Artículo
de Revisión
Comportamiento de la fractura de
cadera en Cuba y su relación con la anatomía articular como factor de riesgo
Hip Fracture Behavior in Cuba and its relationship
with joint anatomy as risk factor
Esp. Sandra Bahr Ulloa1*https://orcid.org/0000-0002-4472-3716
Esp. Ernesto Pérez Triana1
https://orcid.org/0000-0002-6672-4672
Esp. Marena Jordán Padrón1 https://orcid.org/0000-0001-9915-2650
Esp. Susana Pelayo Vázquez2 https://orcid.org/0000-0001-8480-2964
1Universidad
de Ciencias Médicas de Matanzas, Cuba
2Policlínico
Universitario Julio Grave de Peralta. Holguín, Cuba
*Autor para la correspondencia. Correo electrónico: sandrab.mtz@infomed.sld.cu
RESUMEN
La fractura de cadera ha aumentado su incidencia
e investigaciones actuales sugieren que las características de los componentes
estructurales del hueso son uno de los factores de riesgo de padecerla. El
presente estudio sistematiza y actualiza el tema sobre el comportamiento de la
fractura de cadera y su relación con la anatomía articular desde el punto de
vista radiológico. Se realizó una investigación documental, cuyo objeto de
estudio fueron los artículos científicos publicados en las bases de datos
médicas informáticas, como PubMed, EBSCO y SciELO. En todas las regiones del
país se identifica un aumento sutil en su incidencia. Los estudios sobre las
características estructurales del hueso, tanto en su configuración interna como
externa, demuestran que existe una asociación entre las dimensiones y la
ocurrencia de esta enfermedad. Existen abundantes estudios en Cuba sobre el
comportamiento de la fractura de cadera, pero muy pocos abordan su relación con
la estructura anatómica de los huesos.
Palabras clave: fractura
de cadera, parámetros radiográficos, anatomía de la cadera.
ABSTRACT
Hip fracture has increased its incidence, and current researchs suggest that the characteristics of the
structural components of the bone are one of its risk factors. The present
study systematizes and updates the topic of hip fracture behaviour
and its relationship with joint anatomy from a radiological point of view. A
documentary research was carried out, which object of study were scientific
articles published in computerized medical databases like PubMed, EBSCO and SciELO. A subtle increase in its incidence is identified in
all regions of the country. Studies on the structural characteristics of the bone,
both in its internal and external configuration, show that there is an
association between dimensions and occurrence of this disease. There are several
studies in Cuba on the behavior of hip fracture, but very few address its
relationship with the anatomical structure of the bones.
Key words: hip fracture, radiographic parameters, anatomy of the
hip.
Recibido: 04/10/2019.
Aprobado: 10/12/2019.
Introducción
El aumento de la esperanza de vida es una de las
mayores conquistas de la humanidad a lo largo de la historia. La evolución de
la Medicina hacia la prevención de enfermedades ha permitido estos resultados y
una de sus consecuencias es, lógicamente, el envejecimiento poblacional.
Para 2050 la población mundial de las personas
mayores de 65 años llegará a ser de 1 555 millones.(1)
Este incremento progresivo de la edad ha determinado un aumento en la
incidencia de las enfermedades crónicas no transmisibles y de las enfermedades
propias de la edad avanzada.
El envejecimiento trae la disminución de las
capacidades del organismo de forma natural. Se pierde la efectividad de
sentidos como la visión, el oído y el equilibrio, así como la rapidez en las
respuestas motoras, situaciones que conllevan al aumento del riesgo de caídas.
Se postula que la tasa promedio anual de caídas va de 15 a 28% en adultos
mayores sanos entre 60 y 75 años y esta cifra aumenta a 35% sobre los 75 años. Estudios
recientes en Cuba plantean que el 87,5% de las fracturas de cadera tienen como
causa principal las caídas accidentales, predominante en la vivienda, por lo
que constituyen un importante problema de salud en la tercera edad.
Con el envejecimiento también sufre deterioro la
masa ósea. El hueso es un órgano dinámico que exhibe una adaptación a los
cambios bioquímicos y biomecánicos de su ambiente, y sufre cambios metabólicos
que afectan su equilibrio mineral. La fortaleza mecánica de un objeto está
relacionada con las propiedades del material, su geometría y las condiciones de
carga del mismo. Estas reglas físicas básicas se
aplican también a la anatomía. La sobrecarga en la epífisis proximal del fémur
genera fuerzas deformantes que, junto a la pérdida de la masa ósea, resultan en
fracturas.
La fractura de cadera es considerada como la
epidemia del siglo XXI y se estima que unos 6,3 millones de pacientes la sufrirán
en 2050.(2) En los adultos
mayores, las caídas desde la posición ortostática son las responsables de casi
el 90% de las fracturas de cadera, y la edad promedio oscila entre los 65 y 70
años, según el género. En los pacientes jóvenes la incidencia de este tipo de fractura
es baja y generalmente está asociada a traumas de alta energía.
Las dificultades del examen
directo de la articulación de la cadera confieren una gran importancia a la
exploración imagenológica. Esta permite el diagnóstico definitivo y su
clasificación, datos necesarios para la elección del tratamiento tanto médico
como quirúrgico.(3) Numerosas investigaciones han demostrado, a
través del análisis de parámetros radiográficos, la independencia de estas
medidas articulares de los valores de la densidad ósea y las escalas clínicas
de riesgo de padecer fractura.(4) Estudios prospectivos realizados
en los últimos 5 años confirman el carácter predictivo de estas variables para
la ocurrencia de fractura de cadera.(5)
Los autores consideran que el
conocimiento de las características anatómicas de esta región es imprescindible
para entender los mecanismos de producción de las fracturas y diseñar acciones
para su prevención. El objetivo de este trabajo es sistematizar y actualizar el
tema sobre el comportamiento de la fractura de cadera y su relación con la
anatomía radiológica articular como factor de riesgo.
Desarrollo
Diseño
metodológico
Se realizó una investigación
documental en la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas, Cuba, cuyo objeto
de estudio fueron los textos clásicos de Anatomía Humana, Ortopedia y
Traumatología, Radiología y artículos científicos publicados en las bases de
datos en línea, hasta octubre de 2019, en español e inglés, que abordaron
aspectos referentes a la fractura de cadera como patología y a la relación
entre el tipo de fractura y las características de la anatomía de la cadera.
En SciELO Regional
(http://www.scielo.org/php/index.php?lang=es), con el descriptor "fractura
de cadera", se encontraron 128 referencias que, filtradas a partir de los
últimos 5 años, determinaron 50 artículos.
En EBSCO (https://www.ebscohost.com),
con "fractura de cadera" se encontraron 253 referencias, de estas 165
en los últimos 5 años que, al ser filtradas a las que poseen texto completo,
resultaron 100 artículos; y con el descriptor en inglés hip fracture se
encontraron 17 525 referencias, que al ser filtradas en los últimos 5 años a
texto completo se obtuvieron 2 644 artículos. Al combinar este resultado con el
descriptor hip geometry, utilizando el booleano
and, resultaron 20 artículos al ampliar los años límites. Con el descriptor proximal
femoral geometry se obtuvieron 74 artículos, de
ellos 21 a texto completo.
En PubMed (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed),
con el descriptor "hip fracture", se encontraron 17 554 referencias
que, al combinarlo con proximal femoral geometry con
el booleano and, resultaron 49 artículos.
Se recogieron los artículos y se
combinaron en el gestor bibliográfico Endnote, se
descartaron los duplicados y se completaron 84 artículos. De estos fueron
elegidos los que mejor relación tenían al tema. Se
dividieron entre los investigadores y fueron seleccionados 37 artículos referenciados
en este trabajo.
Para ello se emplearon métodos
teóricos: histórico-lógico, análisis-síntesis e inducción-deducción para los
referentes teóricos del tema, la interpretación de la revisión documental y la
progresión de la información en los artículos, de modo que se pudieran extraer
las regularidades halladas en la información, para conformar el criterio de los
autores acerca del estudio realizado por diferentes investigadores sobre el
tema. Dentro de los métodos empíricos se realizó el análisis de artículos
científicos afines al tema de varios autores, tanto cubanos como
internacionales.
Fractura
de cadera
Con el término genérico fractura de cadera se
describen las fracturas que se producen en la extremidad proximal del fémur.(1) La tasa de incidencia de esta
fractura en el mundo ha ido en aumento, pero este no ha sido uniforme a lo
largo de las últimas décadas. En la mayoría de los países desarrollados se
observa una tendencia al aumento de la incidencia en la segunda mitad del siglo
XX, que alcanza hasta la última década, en la que parece haberse iniciado una
estabilización o incluso un descenso.(6)
En contraste a estos, los datos de Asia siguen en ascenso, pues estudios
estiman hasta un incremento del 240% de su incidencia para el 2050.(7)
Solo en la comunidad europea, aproximadamente 500
000 personas padecen de fractura de cadera cada año.(8)
En estos países su frecuencia aumenta con la edad hasta llegar a duplicarse
para cada década a partir de los 50 años.
En estudios realizados en Latinoamérica, la
incidencia de fractura de cadera varía de 40 a 360 pacientes por cada 100 000
habitantes. En Argentina la incidencia, tanto en hombres como en mujeres mayores
de 50 años, oscila entre 78 a 64, es decir, 167 a 362 por cada 100 000
habitantes, respectivamente, con un promedio entre ambos de 488 por cada 100
000 habitantes.(9)
En Cuba, anualmente ocurren unas 12 000 fracturas
de cadera, cifra que aumenta año tras año y constituye un desafío importante
para el sistema de salud.(10) El
90% de las fracturas de cadera ocurre en mayores de 50 años, de las cuales el
80% son mujeres y son más frecuentes a partir de los 80 años. La mayoría de
estas ocurre tras una caída desde la posición de pie, aunque en menos casos la
caída ocurre después de la fractura espontánea.(11)
En Camagüey se estudiaron 201 pacientes
diagnosticados por fractura de la cadera y tratados mediante cirugía en el
Hospital Universitario Manuel Ascunce Domenech. Se
encontró una razón de 2,4 a 1 entre pacientes del sexo femenino en relación con
el masculino. En el 91% de los enfermos la cirugía se realizó antes de las 24 horas.(12) En Santiago de Cuba se han realizado varias investigaciones en este
campo. En 2012 se publicó un análisis de pacientes ingresados en el servicio de
Ortopedia y Traumatología del Hospital Clínico-Quirúrgico y en este las
fracturas de cadera resultaron ser más frecuentes en el sexo femenino y en el
grupo de edad entre 80 y 89 años.(13)
Una descripción de las características
clínicoepidemiológicas de la fractura de cadera en la provincia de Matanzas la
proporcionó un estudio realizado por Amigo y col. en 2012. Se realizó un
estudio retrospectivo con todos los pacientes operados de fractura de cadera,
que ingresaron en el servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital
Provincial José Ramón López Tabrane, desde enero de 2008
hasta diciembre de 2009. Este estudio contó con 400 pacientes operados de
fractura de cadera. Se encontró un amplio predominio de las fracturas
extracapsulares de 69% frente a las intracapsulares de 31%. La mayoría eran mujeres
63%, con una edad promedio de 77,7 ± 12,2 años y predominó el grupo de edades
comprendidas entre 80 y 89.(14)
Por otra parte, en Ciego de Ávila se realizó un
análisis retrospectivo de todos los pacientes operados de fractura de cadera, en
el Hospital General Provincial Docente Roberto Rodríguez Fernández, de Morón,
desde enero de 1991 hasta enero de 1999. La muestra de estudio quedó constituida
por 788 pacientes. Entre otras variables clínicas analizadas, para caracterizar
la incidencia de esta fractura durante esa década, predominó el sexo femenino, con
54,4% del total.(15)
Otro estudio de características similares fue el
realizado por Perera y col. en Sancti Spíritus. Se efectuó un estudio
retrospectivo de la incidencia de la fractura de cadera en esa provincia en el
decenio de 1990 a 1999. Se revisaron un total de 1 730 historias clínicas de
todos los pacientes que fueron atendidos por esta lesión en los servicios de
Ortopedia y Traumatología en dicho período; los más afectados fueron el grupo
de más de 65 años, especialmente el sexo femenino, con el 63,6%, representado
por 1 100 pacientes del total.(16)
El predominio del sexo femenino en fractura de
cadera es un resultado muy bien documentado por numerosos estudios y el
comportamiento de la fractura de cadera en las distintas regiones del país
coincide con lo descrito en la literatura médica y en las publicaciones
internacionales. Entre las causas que propician la mayor frecuencia en el sexo
femenino están el menor volumen óseo y menor masa muscular que presenta este
género. No obstante, la disminución en la producción de estrógenos, a partir
del período menopáusico, es el principal responsable de este comportamiento
demográfico. Este hecho provoca la pérdida de masa ósea por osteoporosis y, por
tanto, el debilitamiento de la fortaleza ósea, lo que hace a las mujeres más
susceptibles de padecer de fracturas patológicas.
Por otro lado, en el país se han publicado otros estudios
que analizan el riesgo de morir y la mortalidad en relación con la fractura de
cadera como causa básica. Un trabajo realizado en el Servicio de Ortopedia del
Hospital Provincial General Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, durante julio
de 2004 y diciembre de 2009, permitió caracterizar los 172 pacientes con
fractura de cadera que recibieron tratamiento quirúrgico. La edad media fue de
70 años y la mediana de 71, con una moda de 70 y una desviación estándar de
3,92. En el análisis univariado de los factores dependientes, la edad > 71
años cuadriplicó el riesgo de morir; sin embargo, no existieron diferencias
estadísticamente significativas entre sexos.(17)
En un estudio prospectivo, realizado en el
Hospital Universitario Dr. Gustavo Aldereguía Lima,
de Cienfuegos, en el período enero-diciembre de 2014, Suárez y col.
caracterizaron los pacientes desde el momento de la fractura hasta un año
después de ocurrida esta. Plantean que la mortalidad
aumenta en los 6 a 12 meses posteriores a su ocurrencia.
En el paciente de edad avanzada la tasa de mortalidad oscila entre 14 y
36% un año después de la fractura y se asocia con enfermedad sistémica
precedente, la edad, el sexo y la institucionalización.(18)
En la provincia de Matanzas se ha observado un
incremento de la mortalidad por fractura de cadera a partir del año 2000. Se
realizó un estudio descriptivo de 609 fallecidos por fractura de cadera como
causa básica desde el año 2001 al 2007. Se evidenció ligero incremento del promedio
de años de vida vividos por fallecido y una reducción del promedio de años de
vida perdidos por fallecido. Se observó un ascenso del índice muerte-caso a
partir del año 2005, mientras la tasa de mortalidad se elevó a partir del año
2003. El municipio de mayor tasa fue Unión de Reyes, con 19,5, y el menor,
Ciénaga de Zapata, con 6,4; en tanto las mujeres ostentaron la mayor tasa de
mortalidad, con 16,4.(19)
Los costes del ingreso y
tratamiento hospitalario de las personas con fracturas de cadera son conocidos
por las autoridades sanitarias. Sin embargo, a estos costes
económico-sanitarios se suman los generados en el entorno del paciente y, sobre
todo, los gastos no cuantitativos derivados del cambio en el estilo de vida y
la pérdida de productividad que producen las fracturas por fragilidad, tanto
para los pacientes, como para sus familiares.(20,21)
En Cuba los investigadores también han presentado su punto de vista en este
tema, como son los trabajos de Rodríguez, en La Habana, y Suárez, en Cienfuegos.(18
,22)
Los resultados de las estadísticas cubanas y de
otras investigaciones reflejan el comportamiento descrito en la literatura
clásica. La aparición de la fractura de cadera como entidad nosológica está en
relación con sus causas. La disminución de las capacidades funcionales que
aparecen con la edad y las caídas como sus consecuencias, sumadas a la
aparición de la osteoporosis, determinan que la tercera edad presente los
mayores porcentajes de pacientes fracturados. (23)
Numerosas publicaciones se han realizado en Cuba
en los últimos años, no obstante, el tema tiene muchas aristas desde donde
enfocar las investigaciones.
Los autores consideran que el estudio de los
factores de riesgo y su relación con la dolencia son necesarios para actuar
adecuadamente en su prevención y el conocimiento de las últimas tendencias
permite adecuar y diseñar intervenciones que se conviertan en acciones para
contribuir a evitar su ocurrencia.
Factores
de riesgo de la fractura de cadera
Al analizar la disposición anatómica de las
estructuras de la articulación de la cadera, los dos componentes de su
fortaleza son la densidad mineral ósea y la anatomía del hueso. La gran mayoría
de los factores de riesgo que se describen tienen como base la influencia que
ejercen sobre la densidad ósea, ya sea directa o indirectamente.
Son numerosos los factores de riesgo para la
ocurrencia de fractura de cadera. Entre ellos se citan como más influyentes la
edad avanzada y el sexo femenino. La presencia de osteoporosis es otro de los
factores que más relación establece entre el valor de la densidad ósea y la
presencia de esta enfermedad. Estas tres características influyen directamente
sobre la fortaleza de la estructura ósea y el deterioro del equilibrio de
fuerzas que mantiene la estabilidad de la articulación.
La raza blanca, el consumo de tabaco, el
alcoholismo, el antecedente de fractura previa y la historia de concentraciones
séricas bajas de estrógenos son otros de los factores de riesgo. Nuevos estudios
sugieren que también los pacientes que padecen diabetes mellitus tipo 2 tienen
un riesgo aumentado de fractura, debido a la reducción de la fortaleza ósea
detectada por densitometría,(24)
al igual que sucede con la insuficiencia renal crónica.(25)
Por otra parte, la anatomía de la cadera y su
relación con la presencia de fractura es poco conocida entre los especialistas,
aunque su estudio no es reciente. Las dimensiones del ángulo cervicodiafisiario, la longitud del cuello femoral y del
eje de la cadera y el ancho del acetábulo son algunos de los factores que
influyen en la presencia de fractura de cadera o no.
En contraste y como parte de los estudios de
antropometría de la cadera, publicaciones recientes plantean que la obesidad es
un factor protector frente al riesgo de fractura por fragilidad.
Se ha comprobado que su ocurrencia aumenta 7,4%
por cada unidad decreciente del índice de masa corporal.(26)
La anatomía proximal del fémur y la del acetábulo
no han sido estudiadas suficientemente en la literatura, y en el país no se ha
encontrado estudios previos que trabajen la descripción anatómica en la
fractura de cadera. El trabajo en esta área se hace necesario para la
contribución al conocimiento y el uso óptimo de la tecnología digital que hoy
se pone en las manos de los especialistas.
Anatomía
radiográfica de la cadera
Las características antropométricas de la
articulación de la cadera han sido estudiadas y se han encontrado parámetros de
la anatomía de esta articulación asociados a un incremento del riesgo de
fractura. Han sido utilizados diversos medios diagnósticos para estos estudios.(27)
La densitometría ósea ha sido usada desde los
primeros reportes de mediciones de la anatomía de la cadera y aún hoy reporta
la mayoría de los resultados investigativos.(28) La tomografía axial
computarizada y la resonancia magnética nuclear han sido también herramientas
empleadas; sin embargo, en muchos países la radiografía simple es el medio
diagnóstico más cercano al trabajo diario de los servicios de salud, por tanto,
son numerosas las investigaciones que reportan resultados sobre estas imágenes.(29,30)
De los parámetros radiográficos más usados, el
ángulo cervicodiafisario (ACD) es el más frecuente en la descripción de la
anatomía proximal del fémur, presente en todas las investigaciones revisadas.
El papel que desempeña su amplitud en la biomecánica es esencial para entender
la fisiopatología de la fractura. La inmensa mayoría de los trabajos publicados
plantean una relación directamente proporcional entre el aumento de su
dimensión y el riesgo de fractura de cadera.(4,5,31)
La mayoría de los trabajos que analizan la
anatomía articular utilizan además otras medidas del cuello femoral, como su
longitud y su ancho. La distancia que forman el cuello junto a la cabeza
femoral, al que se denomina eje femoral, y la longitud del eje de la cadera son
también parámetros frecuentes. Este último incluye medidas de la pelvis.
Las medidas acetabulares como el ancho y la
profundidad también son objetivo del estudio de la estructura de esta articulación.(32) (fig.1)
Ángulo
cervicodiafisario----- ACD
Largo
del cuello femoral ------CD
Ancho
del cuello femoral-------HI
Longitud
del eje femoral -------BE
Longitud
del eje de la cadera -AE
Ancho
acetabular ----------------FG
Profundidad
acetabular --------AC
Fig. 1. Parámetros radiográficos de la articulación de la cadera
Con respecto a las medidas de la anatomía
radiográfica de la cadera, en particular el ángulo cervicodiafisario,
la gran mayoría de las publicaciones, tanto clásicas como actuales, presentan
como resultado la amplitud del ACD mayor en los grupos de pacientes con fracturas.(4,5) Estos valores de la
medida en particular presenta una contradicción interesante entre la teoría y
la medicina basada en la evidencia. En la literatura básica de referencia, para
la formación en las especialidades de Anatomía Humana y de Ortopedia y
Traumatología, se plantea como concepto que las dimensiones del ACD claramente
por debajo de los valores normales determinan la estructura de una coxa vara.
Estos autores afirman además que esta característica es propia del sexo
femenino.
Autores clásicos plantean que la tendencia al
varismo es propia de la mujer, dadas las características antropológicas de la
pelvis, relacionada con una forma predominantemente ginoide por la disposición
y la amplitud en función de la gestación y el parto.(31) Autores
cubanos plantean que, además de las características de la densidad ósea
provocada por la osteoporosis, la tendencia al varismo de las caderas de la
mujer es el otro de los factores que predispone a este género a la fractura de
cadera.(33)
A pesar de
esta lógica, la evidencia proporcionada por las investigaciones que asocian de
manera directa los resultados de las mediciones de este ángulo con la presencia
de fractura de cadera demuestran que la tendencia a su aumento en grados tiende
a acrecentar el riesgo de fractura.(31)
Otras variables estudiadas con frecuencia son las
dimensiones del cuello femoral. Tanto el largo como el grosor del cuello son
medidas que se analizan desde las primeras publicaciones. Son varios los
estudios que recogen hallazgos significativos de correlación entre una mayor
longitud del cuello femoral y riesgo de fractura de cadera.
La longitud del eje de la cadera es la otra
medición de la articulación más analizada por los investigadores que se dedican
a este tema. Esta medida de carácter femoral y acetabular primero mostró la
relación con la presencia de fractura de cadera. Son numerosos los trabajos que
reportan relación estadística entre valores más altos de la longitud del eje de
la cadera en los pacientes fracturados que en el grupo control,(5,28)
además de la independencia de esta medida de los valores de la densidad ósea y
las escalas clínicas de riesgo de padecer fractura.(4,27)
Por otra parte, las dimensiones acetabulares no
han sido tan estudiadas. En algunos casos se miden parámetros, como el ancho y
profundidad acetabular, así como el nivel de cobertura de este a la cabeza
femoral, con el interés de determinar asociaciones entre dimensiones
propiamente articulares y la fractura de cadera.(32,34)
Al analizar estas características en los
pacientes con fractura de cadera, el ancho acetabular presenta menores
dimensiones. Existen características anatómicas que explican estos fenómenos.
El acetábulo, agrandado por el grosor del labro, abarca poco más de una
hemiesfera. La cabeza femoral, engastada en este, se mantiene en posición
gracias al labro y a la presión atmosférica que asegura la adaptación de las
superficies articulares. Una cobertura acetabular amplia garantiza la
estabilidad de la articulación y su resistencia a perder la relación anatómica.(35)
La utilización de estos parámetros para el
análisis de las imágenes digitales obtenidas de los pacientes que acuden a la
asistencia hospitalaria ofrece un valor agregado al uso que la radiografía
tiene como examen complementario.(36)
El trabajo con las herramientas digitales permite un mejor uso de los recursos
materiales dispuestos para el trabajo hospitalario.
En Cuba, el equipo de Álvarez- Cambras en 1996
realizó una caracterización de los valores de densitometría ósea y la
predicción de riesgo de padecer fractura de cadera. Se concluyó que la magnitud
de la densidad ósea es un índice que permite diferenciar el grupo analizado y
el grupo control, por lo que sirve para monitorear el riesgo de fractura de la
cadera y anticiparse actuando en la prevención.(33)
Son múltiples los esfuerzos de las instituciones
del país por mejorar la percepción del riesgo de padecer fractura de cadera.
Una avanzada la tiene el equipo multidisciplinario que lidera el Dr. Amigo Castañeda
en la provincia de Matanzas, quienes han creado un sitio web de fractura de
cadera donde visualizan todo el trabajo que se realiza, tanto en la atención
primaria como en la hospitalaria, además de acumular numerosas publicaciones
sobre este tema a lo largo de varias décadas.(37)
La anatomía proximal del fémur y la del acetábulo
todavía no ha sido estudiada con todo detalle en la literatura, y en el país no
se han encontrado estudios previos que trabajen estas variantes de descripción
anatómica en la fractura de cadera. Al diseñarse investigaciones en este campo,
estas se enfocan generalmente en la descripción epidemiológica de su ocurrencia,
por lo que el trabajo en esta área se hace necesario para la contribución al
conocimiento y el uso óptimo de la tecnología digital que hoy se pone en las
manos de los especialistas. En opinión de los autores el mismo debe motivar el
diseño de acciones de promoción y prevención de ocurrencia de la fractura de
cadera.
Conclusiones
La
fractura de cadera incrementa su incidencia en el mundo y en particular en
Cuba, asociada al aumento de la esperanza de vida y al envejecimiento
poblacional. El comportamiento de su incidencia y sus características en Cuba
es similar a las estadísticas en el mundo.
El
conocimiento de los factores de riesgo y en particular la novedad sobre la influencia
de la estructura anatómica y sus características funcionales permiten entender
la relación de sus dimensiones con el riesgo de padecer de fractura. Esto
provee a los profesionales de la salud de una base sólida para la comprensión
de los mecanismos de su ocurrencia y el diseño de futuras acciones de
intervención para su prevención y tratamiento.
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