitoria, pero casi completa, depleción de células B en la sangre periférica
y una depleción parcial en la médula ósea y el tejido sinovial. Esto explica el
riesgo de infecciones que presentan los pacientes tratados con este fármaco.
Se utilizó primero en el
linfoma no Hodgkin y posteriormente se aprobó en el tratamiento de la AR, que
no respondía adecuadamente a los medicamentos modificadores de la enfermedad,
como los inhibidores de TNFα. Se requieren cursos repetidos de tratamiento
en la AR para alcanzar eficacia óptima, aunque deben establecerse el esquema de
tratamiento y las dosis óptimas. Su mecanismo de acción en la AR no se
comprende bien.
Inhibidores de IL-6
Los inhibidores de IL-6
comprenden el relativamente nuevo agente tocilizumab,
que inhibe la actividad de IL-6 e induce las células B regulatorias, lo que
reduce la liberación de citoquinas proinflamatorias. (22) La IL-6 es una citoquina proinflamatoria,
responsable en parte del daño articular en AR.
El tocilizumab
está contraindicado en infecciones severas. Las reacciones adversas son comunes
e incluyen infecciones del tracto respiratorio superior e hipercolesterolemia.
Se administra en dosis de 8 mg/kg cada 4 semanas. (15)
Otros fármacos
El tofacitinib
es un potente inhibidor selectivo de JAK (del inglés, Janus kinase), que inhibe preferentemente JAK1
y JAK3. (22)
Aunque el tofacitinib se ha evaluado en ensayos clínicos, no existían
estudios que valoraran su efectividad en la AR en relación con el estándar de
oro, los inhibidores del TNFα. Reed et al. (11) encontraron que tofacitinib
como monoterapia o con tratamiento combinado con metotrexato proporciona
similar eficacia como tratamiento de tercera y cuarta líneas, además tofacitinib con metotrexato o sin él tuvo similar eficacia que los TNFα con
metotrexato en tercera y cuarta opciones y el empleo concominante con metotrexato mejoró la eficacia de los
inhibidores de TNFα como segunda y tercera opciones.
Baricitinib es un inhibidor oral
selectivo de JAK1 y JAK2, que pertenece a la familia de proteínas quinasas
tirosina, que interviene en la
transducción de señales de citoquinas involucradas en procesos inflamatorios,
como la AR. (23) Se aprobó para el tratamiento de AR de moderada a
severamente activa en adultos de unos 50 países, incluyendo Europa, USA y
Japón.
El estudio de 52 semanas RA-BEAM study
(NCT01710358) en pacientes con AR activa y respuesta inadecuada a metotrexato
demostró que 4 mg de baricitinib tenía mayor eficacia
que el grupo con placebo y adalimumab. (24) El ensayo clínico a doble ciegas comparó 3 grupos de pacientes con baricitinib (n=487), adalimumab (n = 330) y placebo (n =
488) más methotrexate.
Apremilast es una pequeña molécula
que inhibe a la fosfodiesterasa 4 (PDE-4). (8) La inhibición de la
PDE-4 aumenta los niveles intracelulares de monofosfato de adenosina cíclico
(AMPc), modulando la expresión de citoquinas inflamatorias. Los datos de eficacia de apremilast
en artritis periférica, sobre la base de resultados de los ensayos clínicos,
parecen inferiores a la terapia biológica. La ausencia de datos sobre
progresión radiográfica, la falta de experiencia en su uso y de estudios
comparativos con FAME-c o biológicos provoca que actualmente haya dudas sobre
su lugar en el algoritmo terapéutico de la PsA periférica.
Por otra parte, su perfil
de seguridad es bueno y apoya su utilización en aquellos pacientes en los que,
por la presencia de comorbilidades o antecedentes de infecciones severas, no se
aconseja el uso de otras opciones terapéuticas. Además, puede favorecer la
pérdida de peso (entre 5-10%), aspecto interesante en los pacientes con PsA y sobrepeso/obesidad. (8)
El tratamiento de la AR y
otras artritis inflamatorias se mantiene con el medicamento elegido a la dosis
mínima efectiva, una vez lograda la remisión de la enfermedad, para evitar las
recidivas. (25) Estos pacientes deben ser monitorizados
periódicamente para detectar la posible actividad o progresión de la enfermedad
y las reacciones adversas a los medicamentos. Si la enfermedad está activa, si
se inicia un nuevo tratamiento o no se alcanza el objetivo propuesto, cada 1-3
meses; posteriormente, cada 3-6 meses.
Es importante verificar
la adherencia de los pacientes a la terapéutica prescripta, por el bajo nivel
de cumplimiento por parte de los pacientes. (25)
Dentro de los inhibidores
de la activación de linfocitos T se encuentra el abatacept,
contraindicado en personas con infecciones. (15) Son comunes las
infecciones del tracto respiratorio superior, como reacciones adversas.
Se administra EV a dosis
de 500 mg para personas con menos de 60 kg; 750 mg para personas entre 60-100 kg, y 1000 mg para mayores de 100 kg. (15)
Se inyecta al inicio a 0,2 y 4 semanas, luego cada 4 semanas. También se puede administrar SC a dosis de
125 mg una vez por semana, independientemente del peso.
Avances en Latinoamérica
En América Latina también
se han dado pasos importantes para la actualización del quehacer de los
profesionales dedicados a la reumatología, mediante la participación en
congresos, jornadas, investigaciones y publicaciones, además de la
incorporación de los avances científico-técnicos en la práctica cotidiana. A
continuación, se comentan algunos resultados.
En el año 2015 se celebró
un encuentro en Barranquilla, Colombia, en el cual participaron más de 600
delegados para discutir temas como la actualización de las guías de tratamiento
en la AR y de los cambios fundamentales en que han ocurrido en el diagnóstico y
el tratamiento, (26)
así como con los factores
de riesgo y la incorporación de nuevos métodos diagnósticos por imágenes. Este
es un modo de llevar a la comunidad científica experiencias que deben ser
compartidas.
Existen varios trabajos
publicados por la Asociación Colombiana de Reumatología y la Asociación
Colombiana de Infectología, con temas novedosos y actuales, de gran interés
para los profesionales del gremio, pues aportan información valiosa, entre
ellas una titulada “Anticuerpos monoclonales: desarrollo físico y perspectivas
terapéuticas”, (27) que analiza a profundidad los agentes biológicos
y los resultados de su aplicación en pacientes reumáticos.
Otro país que ha
contribuido en la región de América Latina para divulgar los avances en
reumatología mediante publicaciones científicas es Costa Rica, del que se puede
citar, entre otras, una actualización en artritis reumatoide, que enfrenta
nuevas terapias antagonistas del factor de necrosis tumoral con terapias
futuras inhibidores de la tirosina cinasa. (21) Del mismo modo,
Ecuador también ha contribuido a la divulgación científica en esta
especialidad, por ejemplo, con el trabajo titulado “Avances en la atención de
salud a los pacientes con enfermedades reumáticas”. (14)
Por otra parte, en esta
región de las Américas se han dado importantes pasos en los tratamientos de
algunas enfermedades reumáticas con el empleo de agentes biológicos, como el etanercept, el adalimumab o el infliximab, que por ser los más antiguos ya se cuenta con
mayor experiencia de uso. Además, se introdujo un segundo grupo, entre ellos el
rituximab y el abatacept y
una tercera línea como el tocilizumab, golimumab y certolizumab.
Otro ejemplo de la
aplicación de los adelantos científicos de la reumatología en el contexto de la
América Latina son los proyectos de investigación en Cuba, entre ellos en el
Centro de Ingeniería Molecular (CIM) del país, donde se desarrolló un nuevo
fármaco en ensayos clínicos dirigidos al tratamiento de las enfermedades
autoinmunes sistémicas (EAS), en especial en la AR.
En este contexto se creó
por ese prestigioso centro el Th1, un AcM humanizado
(iItolucimab), obtenido a partir de la modificación
por ingeniería genética de su precursor murino el Th1 (Ior
T1) quimérico, cuya efectividad clínica fue demostrada en pacientes con linfoma
T cutáneo, psoriasis y AR. En el estudio desarrollado durante una década se
identificó como blanco de la terapéutica en la AR al linfocito T, que expresa
el clúster de diferenciación CD6. (28)
Para medir de una forma
más fina y objetiva las discapacidades producidas por la AR, también en Cuba se
adaptó y validó una versión del Health Assessment Questionnaire
(HAQ), el (HAQ-CU), con la finalidad de contar con un instrumento clinimétrico propio, eficaz, sencillo y rápido en su
aplicación, válido y confiable para evaluar evolutivamente los cambios que se
produzcan en el tiempo entre pacientes con AR.
En el Centro Nacional de
Reumatología de Cuba se realizó un estudio fase I/II para evaluar la seguridad
y la eficacia del anticuerpo monoclonal humanizado T1h Anti-CD6 como
monoterapia en pacientes con AR activa, en el que se observó que el efecto del
tratamiento sobre las articulaciones inflamadas fue más marcado que sobre las
articulaciones dolorosas. (28)
En el seguimiento de los
pacientes se comprobó que la mejoría clínica se prolongó hasta al menos 10
semanas después de terminado el tratamiento. Los eventos adversos más
frecuentes fueron fiebre, escalofríos y cefalea; se presentaron con mayor
frecuencia asociados a la primera administración (típicos de una reacción infusional) y se clasificaron, según su intensidad, en
ligeros y moderados. No se observaron signos de inmunosupresión.
Dados los resultados
obtenidos a las 24 semanas de seguimiento, se consideró oportuno realizar un
estudio prospectivo que permitiera evaluar el comportamiento de las variables
clínicas y la capacidad funcional hasta 2 años después de concluido el ensayo
clínico, teniendo en cuenta que a partir de ese momento se establecerían nuevas
estrategias terapéuticas, de acuerdo con el comportamiento clínico. (28) Estas experiencias son compartidas con otros
países de la región.
En Argentina, un estudio
de Fornaro et
al. (10) encontró una sobrevida promedio de la terapia biológica
de aproximadamente 7 años en los pacientes con PsA;
el adalimumab resultó el agente que mostró una
sobrevida mayor. La única variable asociada a menor sobrevida fue la edad de
los pacientes ≥ 55 años. El índice de masa corporal de los pacientes
≥ 30 solamente mostró una tendencia a menor sobrevida.
Una evaluación de
tecnología sanitaria en Argentina encontró que la seguridad y eficacia del tocilizumab, para el tratamiento de la artritis idiopática
juvenil poliarticular, es similar a etanercept, abatacept y adalimumab, además de
estar indicado concomitantemente con metotrexato. (12)
Una revisión consecuente
de autores colombianos (29) revisó la farmacogenómica de etanercept, infliximab, adalimumab y metotrexato en AR. Se identificaron 23
polimorfismos de relevancia clínica en diferentes poblaciones.
El estudio de Bautista-Molano et al. (30)
determinó el perfil epidemiológico de 1 652 pacientes colombianos (promedio de
edad de 58 años y tiempo de evolución de 9 años) con AR, evaluados en una
clínica especializada de atención integral.
Se ha demostrado el valor
terapéutico de alcanzar una rápida y amplia supresión de las vías
proinflamatorias durante la fase precoz de la artritis con el bloqueo de
citoquinas como TNFα o IL-6, lo que lleva a una remisión sustancial en
alrededor de un tercio de los pacientes afectados. (31) Por tanto,
en los últimos tiempos se han logrado grandes avances, no solo en el
tratamiento de las artritis reumáticas, sino en la prevención secundaria y
terciaria, tanto en América Latina como en el resto del mundo.
Conclusiones
Los múltiples progresos
de la Reumatología han reportado beneficios a nivel mundial y en Latinoamérica.
Actualmente, la incorporación de técnicas de la biología molecular e ingeniería
genética ha permitido ampliar el papel terapéutico de los nuevos medicamentos
en las artritis inflamatorias y la modificación de protocolos de actuación.
El uso adecuado de
fármacos modificadores de la enfermedad en las artritis inflamatorias, como los
inhibidores de TNFα y otros inhibidores de citoquinas proinflamatorias y
de linfocitos, ha modificado el pronóstico de estos pacientes y mejorado
sustancialmente su calidad de vida e incluso su supervivencia. Sin embargo, por
las posibles reacciones adversas asociadas a su uso, los pacientes deben evaluarse
clínica y paraclínicamente de forma periódica.
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