Artículos Originales
El comportamiento epidemiológico de los
tratamientos pulporradiculares en la Clínica Estomatológica de Gibara,
2016-2017
Root canal therapy epidemiological behavior at
the Stomatological Clinic of Gibara, 2016-2017
Dra. Elvia Elena Ruiz Campaña1*
MSc.
Vladimir Morales Corella1
MSc. Aliuska Calzadilla González2
Dra.
Marianela Caballero Batista1
Dra. Yamila
Morffi Serrano1
1
Clínica
Estomatológica de Gibara. Holguín, Cuba.
2Hospital General Docente
Gustavo Aldereguía Lima. Gibara. Holguín, Cuba
*Autor para la correspondencia. Correo
electrónico: wilderjgib@infomed.sld.cu
RESUMEN
Introducción: la
mayoría de las urgencias estomatológicas se deben a patologías pulpares y
periapicales; la enfermedad más diseminada en los seres humanos.
Objetivo:
caracterizar el comportamiento epidemiológico del tratamiento pulporradicular
en una clínica estomatológica.
Métodos: se
realizó un estudio transversal en 110 pacientes, en la Clínica Estomatológica Docente de Gibara, Holguín; desde septiembre de 2016
a marzo del 2017, en cuanto a: grupos de edades, sexo, grupo dentario afectado,
sustancias irrigadoras del conducto utilizadas, condición pulpar y número de
sesiones.
Resultados: el tratamiento pulporradicular se presentó con
mayor frecuencia en el grupo etario de 48 a 53 años, un 23,63%; con predominio
del sexo femenino del 61,82%.
El grupo dentario más afectado
fue el de los incisivos con el 53,64%. La sustancia irrigadora más utilizada
fue el metronidazol hasta un 47,27%; seguida por hipoclorito de sodio con el
39,09%; y la clorhexidina en un 13,64%. Predominó la pulpitis irreversible en
un 75,46% sobre la necrosis pulpar con el 24,54%. La mayoría de los
tratamientos se realizaron en varias
sesiones con 104 casos, para el 94,55%.
Conclusiones: el tratamiento pulporradicular se presentó
con mayor frecuencia en los incisivos, en el sexo femenino, en el grupo de 48 a
53 años. La sustancia irrigadora más utilizada fue el metronidazol. Predominó
la pulpitis irreversible y la mayoría de los tratamientos se realizaron en
varias sesiones. Se sugiere fomentar las acciones de promoción y prevención de
salud en la adolescencia, que les permita conservar la salud bucal.
Palabras
clave: tratamiento pulporradicular, pulpitis irreversible, necrosis pulpar.
ABSTRACT
Introduction: most
of stomatological emergencies are due to pulpal and periapical pathologies.
They are the most widespread disease in humans.
Objective: to characterize the
epidemiological behavior of root octopus treatment in a stomatological clinic.
Methods: a
cross-sectional study was carried out in 110 patients in the Teaching Stomatological
Clinic of Gibara, Holguín, Cuba from September 2016 to March 2017, regarding:
age groups, sex, affected tooth group, irrigating substances of the duct used, pulpar
condition and number of sessions.
Results: root octopus treatment was frequent
in the 48 to 53 age groups with a 23.63%, with a predominance of females up to 61.82%.
The most affected dental group was that of the incisors, with 53.64%. The most
used irrigating substance was metronidazole with 47.27%, followed by sodium
hypochlorite 39.09% and chlorhexidine 13.64%. Predominantly irreversible
pulpitis with 75.46% on pulpal necrosis, represented by 24.54% and most of the
treatments were performed in several sessions with 104 cases for 94.55%.
Conclusions:
root octopus treatment was frequent in the groups of incisors, females, and
ages from 48 to 53. The most used irrigating substance was metronidazole.
Irreversible pulpitis
predominated and the majority of treatments were performed in several sessions.
Promotion and prevention are suggested as actions for adolescence groups, to
preserve oral health.
Keywords: root canal therapy, irreversible pulpitis, pulpal necrosis.
Recibido: 18/07/2018.
Aprobado: 18/07/2018.
Introducción
Durante mucho tiempo, las
personas consideraban que la pérdida de sus dientes era algo natural y una
característica más del avance de la edad; pero con el desarrollo de la sociedad
y el incremento del nivel educacional, las poblaciones se fueron sensibilizando
con la necesidad de mantener sus dientes e incluso conservarlos sanos.
Alrededor de los años 3000 a.c, los sumerios practicaban la higiene bucal.
Palillos de oro decorados encontrados en excavaciones, sugieren un interés por
el aseo de la boca. El papiro de Ebers
cita varias veces la enfermedad gingival y ofrece algunas recetas para
fortalecer los dientes y la encía. Tales remedios se elaboraban a partir de
plantas y minerales; y se aplicaban en la encía en forma de una pasta con miel,
goma vegetal o residuos de cerveza como vehículo.(1, 2)
Desde épocas tempranas se ha tratado de proteger la pulpa con la
aplicación de diferentes medicamentos en la caries profunda. En el siglo I,
cuando se trabajaba empíricamente para aliviar el dolor, se utilizaban
diferentes técnicas como: la cauterización, aplicación de arsénicos y drenajes;
las cuales se fueron perfeccionando con el tiempo.
En 1890, se evidenció la
presencia de bacterias en los conductos que, en la actualidad, se consideran
factores etiológicos principales de las enfermedades pulpares y periapicales.
Un salto importante lo
constituyó la aparición de los Rayos X, que mejoraron notablemente la calidad
del diagnóstico y el tratamiento de estas patologías.
A partir de la década de los 80 ocurre un
cambio radical; pues se reconoce que lo principal es la prevención de estas
afecciones y, cuando la patología se instala de forma irreversible, se hace
necesario realizar el tratamiento pulporradicular (TPR).(1)
La enfermedad pulpar es la respuesta de la pulpa a la presencia de
irritantes, a los que se adapta primero, luego se opone en la medida de la
necesidad y se organiza para resolver favorablemente la lesión leve o
disfunción ocurrida. Si la lesión es grave, la reacción pulpar es violenta, ya
que su adaptación a esta nueva situación es más difícil.
La mayoría de las urgencias en las clínicas estomatológicas cubanas se
deben a las patologías pulpares y periapicales; pues a pesar de las medidas
profilácticas preventivas y curativas en función de la caries dental, esta
sigue siendo la enfermedad más diseminada en los seres humanos, con una
prevalencia promedio del 90%. Su comportamiento varía según los países, de
acuerdo a: el modo, estilo de vida,
medio y sistema de salud.(2)
La Endodoncia es parte de la Atención Primaria en Estomatología
Conservadora. En la medida que seamos capaces de reducir el número de
extracciones dentarias, los programas de atención estomatológica elevarán su calidad,
tanto desde el punto de vista preventivo como asistencial; por lo que el
incremento de los servicios de Endodoncia debe ser proporcional al crecimiento
de la red asistencial estomatológica.(3)
Podemos
definir la Endodoncia como la rama de la
Odontología que se ocupa del estudio de la morfología, la función, la salud,
las lesiones, las alteraciones de la pulpa dental y la región periodontal; así
como de su tratamiento. Se considera que, la etiología, el diagnóstico del
dolor y las patologías dentales, son una parte integral de la práctica endodóntica. El tratamiento
endodóntico comprende todos aquellos procedimientos encaminados a mantener la
salud de la pulpa dental o parte de ella.
Cuando
la pulpa sufre alguna lesión o alteración, el tratamiento va dirigido a
mantener o restablecer la salud de los tejidos perirradiculares y consiste en
el tratamiento endodóntico, que en ocasiones se combina con la cirugía
endodóntica. (4)
El
tratamiento del conducto radicular puede definirse como: la eliminación
completa de la pulpa que ha sufrido daño irreversible, seguido por la limpieza,
configuración y obturación cuidadosas del sistema del conducto radicular; que
permite la permanencia del diente como unidad funcional del arco dental.
El
objetivo del tratamiento es: eliminar los desechos infectados y tóxicos del
sistema del conducto radicular, y ajustarlo para que reciba un material de
relleno para sellarlo totalmente, y aislarlo de los tejidos periodontales y de
la cavidad bucal. Todo esto crea el ambiente adecuado para conservar los
tejidos perirradiculares normales o restablecer su salud.
El
tratamiento del conducto radicular puede llevarse a cabo en dos formas:
convencional (a través de una cavidad de acceso que se corta en la corona del
diente) o por medios quirúrgicos. Sin embargo, siempre el método de llenado
convencional, no quirúrgico del conducto radicular es más adecuado, aún para los
casos en que el tratamiento es de repetición; ya que los resultados de la
endodoncia quirúrgica son menos predecibles y el procedimiento es más
desagradable para el paciente. Sin embargo, quizás se requiera de endodoncia
quirúrgica; cuando es imposible abordar, preparar todo el conducto y sellar de
manera adecuada este sistema.(5)
El éxito de un tratamiento
endodóntico se obtiene cuando se logra realizar un sellado hermético del
complejo dentino-cementario; lo cual permite que las células indiferenciadas
del espacio indiferente de Black,
produzcan un cierre biológico del conducto cementario.
La Endodoncia descansa sobre dos
pilares fundamentales:
a.- Diagnóstico y pronóstico.
b.- Tratamiento.
El éxito o fracaso del
tratamiento pulporradicular, guarda una estrecha relación con la ausencia o
presencia de signos y síntomas inflamatorios. La preparación biomecánica del
conducto radicular se realiza a través de la instrumentación y se complementa
con el empleo de medicamentos dentro del conducto. Ambos procederes son
igualmente importantes.
El desprecio de uno de ellos
puede influir decisivamente en el resultado final. La instrumentación mecánica
es el principal medio para reducir la mayor parte de bacterias que infectan el
conducto; pero estas no se limitan a la luz del conducto radicular, sino que
invaden también los canalículos destinarios, conductos laterales, accesorios y
la región periapical. Para tales sitios inaccesibles a la instrumentación
mecánica y probablemente infectados se recomienda la medicación intraconducto.(6)
Los medicamentos intraconductos
incluyen cualquier agente con acción farmacológica, aplicado en el conducto
radicular. Las soluciones irrigadoras y los apósitos intraconductos
corresponden a esta categoría; medicamentos que se dejan en el conducto
radicular para que actúen durante un tiempo más prolongado. El intervalo entre citas, cuando se decide
colocar un apósito, no debe ser menor de 2 ni mayor de 15 días. Este lapso permite
que: el medicamento actúe y se diluya hasta ser ineficaz; además pone en riesgo
el obturante temporal, al permitir su filtración o desplazamiento.(6)
La solución se administra de
forma abundante y debe asegurarse que fluya libremente hacia la cámara pulpar. Nunca
debe administrarse con fuerza, ya que puede pasar a través del foramen y causar
dolor e inflamación.
Durante mucho tiempo, la
esterilización de los conductos radiculares fue preocupación de los
profesionales en el tratamiento del conducto radicular.
En el esfuerzo por alcanzar este
objetivo se emplean drogas excesivamente tóxicas para los tejidos causantes del dolor y la inflamación; pero no
para la supuesta infección, que se mantiene aún después de la instrumentación
del conducto.(7)
La principal función es su
actividad antimicrobiana para conservar la asepsia dentro del conducto
radicular durante el tratamiento; además de otros efectos secundarios que
demandan ciertas situaciones clínicas como: la formación del tejido duro, exudado,
resorción y control del dolor.(8)
La asepsia es la ausencia de bacterias
en el campo quirúrgico. Implica el uso de líquidos, instrumentos y utensilios
limpios o estériles. Es el refuerzo para eliminar microorganismos infectantes o
contaminantes. Las soluciones irrigadoras y los apósitos deben tener una acción
antibacteriana; para evitar que cualquier microorganismo contamine el sistema
de conductos y se multiplique.(9)
La desinfección es la
eliminación de organismos patógenos, generalmente por medios físicos o
químicos, y comprende la eliminación mecánica de los tejidos y desechos
contaminados, la irrigación y colocación
de apósitos con agentes antisépticos.(10)
El
objetivo general de este trabajo es: caracterizar el comportamiento
epidemiológico del TPR en pacientes de 18 a 59
años de edad, pertenecientes a la
Clínica Estomatológica de Gibara, Holguín, desde septiembre del
2016 a
marzo del 2017.
Método
Se realizó un estudio
epidemiológico, descriptivo y transversal, con el objetivo de caracterizar el
comportamiento epidemiológico del TPR en pacientes de 18 a 59 años de edad, pertenecientes a la Clínica Estomatológica de
Gibara, Holguín, desde septiembre de 2016 a marzo 2017.
El universo estuvo constituido por 184 pacientes
con TPR indicado, y la muestra quedó constituida por 110 pacientes (42 del sexo
masculino y 68 del femenino), que acudieron a la consulta en el período indicado.
El estudio se comenzó a partir
de una coordinación con el Departamento de Registros Médicos de nuestro centro
y se analizó la historia clínica individual; con el objetivo de verificar la
existencia de indicación de TPR en el ingreso e incluirlo dentro del estudio.
Criterio de inclusión
- Pacientes con Historias Clínicas consideradas completas, que incluían
en su plan de tratamiento la realización de TPR con su consentimiento (parte importante
en la Historia Clínica de Atención Primaria); con lo que se cumplieron los
preceptos de la Ética Médica, además de contener los medios auxiliares de
diagnóstico.11,12
-Pacientes con tratamientos
pulporradiculares en la Clínica Estomatológica de Gibara.
Criterio de exclusión
- Pacientes con Historias
Clínicas consideradas incompletas y mal confeccionadas, que incluían en su plan
de tratamiento la realización de TPR o aquellas que no poseían los medios
diagnósticos auxiliares como los Rayos X.
-Pacientes con tratamientos
pulporradiculares en la consulta del poblado de Floro Pérez.
Bioética
Para dar cumplimiento a los
preceptos de la ética médica en cuanto a la autonomía del paciente, la no
maleficencia y la beneficencia se tuvo en cuenta el consentimiento informado
como parte importante de la historia clínica de Atención Primaria de
Estomatología; donde el paciente acepta su plan de tratamiento y la posibilidad
de realizar investigaciones de carácter científico; además de contar con la
autorización de la dirección del centro y el Comité Científico.
Operacionalización de las
variables:
Las variables utilizadas fueron:
grupos de edad, sexo, grupo dentario, sustancias irrigadoras, condición pulpar
y números de sesiones.
La condición pulpar se dividió
en dos grupos, según el diagnóstico clínico en la historia clínica; corroborado
por la radiografía periapical: pulpitis irreversible y necrosis pulpar.
Técnicas y procedimientos:
Se procedió a confeccionar un
formulario para la recolección de datos
compuesto por dos partes:
Datos generales del paciente: edad, sexo.
Segunda parte: grupo dentario, sustancia irrigadora
utilizada y número de sesiones.
Para caracterizar la población
objeto de estudio, se tuvo en cuenta
aquellas Historias Clínicas consideradas completas donde dieron su consentimiento informado.
Obtención de la información:
La recopilación de los datos
estuvo a cargo de los investigadores y se realizó una revisión bibliográfica
exhaustiva sobre el tema. También se obtuvo
información a través de la
observación, historia clínica y hoja de cargo. Los pacientes examinados que
demandaron TPR correspondían a los grupos de edades de 18 a 59.
Procesamiento de la información
y realización de pruebas estadísticas
Con la información recogida se confeccionó una base de datos en Microsoft Access y se procesó el paquete
estadístico SPSS versión 8.0. Se calcularon
medidas de resumen para datos cualitativos y cuantitativos (frecuencia y porcentaje). Se compararon los porcentajes con la comparación de
proporciones para muestras independientes. El nivel de significación escogido
fue del 5%. La asociación entre las variables categóricas se determinó con χ2.
Resultados
El 61,82% de los
pacientes eran del sexo femenino (tabla I).
Tabla I.
Distribución de pacientes según edad y sexo
Grupo de edades (años) |
Sexo |
Total |
||||
Masculino |
Femenino |
|||||
n |
% |
n |
% |
n |
% |
|
18 –23 |
5 |
4,54 |
3 |
2,72 |
8 |
7,27 |
24 – 29 |
8 |
7,27 |
10 |
9,09 |
18 |
16,36 |
30 – 35 |
8 |
7,27 |
10 |
9,09 |
18 |
16,36 |
36 – 41 |
7 |
6,36 |
7 |
6,36 |
14 |
12,72 |
42 – 47 |
6 |
5,45 |
10 |
9,09 |
16 |
14,54 |
48 – 53 |
4 |
3,63 |
22 |
20 |
26 |
23,63 |
54 – 59 |
4 |
3,63 |
6 |
5,45 |
10 |
9,09 |
Total |
42 |
38,18 |
68 |
61,82* |
110 |
100 |
*
Porcentaje significativamente superior al sexo masculino (z=3,37; p=0,00)
Fuente:
Historias clínicas
Más del 50% de los grupos dentarios correspondió al grupo de incisivos (tabla
II).
Tabla II. Distribución de los tratamientos pulporradiculares
según grupos dentario
Grupo dentario |
Tratamiento pulporradicular |
|
n |
% |
|
Incisivos |
59 |
53,64* |
Caninos |
32 |
29,09 |
Premolares |
18 |
16,36 |
Molares |
1 |
0,91 |
Total |
110 |
100 |
*
Porcentaje significativamente superior al de los caninos (z=3,55; p=0,00)
Según la distribución
de las sustancias irrigadoras, la más utilizada fue el metronidazol 500 mg/100ml
en casi el 50% de los casos (tabla III).
Tabla
III. Distribución de las
principales sustancias irrigadoras
Sustancias irrigadoras |
Tratamiento pulporradicular |
|
n |
% |
|
Hipoclorito de sodio 0,5-1% |
43 |
39,09 |
Metronidazol 500 mg/100 ml |
52 |
47,27* |
Clorhexidina 2% |
15 |
13,64 |
Total |
110 |
100 |
* Porcentaje
significativamente superior al de la clorhexidina (z=5,27; p=0,00)
Según el sexo y la
condición pulpar, fue más representativo el sexo femenino y la pulpitis
irreversible de más del 75% (tabla IV).
Tabla
IV. Distribución de
pacientes según sexo y condición pulpar
Condición pulpar |
Sexo |
Total |
Χ2=5,56 P=0,01 |
||||
Masculino |
Femenino |
||||||
n |
% |
n |
% |
n |
% |
||
Pulpitis irreversible |
37 |
33,63 |
46 |
41,81 |
83 |
75,46 |
|
Necrosis pulpar |
5 |
4,54 |
22 |
20 |
27 |
24,54 |
|
Total |
42 |
38,18 |
68 |
61,82 |
110 |
100 |
Según la cantidad de
consultas, varias sesiones influyeron más en el sexo femenino
(tabla V).
Tabla
V. Distribución de
pacientes según sexo y cantidad de consultas
Cantidad de consultas |
SEXO |
Total |
||||
Masculino |
Femenino |
|||||
n |
% |
n |
% |
n |
% |
|
Una sola sesión |
0 |
0 |
6 |
5,45 |
6 |
5,45 |
Varias sesiones |
42 |
38,18 |
62 |
56,36 |
104 |
94,55 |
Total |
42 |
38,18 |
68 |
61,82 |
110 |
100 |
Discusión
En
esta investigación, el TPR predominó en las mujeres; debido a que son más
cuidadosas de su estética facial y asisten con más periodicidad a las consultas
estomatológicas.
La
mayor cantidad de TPR fue indicado en los pacientes de 48 a 53 años; lo cual
coincide con los autores internacionales cuando refieren que, en este rango de
edad la endodoncia es uno de las principales necesidades de tratamiento. La
promoción y prevención de enfermedades se han ejecutado por más de 25 años.
Asimismo comenzaron las actividades educativas con la población, para crear
hábitos correctos de higiene bucal e incrementar sus conocimientos.(1)
Es
interesante destacar que, este grupo coincide con la población de menor
cobertura asistencial.
Un
estudio realizado en Camagüey difiere de lo anterior; ya que la mayor cantidad
de TPR fue indicado en pacientes de 20 a 40 años. (13)
Los
resultados coinciden con un estudio realizado en el Cerro, La Habana; donde el
grupo de edad más representativo fue el de 20 a 59, con 34 pacientes para el
59,65%.(14)
Es
preciso tener en consideración que, en el estudio y análisis del componente
bucodental en el proceso salud- enfermedad, deben incorporarse los aspectos
sociales, económicos, culturales y ambientales, que conforman el escenario
donde los individuos y comunidades se desarrollan, e interactúan aspectos
biológicos y sociales que se mediatizan
por los modos y estilos de vida.(15)
En los
adultos, también se observa una reducción en el número de dientes extraídos y
los indicados para extraer; además de una declinación más moderada en la
prevalencia de las caries y las necesidades de tratamiento, junto al aumento de
la demanda de atención estomatológica del individuo para mantenerse sano.(13)
En
este estudio los TPR predominaron en los incisivos. En trabajos nacionales
anteriores se refiere un porcentaje de tratamientos de incisivos similares al
obtenido en el estudio. En Camagüey se reporta que, se manifestó el 40,20%, y el
30,5% en los premolares, lo que coincide con el grupo de los incisivos.(13)
Un
estudio realizado en La Habana, mostró el grupo incisivo con 35 casos para el
61,40%.(14)
Esto
puede suceder; si los incisivos son los dientes anteriores. Los pacientes les
confieren gran importancia; pues la preocupación principal es la estética. Por
otra parte los caninos, por sus características anatómicas son vulnerables y,
aunque la implicación estética es menor que los incisivos, también se
convierten en tributarios de tratamientos pulporradiculares. En el último grupo,
los molares son de gran fortaleza y menos propensos a accidentes; pues a pesar
de ser conservables, se opta por la exodoncia, debido a dificultades técnicas
y/o materiales.
Un
trabajo realizado en La Habana, utiliza como irrigante de conductos solo el
hipoclorito al 2%. El metronidazol es un antibiótico que, al ser utilizado como
irrigante de conducto, no siempre se obtiene el resultado deseado; ya que es
eficaz en varios microorganismos anaerobios grannegativos; pero la mayoría de
los estudios han demostrado la presencia predominante de estreptococos alfa
hemolíticos. Habitualmente, los conductos infectados contienen de 2 a 10
especies diferentes. Su uso pudiera estar en relación con el abastecimiento de
materiales en el momento de la investigación, ya que a veces nos afecta la
falta de insumos; por el costo de los medicamentos utilizados en Estomatología. La
clorhexidina sirve de contención al material de relleno radicular y minimiza la
respuesta tóxica de los tejidos perirradiculares.
Actualmente, se tiene la certeza
de lo innecesario de tratamientos sistémicos en la mayoría de las enfermedades pulpares
y periapicales. Por otra parte, la mayoría de los medicamentos intraconductos
tienen una acción antibacteriana limitada, y son eficaces por un corto período
después de su colocación (excepto el hidróxido de calcio); por lo que
actualmente, en muchos casos pueden preparase y rellenarse los conductos en una
visita, aún en dientes con un diagnóstico de necrosis pulpar.(15,16)
Un estudio realizado en La
Habana, coincide con nuestra investigación sobre la pulpitis irreversible más frecuente
con el 71,93% sobre la necrosis pulpar.
Un estudio realizado en Camagüey
mostró que, las enfermedades pulpares irreversibles fueron las que más demandaron
la realización del TPR (62,4%).
Resulta
gratificante el bajo porcentaje de necrosis, lo que habla de lo bien que se
lleva el programa de Atención Integral a la Familia en el plan D, donde profesores y estudiantes
están bien preparados, al igual que todo el personal de salud.(13)
La (tabla
5)muestra la cantidad de sesiones para la realización de los TPR, donde hay
predominio de varias sesiones, con 104 casos, para el 94,55%. La patología fue
bacteriana, o sea, pulpitis irreversible; donde la contaminación del conducto requirió
varias sesiones. Se culminó el tratamiento en una sola sesión con 6 casos, para
el 5,45%. Un estudio realizado en La Habana coincide con lo anterior, ya que
obtuvo como resultado el 3% en una sola sesión.(14)
Si se
comparan las estadísticas de éxitos y fracasos en todas las disciplinas de la
práctica odontológica, la endodoncia alcanza el 1er puesto en cuanto
a éxitos (95%). Estos se pueden alcanzar; si se respetan rigurosamente los 3 pilares
fundamentales o el trípode de la endodoncia: Diagnóstico, Instrumentación
biomecánica y Obturación del conducto en
longitud y amplitud.(17)
La indecisión de cuándo puede realizarse la obturación de
los conductos radiculares puede prolongar innecesariamente un tratamiento
endodóntico o terminarlo en una circunstancia inadecuada. El retraso de la
obturación puede originar problemas provocados por filtración de
microorganismos y toxinas, a través de la obturación temporal de la corona del
diente o por desplazamiento de esta.
Por otra parte, la mayoría de
los medicamentos intraconductos tienen una acción antibacteriana limitada y son
eficaces por un corto periodo después de su colocación (excepto el hidróxido de
calcio); por lo que actualmente, en muchos casos pueden preparase y rellenarse
los conductos en una visita, aún en dientes con un diagnóstico de necrosis
pulpar.18
Conclusiones
El TPR se presentó con mayor frecuencia en los
incisivos, en el sexo femenino, en el grupo de 48 a 53 años. La sustancia
irrigadora más utilizada fue el metronidazol. Predominó la pulpitis
irreversible y la mayoría de los tratamientos se realizaron en varias sesiones.
Se sugiere fomentar las acciones de promoción y prevención de salud en la
adolescencia, que les permita conservar su salud bucal.
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