Artículo
original
Intervención
psicoterapéutica en adolescentes con trastornos disociales
Psychotherapeutic intervention in teenagers with dissociative disorders
Esp. Damaris
González Martínez1*https://orcid.org/0000-0002-9163-5022
Esp. Edeltes Cuenca Doimeadiós1 https://orcid.org/0000-0002-6483-6160
Esp. Teresita
de Jesús Hidalgo Rodríguez1 https://orcid.org/0000
-0002-7712-7451
1Hospital
Pediátrico Provincial Docente Octavio de
*Autor para la correspondencia. Correo
electrónico: damicelishl@infomed.sld.cu
RESUMEN
Introducción:
los trastornos disociales constituyen un problema serio entre la
infancia y la adolescencia, con posibles complicaciones psiquiátricas y legales,
si no se tratan adecuadamente. La psicoterapia
es una modalidad de tratamiento psicológico que favorece la disminución de
síntomas y comportamientos en estos pacientes.
Objetivo:
disminuir la co-morbilidad de los adolescentes con trastorno disocial.
Método:
se realizó estudio de investigación-acción participativa en la escuela de conducta
Luis Escalona Moles, municipio de Holguín, Cuba, durante el período enero -
junio del 2017. La muestra estuvo constituida por 13 adolescentes, escogidos de
forma aleatoria. Las variables
estudiadas fueron: edad, sexo, escolaridad, área de salud, co-morbilidad,
clasificación del diagnóstico según edad de inicio y gravedad de los síntomas. Se
diseñó y aplicó intervención psicoterapéutica a pacientes, a través de técnicas
de análisis cualitativas, con objetivos propuestos en cada una de las intervenciones.
Resultados:
predominaron los adolescentes entre 14 y 15 años (46,1%), del sexo masculino
(69,2%). La mayoría cursaba el 9no. grado y pertenecían al municipio de
Holguín. El 100% de los menores tenían comorbilidad, con mayor frecuencia el
trastorno por déficit de atención (46,2%), los síntomas leves fueron los más
significativos (53,8%) y el inicio de estos en la adolescencia (61,5%).
Se
lograron los objetivos en cada
una de las sesiones psicoterapéuticas,
con modificación de actitudes y pensamientos, mayor adecuación de su conducta y
disminución de la co- morbilidad,
además de un
impacto positivo en padres y profesores.
Conclusiones: la intervención aplicada se consideró
efectiva, porque proporcionó una
mayor adaptación social de estos menores y disminución de co-morbilidad.
Palabras
claves: trastorno disocial, adolescente, psicoterapia.
ABSTRACT
Introduction: dissociative
disorders are becoming a
serious problem between childhood and adolescence, with possible psychiatric
and legal complications, if not treated properly. Psychotherapy is a psychological
treatment that favors the decrease of symptoms and the behaviors in these
patients.
Objective: reduce co-morbidity of teenagers with dissociative disorders.
Method: a participatory action research study was
conducted at
Results: the predominant age group was adolescents between
14 and 15 years of age (46.1%), and males (69.2%). Most of them were in the 9th
grade and belonged to the
Conclusions: the intervention applied was considered effective
because it provided a greater social adjustment for these children and
decreased co-morbidity.
Key words: dissociative disorders, adolescent, psychotherapy.
Recibido: 28/03/2019.
Aprobado: 06/11/2019.
Introducción
Los
llamados trastornos disociales, antes trastornos de conducta, están adquiriendo
en el mundo occidental un carácter de epidemia, problema serio entre la
infancia y la adolescencia. Los niños y jóvenes con trastornos disociales
tienen como característica esencial un patrón de compartimiento persistente y
repetitivo en el que se violan los derechos básicos de los otros o importantes
normas sociales adecuadas a la edad del sujeto.
A
partir de los años 80, la denominación “Trastorno de Conducta” es adoptada por
En
la etiología de estos comportamientos
están asociados factores neuro-biológicos, neuro-anatómicos , neuro-químicos,
hormonales y genéticos ,pero es evidente que no solo estos factores provocan la
aparición del trastorno, pues la interacción familiar violenta y el maltrato
físico durante la infancia forman parte de la historia personal de estos
pacientes, la mayoría hijos de familias desestructuradas, de privación emocional
desde edades tempranas, víctimas de
abuso físico y sexual, expuestos a bajo nivel socioeconómico y con
carencias de supervisión. (2,3)
Asociado
a todos estos factores y con gran influencia, están los cambios sociales, que
exacerban, rodean y agobian las
relaciones parentales tempranas, responsables del origen de conductas
erráticas. Existe además un incremento de costumbres ambiguas y discordantes,
derivadas de la modernización, industrialización, la movilidad, urbanización,
inmigración, nueva tecnología e inseguridad en el futuro, que erosionan los
valores tradicionales de la sociedad.
Cuba
no está exenta de esta problemática y en las últimas décadas ha tenido un
incremento de niños y jóvenes con estos trastornos. En la provincia se cuenta
con una institución en la cual ingresan niños y adolescentes provenientes de
los diferentes municipios, que cursan desde 1ro. a 9no grados., escuela que
cada día perfecciona su trabajo con carácter renovador y gran sensibilidad
humana y enriquece las labores educativas de forma integradora.
En
la búsqueda de cómo tratar a los adolescentes con trastorno disocial aparecen
numerosos estudios sobre la terapia multisistémica o
tratamiento multimodal, la cual
se basa en intervenciones
cognitivas-conductuales y parte de la
concepción de que los seres humanos tienen imágenes y pensamientos (cognición),
afectos y sensaciones (afectividad), sobre una base somática
(biológico) y conductual en contextos interpersonales (familia, escuela).
(4,5)
Esta
terapia está dirigida a mejorar su autoimagen negativa, su autoestima, la depresión y ansiedad que los
conllevan a la autodestrucción, se les
ayuda a la resolución de problemas y al autocontrol frente a la
impulsividad, al entrenamiento frente a
la escasa responsabilidad y a la falta de conciencia de los sentimientos de los
otros, se modelan problemas relacionales entrenándolos en alternativas de su solución;
se facilita la identificación de sentimientos y se les enseña a regular su
expresión, se trabaja en reducir la conducta antisocial, para que se adapten mejor
a la sociedad, pero además se trata de disminuir la co-morbilidad que ensombrece el pronóstico de este cuadro.
(6)
Como parte del equipo multidisciplinario que
elabora en esta escuela sin que barreras psicológicas como el escepticismo nos
invadan, sentimos la necesidad de buscar estrategias de ayuda hacia estos
pacientes, que no solo incluyera tratamiento farmacológicos, partiendo del
carácter heterogéneo, tanto de la etiología como de las manifestaciones
clínicas, nos motivamos a implementar una estrategia psicoterapéutica a
pacientes con el objetivo de disminuir síntomas y establecer en mayor o menor
grado modificaciones de comportamiento inadecuados, al mejorar la adaptabilidad
y la co-morbilidad en esos pacientes.
Objetivo general: Lograr mayor adaptación social de los adolescentes con
trastorno disocial.
Método
Se
realizó un estudio de investigación - acción participativa, con metodología cuanti-cualitativa en el período de enero – junio 2017, con
el objetivo de lograr la adaptación social de los adolescentes con trastornos
disociales, para lo cual se diseñó, validó y aplicó una
intervención psicoterapéutica dirigida a ellos en la escuela de
conducta provincial Luis Escalona,
perteneciente a la policlínica Rene Ávila, del municipio de Holguín, provincia de
Holguín, Cuba. El universo estuvo formado por 51 alumnos matriculados de primer
a noveno grados. La muestra se redujo a 13 adolescentes que cumplieron los
siguientes requisitos: edad entre 10-15 años, grado de escolaridad, sexo e
intensidad de las manifestaciones clínicas independientes y consentimiento
informado para participar en la intervención.
Las
variables estudiadas fueron: edad, sexo, escolaridad, área de salud,
co-morbilidad, clasificación del diagnóstico según edad de inicio y gravedad de
los síntomas; los métodos empleados fueron: metodología investigativa, método
teóricos, hermenéutico y el empírico, con enfoque de observación participante
que contiene la experiencia y la actividad médico-educativa del autor,
Introducción parcial de los resultados con validación, fundamentalmente
cualitativa, criterio de expertos para determinar la factibilidad de la
estrategia y criterio de la comunidad médica como auxiliar del anterior.
A través
de una planilla de recogida y vaciamiento de datos se caracterizó la muestra
(objetivo No. 1), se realizó la clasificación del diagnóstico de trastorno
disocial (objetivo No. 2), según
criterios del Manual Diagnóstico y
Estadística de los Trastornos Mentales, en su cuarta edición, (7) para lo que
se revisaron las historias clínicas, los expedientes acumulativos
escolares de cada adolescente, examen psiquiátrico y caracterización
psicopedagógica, que se clasificaron
En función de la edad de comienzo:
- Tipo de inicio infantil: se
inicia por lo menos una de las características del trastorno disocial
antes de los diez años de edad.
- Tipo de inicio adolescente:
se inicia por lo menos una de las características del trastorno disocial
después de los diez años de edad.
Según niveles de gravedad:
- Leve: pocos problemas de
conducta. Presentan los requisitos mínimos para ser diagnosticados y los
daños que causa son relativamente pequeños (mentiras, fugas escolares,
permanencia sin permiso en la calle por la noche).
- Moderado: el comportamiento
y su efecto sobre los demás es de leve a severo, hay hurto sin afrontar o
dañar físicamente a las víctimas.
- Severo: múltiples problemas
de conducta causan daños de consideración a otros (sexo forzado, crueldad
física, uso de armas, robo con fuerza, robo con violencia).
Para
identificar la co-morbilidad de los pacientes con
trastornos disociales (objetivo No. 3) se realizó un examen psiquiátrico
detallado a cada uno de los adolescentes, revisión de sus historias clínicas,
así como la caracterización realizada por sus profesores. Además, se aplicó el
Test de Kddie-Sad lifetime versión (Anexo 1), que
consiste en una entrevista diagnóstica semi-estructurada, basada en criterios
del DSM IV (7), para determinar el trastorno por déficit de atención
(TDA).
También
se utilizó, para la detección de los trastornos depresivos, la escala
autoevaluativa de depresión infanto juvenil (anexo 2),
diseñada y avalada por comisión de expertos en la provincia de Santiago de
Cuba, la que se utiliza a nivel nacional en todas las clínicas de salud mental
para la atención a la edad infanto juvenil. (8)
Trastornos de co-morbilidad (variable
cualitativa, nominal, politómica): cuando el paciente presentó alguna afección
como enfermedad (no como síntoma aislado), asociada al trastorno disocial.
Los trastornos de co-morbilidad que se
tuvieron en cuenta fueron: trastornos depresivos, trastornos del sueño,
trastornos de somatización y trastornos por déficit de atención.
En
el objetivo 4 se diseñó, validó y aplicó la intervención psicoterapéutica dirigida
a pacientes con un enfoque cognitivo -
conductual.
La
estrategia de intervención estuvo dirigida a los elementos que centran su
diagnóstico:
- Poco
control de los impulsos.
- Baja
tolerancia a las frustraciones
- Dificultades
en las relaciones interpersonales
- Agresividad
e irritabilidad.
- Dificultades
para resolver los problemas adecuadamente.
- Poco
control de la ira.
- Dificultades
en identificar comportamientos que propician el incumplimiento de normas
sociales.
- Baja
autoestima, autovaloración negativa.
- Depresión.
Después
de concebida la intervención, se reunió a un grupo de expertos para su
valoración y luego fue aplicada. Los adolescentes seleccionados se incorporaron
a grupos de psicoterapia cerrada, que se realizaron cada 15 días, teniendo en
cuenta los objetivos trazados para cada intervención, por un período de cinco
meses. Esta terapia siempre fue realizada en la escuela, en un local con las
condiciones creadas para realizarla y favorecer la participación.
Concluida
la aplicación de la intervención, como método terapéutico y para evaluar su
eficacia, se realizaron:
-Nueva
evaluación psiquiátrica.
-Re-evaluación
psicopedagógica.
-Entrevistas
a los padres para conocer el comportamiento de los adolescentes en el hogar.
En
cada sesión se utilizaron técnicas cualitativas de presentación y de análisis (9),
de acuerdo con los objetivos propuestos,
y se describieron los resultados obtenidos durante el desarrollo de cada
intervención.
En
caso de los adolescentes en los que se diagnosticó inicialmente, durante el
examen psiquiátrico y la aplicación de escala, trastornos depresivos se volvió
a aplicar la escala autovaluativa de depresión infanto juvenil.
La
información se procesó mediante el sistema de procesamiento estadístico
profesional. Los resultados se expresaron en porcientos y se expusieron en
tablas para la interpretación de los datos arrojados durante el desarrollo de
la investigación.
Resultados
Al analizar los
adolescentes objeto de estudio (tabla I), se observó que predominaron los del sexo masculino, el grupo
etáreo de
Tabla I. Distribución de los adolescentes con trastornos
disociales, según edad, sexo, escolaridad y área de salud
Edad (años) |
n |
% |
|
3 |
23,1 |
|
4 |
30,8 |
|
6 |
46,1 |
Sexo |
||
Femenino |
4 |
30,8 |
Masculino |
9 |
69,2 |
Escolaridad |
|
|
7mo |
3 |
23,1 |
8vo |
4 |
30,8 |
9no |
6 |
46,2 |
Procedencia |
||
Holguín |
11 |
84,6 |
Báguanos |
1 |
7,7 |
Mayarí |
1 |
7,7 |
Total |
13 |
100 |
Fue la adolescencia la
edad de inicio de los síntomas. (tabla II)
Tabla II. Clasificación de los adolescentes con trastornos
disociales, de acuerdo con la edad de inicio y gravedad de los síntomas
Edad de inicio |
n |
% |
Infantil |
5 |
38,5 |
Adolescente |
8 |
61,5 |
Nivel de gravedad de los síntomas |
|
|
Leve |
7 |
53,8 |
Moderado |
6 |
46,2 |
Grave |
0 |
0 |
Total |
13 |
100 |
Fuente: Historia clínica y expediente
laboral.
En
la investigación, el 100% de los adolescentes presentaron algún tipo de co-morbilidad (tabla III) y predominó el TDA con
hiperactividad e impulsividad.
Tabla III. Trastornos de comorbilidad asociados en los
adolescentes con trastornos disociales
Co morbilidad |
n |
% |
TDA-
hiperactividad-impulsividad |
6 |
46,2 |
Trastornos depresivos |
5 |
30,8 |
Trastornos de
somatización |
4 |
15,4 |
Trastornos del sueño |
2 |
7,7 |
Fuente: Historia clínica. n=13
Estrategia psicoterapéutica de
los adolescentes
Sesión
1. Establecer el contrato terapéutico.
Objetivos:
Presentación de adolescentes, padres, maestros y equipo médico. Definir
objetivos generales de la estrategia de intervención.
Técnicas
de presentación: Mi expectativa (Definir el nombre y qué espero del grupo).
Sesión
2. Establecer comunicación e interacción entre el grupo de adolescentes.
Objetivos:
Lograr mejorar la comunicación entre para iguales. Mejorar las relaciones interpersonales
con adecuada comunicación.
Técnicas
de presentación: La telaraña Técnica de análisis: Comunicación sin saber de qué
se trata.
Sesión
3. Autovaloración reforzada.
Objetivos:
Identificar comportamientos que propicien el incumplimiento de las normas y
cómo estas interfieren en su adaptación social.
Técnicas
de presentación: Mientras dure un fósforo y Técnica de análisis: Lluvias de
ideas.
Sesión
4. Profundizar en el conocimiento de la conducta individual negativa y en la
consecuencia de esta si no la modifican.
Objetivos:
Lograr que los adolescentes tengan mayor conciencia de sus problemas de
conducta. Técnicas de presentación: Presentación cruzada y Técnica de análisis:
Ejercicios de papeles múltiples.
Sesión
5. Identificar en los adolescentes sus cualidades positivas.
Objetivos:
Mejorar su autoestima, desarrollar seguridad y autoconfianza.
Técnicas
de presentación: La pelota y Técnica de análisis: Corbata en la espalda.
Sesión
6. Modificar la percepción de su imagen.
Objetivos:
Reforzar conductas positivas para eliminar conductas negativas y Mejorar
autoestima.
Técnicas
de presentación: Canasta revuelta y de análisis: El árbol de la vida.
Sesión
7. Entrenamiento de habilidades de
solución de problemas.
Objetivos:
Ayudar a identificar componentes de los problemas, soluciones alternativas y
valorar consecuencias.
Técnicas
de presentación: La silla vacía y Técnicas de análisis: El incidente.
Sesión
8. Desarrollar habilidades para el autocontrol de la ira.
Objetivos:
Ayudar a que aprendan fórmulas alternativas sobre los problemas autocontrolando
la ira.
Técnicas
de presentación: La cadena de nombre y Técnica de análisis: Discusión de casos
o situación.
Sesión
9. Desarrollo de habilidades cognitivas.
Objetivos:
Favorecer los procesos de comprensión y memoria a largo plazo.
Técnicas
de presentación: El objeto imaginario y Técnica de análisis: Lectura eficiente.
Sesión
10. Evaluación de logros en los adolescentes.
Objetivos:
Valorar el impacto de intervención y cómo perciben la repercusión de la
terapéutica aplicada en su comportamiento.
Técnicas
de presentación: Nombre y gesto y Técnica de análisis: Reloj de sentimientos.
Tabla IV. Evaluación de los pacientes antes de la intervención y después
Evaluación |
Antes de la
intervención |
Después de la
intervención |
||
n |
% |
n |
% |
|
Por
psicología-psiquiatría |
||||
Con trastornos depresivos |
4 |
30,8 |
1 |
7,7 |
Con trastornos del sueño |
2 |
15,4 |
0 |
0 |
Con trastornos somatización |
1 |
7,7 |
0 |
0 |
Por evaluación
con padres |
||||
Mal comportamiento en la casa |
13 |
100 |
4 |
30,8 |
Por evaluación con maestros |
||||
Mal comportamiento en la escuela |
13 |
100 |
4 |
30,8 |
Fuente: Entrevistas y examen psiquiátrico. n=13
Discusión
Investigadores consideran que la aparición del trastorno es más
frecuente en las edades de
Se
apreció que la mayoría de los adolescentes pertenecían al sexo masculino, con el
69.2%. Estos resultados coincidieron con los estudios realizados por José Luis
Dios de Vegas en la comunidad de Madrid, (11) donde se estima que en
los varones la prevalencia es entre el 9% y 16% y en las niñas, del 2% y 9% (en
relación con la población general de adolescentes).
Otros
estudios señalan que a nivel de la población general la prevalencia de los trastornos
disociales alcanza desde 1% hasta 10%. Es bastante más frecuente en varones que
en hembras, con una proporción aproximada de 4:1; resulta importante considerar
la existencia de características diferenciadas en el tipo de conductas que
muestran niñas y niños, para establecer diferenciaciones de género en el
fenotipo de estos comportamientos. (12,13)
La
autora supone que también estos resultados tienen que ver con las diferencias
sustanciales en la educación de hombres y mujeres, que conllevan a que estas
últimas tengan mejores habilidades para las relaciones interpersonales con
mayor cercanía emocional.
Existió
predominio de los adolescentes que se encontraban cursando el 9no. grado, con el
46.2%. Los adolescentes de noveno grado tienen edades entre 14 y 15 años, etapa
cuando están en la búsqueda de su identidad, para lo cual la oposición a las
normas sociales constituye una prueba de los límites del individuo en la
construcción y reafirmación de la personalidad. También es sabido el estigma
que pesa sobre estas edades como etapa conflictiva. (14,15)
Se
apreció que existe un incremento de adolescentes con trastornos disocial en el
municipio de Holguín, específicamente en las policlínicas Mario Gutiérrez y
Pedro del Toro, (con tres casos cada una), con ingreso de menor número de
estudiantes con trastornos disociales en el resto de los municipios de la
provincia.
Se
ha producido un incremento de población, durante las últimas décadas,
principalmente en los núcleos urbanos y esto ha conllevado al deterioro
progresivo de la calidad de vida en las ciudades, al ocurrir migración de
personas del campo a la ciudad. Hoy el vértice que genera la vida moderna es
abrumador y demanda muchas exigencias a las familias actuales, que muchas veces
son imposibles de cumplir. Coinciden estos resultados en bibliografía
encontrada. (16)
En
bibliografías revisadas aparece que las tasas más altas de delincuencia se dan
en las grandes ciudades, donde existe mayor exposición de los jóvenes a
hacinamiento, ruidos, difusión de límites familiares, sobre-información
con mayores niveles de estrés. Hay un incremento del cambio social
en cuanto a una creciente presencia de costumbres ambiguas y discordantes,
derivadas de la inseguridad en el
futuro, la movilidad y la inmigración, elementos que erosionan los valores tradicionales de la sociedad.
Al
clasificar los trastornos disociales, según comienzo y gravedad de los síntomas
(tabla II), se apreció que predominaron los trastornos de inicio, catalogados de
adolescente.
La
adolescencia es una etapa cuando existen importantes cambios biopsicosociales y
se enfrentan tareas y problemas, que la hace más vulnerable al estructurar
algún trastorno.
Vera et al., 2013, expresan por medio de un estudio de tesis
doctoral que los adolescentes con trastorno disocial
son altamente prevalentes y constituyen una de las principales causas de
consultas recurrentes a centro de salud mental y generan diversas dificultades
sobre el funcionamiento cotidiano de los individuos y su entorno social. Sin
embargo, el inicio en estas edades del trastorno disocial se caracteriza por
tener un mejor pronóstico, lo cual puede deberse a que en muchos casos la
oposición o disrupción no implica una cristalización interna de la conducta
agresiva, sino más bien una exteriorización de la agresividad presente en el
joven. (17)
En
la investigación existió predominio de los trastornos disociales leves, con el
38.5%, aunque no existe notable diferencia con el trastorno moderado (46,2%).
Bibliografías revisadas refieren que en estos adolescentes predomina la falta
de empatías, que se relacionan con una carencia de conciencia con respecto a
las dimensiones de las consecuencias que sus actos tienen en los demás, falta
de culpa, agresividad, poco control de su ira, desobediencia, mentiras y
promiscuidad.
En
la investigación el 100% de los adolescentes presentaron algún tipo de co-morbilidad (tabla III), en que predominó el TDA con
hiperactividad e impulsividad, seguido de los trastornos depresivos y en
menor proporción los trastornos de somatización y del sueño, lo que coincidió con literatura
revisada. (18)
El
niño con déficit cognitivo tiende a reaccionar con impulsividad e
hiperactividad ante los factores ambientales estresantes, lo que facilita a la
vez el maltrato por parte de los padres. El TDA tiene una gran prevalencia a nivel
mundial, pues ocupa uno de los porcentajes más altos de motivo de consulta de
psiquiatría infantil y sus características principales. (19)
Algunos
trabajos refieren sintomatología depresiva en el 50% de los niños con trastorno
de conducta y síntomas de ansiedad en el 22%, por lo que la idea suicida constituye
expresión de la íntima frustración, desesperanza y sentimientos de ira y de
venganza del menor, que se siente solo y abandonado. (20)
En
estudios realizados en otros países, como Estados Unidos de América (EUA), se
estimó una prevalencia de depresión, entre niños de
Discusión de la intervención por
sesiones
En
la primera sesión, que se realizó en
conjunto, solo la minoría de los adolescentes y padres expresaron expectativas
de mejorar sus problemas y así lo
expresaron a través de gestos y palabras, otros manifestaron que tal vez en la
institución educativa especial, donde se encuentran en estos momentos (Luis
Escalona) y con ayuda del equipo médico, podían resolver las dificultades.
Se
percibió que los padres no se sienten involucrados en la problemática de sus
hijos, con falta de seguridad y confianza en ellos como educadores,
desconocimiento acerca de la problemática que presentan sus adolescentes y
carentes de información acerca del tema. Finalmente se logró motivación para la
participación posterior en el resto de las intervenciones y se definieron los
objetivos generales de la estrategia.
En
la segunda sesión, inicialmente se evidenció en los adolescentes
desconocimiento sobre una comunicación adecuada. Luego de profundas reflexiones
durante la técnica de análisis, la mayoría de los menores comprendieron la
importancia de la comunicación en las relaciones sociales y cómo esta influye
en la solución de sus problemas. Se valoró que la comunicación debe ser clara,
sincera, aceptar las individualidades de los demás, los criterios personales,
comunicarse sin ofender y gritar, sin imponer, al permitir que los demás opinen
sin ser interrumpidos y esperar cuando les corresponda hablar. Durante la intervención
se pusieron ejemplos que permitieron realizar reflexiones profundas sobre el
tema.
Durante
la tercera intervención la mayoría de los adolescentes tuvieron dificultades
para identificar sus problemas, solo se concretaron a plantear: “Nos portamos
mal”, pero sin profundizar qué significado ello tiene, en qué áreas o esferas
de sus vidas se comportaban así. Tampoco
tenían conciencia de cómo estas conductas influyen en la adaptación con el
medio. Se percibió falta de juicio crítico de su afección. Se reflexionó que es necesario tener
conciencia de lo que se debe cambiar
para poder modificar conductas y
trazarse metas dirigidas a ser
mejores seres humanos. Si no lograban definir individualmente “quién
soy”, “cómo soy”, “para dónde voy” o “qué quiero para mi vida”, no es posible
realizar cambios positivos en la misma. Finalmente, luego de varias
reflexiones, se lograron los objetivos propuestos.
En
la cuarta intervención la mayoría de los adolescentes sí lograron identificar
sus comportamientos inadecuados, como poco control de sus impulsos, agresividad,
desobediencia, dificultades para relacionarse, incumplimiento de los deberes
escolares, dificultad para acatar órdenes y baja tolerancia a las frustraciones;
sin embargo, casi la totalidad no conocían
cuáles consecuencias les traerían tales actuaciones para sus vidas.
Se reflexionó intensamente sobre las consecuencias de sus actos, no solo para el
presente, sino para su futuro y las
repercusiones más frecuentes que se analizaron fueron: fracaso escolar,
desvinculación del estudio y del trabajo, aparición de hábitos dañinos, como el
alcohol u otras adicciones, desarrollo de afecciones mayores, como el trastorno
antisocial con gran rechazo social y grandes implicaciones legales que
pudieran terminar en la privación de
la libertad.
Durante
la quinta sesión: se trabajó con los
adolescentes para que lograran identificar sus cualidades positivas y casi la
totalidad de los menores no manifestaron tener
virtudes, reflejaron autoestima muy dañada, inadecuada percepción de su
imagen, pocos evidenciaron escaso conocimiento de sí mismos, se sienten como
los “mas malos”, sin fortalezas, como
consecuencia del reforzamiento de las conductas negativas que han tenido de sus
familiares y demás personas que interactúan con ellos. Se hizo evidente durante
el desarrollo de la intervención la tristeza, angustia y ansiedad enmascaradas
por agresividad, rebeldía y fanfarronería
En
la sexta intervención, la técnica de análisis estuvo dirigida a reforzar sus
cualidades positivas, sus fortalezas; se trabajó en el desarrollo de una
autoestima adecuada, al mejorar la confianza en sí mismos y modificar la
percepción de su imagen; se les ayudó a encontrar
factores protectores individuales para que se sintieran fortalecidos y les
sirviera de apoyo para continuar o elegir un proyecto de vida; se trabajó en la
importancia de una adecuada imagen personal y en la autovaloración, por lo que se considera que se lograron los objetivos
propuestos, al se mostrarse alegres, optimistas y con más seguridad en un posible cambio.
En
la sesión séptima, se trabajó con los menores para que identificaran los
componentes de los problemas, buscaran soluciones alternativas y valoraran
consecuencias si los resolvían inadecuadamente. La mayoría carecía de
habilidades para resolver los conflictos propios de la etapa del desarrollo en
la cual se encuentran, escogieron soluciones negativas para resolver la situación
propuesta. Muchos escogieron la violencia como método de solución, otros la mentira
y la desobediencia.
Luego
se logró que reflexionaran que solo estaban imitando conductas aprendidas en
sus familias, conductas erráticas que solo los conllevarían al fracaso.
Finalmente se consiguió que concientizara la importancia de la modificación de
estos comportamientos para lograr una mayor aceptación social.
Se
comienza la sesión octava reflexionando sobre la ira como un sentimiento que,
de no ser controlado adecuadamente, pudiera traer consecuencias inesperadas. Estos
adolescentes no tienen autocontrol y siempre la impulsividad está presente. Con
la técnica de análisis realizada estuvo de manifiesto esta característica, pero
se logró que la mayoría comprendiera que la impulsividad la aleja de las
relaciones sociales, con múltiples consecuencias en la pareja, la escuela, la
familia y la sociedad. En la discusión del caso empleado se analizaron soluciones
sanas al problema y se les ayudó a pensar en métodos, formas y mecanismos de
afrontamiento a las dificultades. Se percibió comprensión de la técnica.
La mayoría de los adolescentes en la intervención novena mostraron
dificultades en los proceso de comprensión y en la memoria, al ser la
intranquilidad y la distractibilidad sus principales
causas, por lo que es importante el desarrollo cognoscitivo de estos menores,
pues evidentemente influye para solucionar los problemas que se les presentan,
por lo que se debe profundizar aún más en estrategias psicopedagógicas que
traten esta alteración.
En
la última sesión (décima) se aplicó una técnica de análisis para valorar el
impacto en ellos de sus intervenciones. Todos los adolescentes mostraron
satisfacción con las intervenciones realizadas, expresaron aceptación y
motivación por todas las actividades ejecutadas. Se apreció que la gran mayoría se sintieron motivados
para modificar actitudes, aceptaron que tienen verdaderas dificultades en su
adaptación al medio y lograron entender que la única forma de mejorar es concientizando
dónde están sus dificultades y cuáles serían las consecuencias, si no
cambiaban de actitud.
Conclusiones
- La totalidad de los menores tenían co-morbilidad,
con mayor frecuencia el trastorno por déficit de atención, seguidos por los
trastornos depresivos, los de somatización y los trastornos del sueño.
- Predominaron los menores con diagnóstico
de inicio en la adolescencia.
-La estrategia de intervención
psicoterapéutica logró modificación de actitudes y pensamientos con mayor adecuación de la conducta, así como disminución
de la co-morbilidad.
Referencias Bibliográficas
1. American
Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental
Disorders.5ta ed. Washinton DC: American Psychiatric Association; 2014[citado 15/05/2017].Disponible en: http://dsm.psychiatryonline.org/doi/book/10.1176/appi.books.9780890425596
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Anexo
1
Suplemento de comprobación de Trastornos
Conductuales Trastorno Hiperactivo por Déficit de Atención. (Kiddie-SADS-Lifetime versions)
1-
Comete demasiados errores por descuido.
2- No
escucha.
3-
Dificultad para seguir instrucciones
4-
Dificultad para organizar tareas ó labores.
5- Le
disgusta/ evita tareas que requieren atención.
6-
Pierde cosas.
7-
Olvidadizo en actividades cotidianas
8-
Inquietud
9-
Corre o escala excesivamente.
10-
Actos manejados de forma automática.
11-
Dificultad para jugar en silencio.
12- Da
respuestas impulsivamente.
13-
Dificultad para esperar su turno
14-
Interrumpe.
15-
Cambia de actividades.
16-
Habla en exceso.
17- Se
involucra en Actividades Físicas Peligrosas.
18-
Duración: (6 meses o más): 0 1 2
19-
Edad de comienzo: (Antes de los 7 años): 0
1
Evidencia
clínica de THDA (DSM-IV):
A. ya
sea I ó II
Falta
de Atención: 0 1 2
I.
Debe cumplir 6 de los 9 síntomas: (Ítems 1 al 7 antes señalados)
Hiperactividad
o impulsividad: 0 1 2
II.
Cumple con los criterios al menos 6 de los 9 síntomas: (Ítems 8 al 14)
B.
Duración de los síntomas de 6 meses al menos. 0 1
2
C.
Algunos síntomas que causaron el deterioro comenzaron antes de los 7 años de
edad. 0 1
2
D. El
deterioro por los síntomas debe estar presente en dos ó más situaciones. (p.e. escuela, hogar). 0
1 2
E.
Deterioro clínico significativo. 0
1 2
F. No
cumple con los criterios para un trastorno persistente del desarrollo. 0 1 2
Evaluación de acuerdo a los datos que
proporcione el informante y lo observado.
0 0
0 Sin información
1 1
1 Ausente
2 2
2 Subumbral:
cuando los síntomas explorados suceden
en ocasiones.
3 3
3 Umbral: cuando los síntomas explorados
suceden con frecuencia.
Anexo 2
Escala auto evaluativa de Depresión Infanto – Juvenil
Preguntas:
1- ¿Te dan ganas de llorar?
2- ¿Te sientes de mal humor, enfadado?
3- ¿Piensas que la gente no te quiere?
4- ¿Piensas que tus amigos son mejores que tú?
5- ¿Te sientes triste?
6- ¿Sientes miedo que te sucedan cosas malas?
7- ¿Te gusta ser una persona diferente?
8- ¿Te dan ganas de dejar la escuela?
9- ¿Te sientes sin ganas de hacer lo que te piden en la
casa o en la escuela?
10- ¿Piensas que te duele la cabeza?
11- ¿Piensas que te sale todo mal, que no haces nada bien?
12- ¿Tienes pesadillas de noche?
13- ¿Crees que eres malo?
14- ¿Te sientes cansado?
15- ¿Crees que deben castigarte más?
Evaluación
Casi
nunca |
1 |
Menos
de 20 puntos No depresión |
A
veces |
2 |
20
– 25 puntos Depresión Ligera |
Muchas
veces |
3 |
26
– 30 puntos Depresión Moderada |
|
|
Más
de 30 puntos Depresión Severa |
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