Artículo original

 

Estrategia de intervención para fomentar habilidades clínicas en estudiantes de medicina en la atención primaria

Intervention strategy to promote clinical skills for medical students in primary care

 

Ernesto Benítez Cedeño 1*  https://orcid.org/0000-0002-3248-2679

Gregorio Hernández Castellanos 1 https://orcid.org/0000-0003-0862-6211

Yamila Cisnero Álvarez 2 https://orcid.org/0000-0003-0564-6815

Magalys Moreno Montañez 2 https://orcid.org/0000-0002-3776-232X 

Manuel Osorio Serrano 2 https://orcid.org/0000-0002-7880-9251

Miguel Antonio Delgado Fernández 2 https://orcid.org/0000-0002-9301-3657

 

1 Hospital Clínico Quirúrgico “Lucía Íñiguez Landín”. Universidad de Ciencias Médicas de Holguín, Cuba.

2 Facultad de Ciencias Médicas “Mariana Grajales Coello”. Universidad de Ciencias Médicas de Holguín, Cuba.

 

*Autor para la correspondencia: ernestbc1990@gmail.com

 

RESUMEN

Introducción: La correcta aplicación del método clínico ocasiona consecuencias preocupantes en el ejercicio y enseñanza de la medicina. El aprendizaje del método clínico requiere que el estudiante domine las habilidades declaradas en las distintas asignaturas.

Objetivo: Determinar el efecto de una intervención educativa para fomentar las habilidades clínicas en los estudiantes de propedéutica clínica.

Método: Se realizó un estudio de intervención cuasiexperimental, en la Facultad de Ciencias Médicas de Holguín Mariana Grajales Coello, de enero 2022 a mayo 2024. El universo estuvo constituido por 395 estudiantes de tercer año, la muestra  seleccionada por muestreo intencional incluyó a los estudiantes presentes físicamente en la universidad y excluyó a los repitentes, así quedó compuesta por 293 estudiantes.

Resultados: Los estudiantes de edades entre 20 y 24 años constituyeron el 93,51 %; el sexo femenino fue de 52,90 %. Antes de la intervención el 50,85 % y el 36,86 % resultaron aceptables en el interrogatorio y en la historia de la enfermedad actual, y el 49,83 %, 51,54 % y el 43,00 %, resultaron insuficientes en la presentación oral, razonamiento clínico y examen físico. Después de la intervención predominó la evaluación suficiente en el interrogatorio (54,27 %), historia de la enfermedad actual (62,80 %), presentación oral (71,67 %), razonamiento clínico (72,70 %) y (69,28 %) para el examen físico.

Conclusiones: La valoración después la intervención educativa evidenció un predominio de la evaluación de suficiente, por lo que la intervención educativa mostró un efecto positivo en la aplicación del método clínico, resultados estadísticamente significativos.

Palabras clave: método clínico, intervención educativa, habilidades procedimentales

 

ABSTRACT

Introduction: The correct application of the clinical method has worrying consequences for the practice and teaching of medicine. Learning the clinical method requires students to master the skills outlined in the various subjects.

Objective: To determine the effect of an educational intervention to promote clinical skills in clinical propaedeutics students.

Method: A quasi-experimental intervention study was conducted at Mariana Grajales Coello Faculty of Medical Sciences in Holguín, from January 2022 to May 2024. The universe consisted of 395 third-year students. The sample was selected by purposive sampling, which included students physically present at the university and excluded repeaters, thus comprising 293 students.

Results: Students aged between 20 and 24 years old accounted for 93.51 %; 52.90 % were female. Before the intervention, 50.85 % and 36.86 % were acceptable in questioning and current medical history, and 49.83 %, 51.54%, and 43.00 % were insufficient in oral presentation, clinical reasoning, and physical examination. After the intervention, sufficient evaluation predominated in questioning (54.27 %), current medical history (62.80 oral presentation (71.67 %), clinical reasoning (72.70 %), and physical examination (69.28 %).

Conclusions: The assessment after the educational intervention showed a predominance of satisfactory evaluations, indicating that the educational intervention had a positive effect on the application of the clinical method, with statistically significant results.

Keywords: clinical method, educational intervention, procedural skills

 
 
Recibido: 13/06/2025.
Aprobado: 07/11/2025.

Editor: Yasnay Jorge Saínz.

Aprobado por: Silvio Emilio Niño Escofet.

 

 

Introducción

En el siglo II de nuestra era, Galeno consolida la teoría hipocrática, sintetiza conocimientos de la anatomía, inicia la técnica de la semiología (interrogatorio y examen físico) y se inician las acciones a nivel ambiental: acueductos, alcantarillados y sistemas de recolección de basuras. (1,2)

El saber y el quehacer del médico se vinculan desde tiempos remotos con la forma de interpretar el dilema de lo que hoy se conoce como proceso salud-enfermedad. La medicina clínica, surge desde los principios de la humanidad ligada a la enfermedad, cuando los aspectos de profilaxis y promoción de salud aún no están incluidos o tienen una rudimentaria presencia en la actividad médica; por tanto, la curación de la enfermedad es su objetivo esencial. (3,4,5)

El método clínico es el proceso o la secuencia ordenada de acciones que los médicos desarrollan para generar su conocimiento desde el comienzo de la era científica. Es el método científico aplicado a la práctica clínica, es el orden recorrido para estudiar y comprender el proceso de salud y de enfermedad de un sujeto en toda su integridad social, biológica y psicológica. (6,7)

 

La semiología constituye el pilar fundamental del método clínico, es la ciencia del diagnóstico. Presenta un método de ordenamiento de los conocimientos (método clínico) y un objetivo: el diagnóstico de los problemas de salud, parte de observaciones simples y construye conocimientos de complejidad creciente: observación, construcción y aplicación a la situación concreta. (8,9,10)(7,8,9)

La práctica médica experimenta en la actualidad numerosos cambios a los que debe adaptarse cualquier profesional del ámbito sanitario, existe una necesidad apremiante del uso de las buenas prácticas médicas para la correcta interpretación de estudios y novedosas técnicas de imagen. A diferencia de épocas anteriores en las que dominaba la medicina terapéutica o sanadora, hoy se hace cada vez mayor énfasis en los aspectos médicos de tipo epidemiológico y preventivo. (10,11,12,13,14)

 

La formación de las habilidades en la enseñanza clínica necesita según las concepciones expresadas, de un proceso de enseñanza-aprendizaje centrado en el estudiante, que propicie un mayor aprovechamiento de las posibilidades que brindan las actividades de educación en el trabajo, con énfasis especial en la base orientadora de la actividad cognoscitiva por parte del profesor, la cual debe utilizar el trabajo independiente como herramienta fundamental.

Es esta integración ordenada y secuencial de habilidades esenciales y no esenciales lo que se denomina método clínico; integración que se convierte entonces en la habilidad profesional de máximo grado de generalización por incluir en ella a la mayoría del resto de las habilidades profesionales, lo cual requiere que el estudiante domine, al nivel de ejecución que le corresponde, cada una de las habilidades declaradas en las distintas asignaturas. (15,16)

Los elementos abordados sustentan la necesidad de fomentar las habilidades clínicas en los estudiantes de propedéutica clínica, de lo que resulta pertinente determinar el efecto de una intervención educativa para fomentar las habilidades clínicas en los estudiantes de propedéutica clínica.

 

 

Método

Se realizó un estudio de intervención cuasiexperimental, en la Facultad de Ciencias Médicas de Holguín Mariana Grajales Coello, de enero 2023 a mayo 2024.

 

Universo y muestra

El universo estuvo constituido por 395 estudiantes de tercer año pertenecientes al referido centro en el período señalado, la muestra se seleccionó por muestreo no probabilístico intencional que consideró incluir a los estudiantes presentes físicamente en la universidad y excluyó a los repitentes, así quedó constituida por 293 estudiantes.

 

Diseño operacional  de las variables

Variable dependiente

Habilidades clínicas: se definió conceptualmente como la capacidad adquirida resultante  del proceso docente y a través de la práctica, que tienen los estudiantes de medicina para desarrollar la atención al paciente, en su definición operacional se evaluaron las habilidades para el interrogatorio, confección de la historia de la enfermedad actual, presentación oral, razonamiento clínico y examen físico, a través de una guía de observación y se le aplicó la siguiente escala: suficientes, aceptables o insuficientes, según las puntuaciones obtenidas en cada categoría.

 

Variables independientes

Edad: se le aplicó la siguiente escala: de 20 a 24 años y de 25 a 29 años.

Sexo: masculino o femenino.

Procedencia: urbana o rural.

Fuente de ingreso: variable cualitativa nominal dicotómica, según la fuente de ingreso a la carrera de medicina, en la que se consideraron dos categorías:

 

Procedentes de centros educacionales: En esta categoría se incluyeron los estudiantes que ingresaron desde: Institutos preuniversitarios, Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE) y Escuelas Superiores de Perfeccionamiento Atlético (ESPA).

 

Otras modalidades: En esta categoría se incluyeron los estudiantes que ingresaron procedentes de: concurso, premios de las brigadas técnicas juveniles, orden 18, técnicos del ministerio de salud pública, centros del Ministerios del Interior y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y procedentes del servicio militar en cualquiera de sus modalidades.

 

Técnicas y procedimientos

A los estudiantes que conformaron la muestra, se les explicó el motivo de la investigación y se le solicitó su disposición para participar en el estudio, a través del consentimiento informado, todos estuvieron de acuerdo con participar. Luego se procedió a aplicar la guía de observación. El registro de los datos previos a la intervención proceden del diagnóstico inicial desarrollado en la investigación: sistema de procedimientos para el desarrollo de habilidades clínicas en estudiantes de tercer año de Medicina.

 

Con la información se confeccionó una base de datos en Microsoft Excel versión 2010, y el paquete estadístico SPSS versión 26. Para determinar el efecto de la intervención educativa para fomentar las habilidades clínicas en los estudiantes de propedéutica se ejecutó la prueba estadística no paramétrica de suma de rangos con signos de Wilcoxon, por tratarse de variables ordinales involucradas en el análisis. Se utilizó un nivel de significación de 0,05 en las pruebas de hipótesis. Los resultados se presentaron en tablas estadísticas, para su mejor comprensión.

Se realizó una revisión bibliográfica y documental exhaustiva del tema, a través del centro de información de ciencias médicas, que permitió el análisis e interpretación de los resultados y su comparación con otros autores para arribar a conclusiones.

 

Consideraciones éticas

La presente investigación se realizó según los principios de la Declaración de Helsinki y la aprobación del Comité de Ética de la investigación de la Facultad de Ciencias Médicas de Holguín, así como del Consejo Científico de la misma. Se garantizó el respeto a las personas, es decir su autonomía, la beneficencia, la no maleficencia y la justicia.

 

 

Resultados

Tabla I. Edad y sexo de los estudiantes de tercer año de medicina. Facultad de Ciencias Médicas “Mariana Grajales Coello”. 2023-2024

Grupos

de

edades

Sexo

Total

Masculino

Femenino

No

%

No

%

No

%

De 20 a 24 años

129

44,02

145

49,49

274

93,51

De 25 a 29 años

9

3,08

10

3,41

19

6,48

Total

138

47,10

155

52,90

293

100,00

 

En la tabla I se presentan la edad y el sexo de los estudiantes de medicina de tercer año, en la misma se aprecia que el 93,5 % de los estudiantes se encontraron en el grupo de edad entre 20 y 24 años, el promedio de edad de los estudiantes de medicina de tercer año fue de 22,26 años ± 1,12 años. En cuanto al sexo predominó el femenino en el 52,9 %. Los presentes resultados armonizan parcialmente con otros estudios que plantean que la distribución por edad de los estudiantes de medicina de tercer año suele situarse en un rango que va desde los 20 hasta los 30 años, con una mediana alrededor de los 25 años.

 

Tabla II. Fuente de ingreso y procedencia de los estudiantes de tercer año de medicina. Facultad de Ciencias Médicas “Mariana Grajales Coello”. 2023-2024.

Fuente

De

Ingreso

Procedencia

Total

Urbana

Rural

No

%

No

%

No

%

Centros educacionales

172

58,70

94

32,08

266

90,78

Otras modalidades

19

6,48

8

2,73

27

9,22

Total

191

65,19

102

34,81

293

100,00

 

En la tabla II se muestran la fuente de ingreso y la procedencia de los estudiantes involucrados en la investigación, en la misma es posible apreciar que el 90,78 % de los estudiantes procede de centros educacionales es decir de Institutos Preuniversitarios, Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE) y Escuelas Superiores de Perfeccionamiento Atlético (ESPA), de lo que resulta que el ingreso desde centros educacionales es aproximadamente 9 veces más frecuente que desde otras modalidades.

En cuanto a la procedencia el 65,19 % procede de zonas urbanas, por lo que la procedencia urbana es 1,8 veces más frecuente que la rural. La fuente de ingreso y la procedencia deben ser elementos a tener en cuenta al determinar la zona de desarrollo próximo. Los estudiantes que ingresan a través de diferentes vías, como exámenes de admisión, programas especiales o traslados internos, pueden tener experiencias académicas y sociales distintas que influyen en su desarrollo profesional. (22,23.24,25,26)

 

Tabla III. Efecto de la intervención educativa en los estudiantes de tercer año de medicina. Facultad de Ciencias Médicas “Mariana Grajales Coello”. 2023-2024

Habilidad

Evaluación

Antes (n=293)

Después (n=293)

No

%

No

%

Interrogatorio

Insuficiente

83

28,33

50

17,06

Aceptable

149

50,85

84

28,67

Suficiente

61

20,82

159

54,27

Confección de la historia

de la enfermedad actual

Insuficiente

104

35,49

51

17,41

Aceptable

108

36,86

58

19,80

Suficiente

81

27,65

184

62,80

Presentación oral

Insuficiente

146

49,83

49

16,72

Aceptable

57

19,45

34

11,61

Suficiente

90

30,72

210

71,67

Razonamiento clínico

Insuficiente

151

51,54

33

11,26

Aceptable

88

30,03

47

16,04

Suficiente

54

18,43

213

72,70

Examen físico

Insuficiente

126

43,00

52

17,75

Aceptable

65

22,19

38

12,97

Suficiente

102

34,81

203

69,28

 

La tabla III muestra los resultados de la guía de observación para cada una de las habilidades, a las que se dirigió la estrategia de intervención, antes y después de esta última. Al evaluar las habilidades para el interrogatorio se aprecia que antes de la intervención predominan los evaluados como aceptable en un 50,85 %, mientras que los insuficientes y suficientes resultan el 28,33 % y el 20,82 % de modo respectivo. Después de la intervención el 54,27 % obtiene una evaluación de suficiente, mientras que el 28,67 %, fue aceptable y el 17,06 % insuficiente. La prueba de suma de rangos con signos de Wilcoxon, para determinar si los cambios descritos se deben o no al azar arrojó un estadígrafo Z= -15,652, con un valor p asociado de 0,000 para esta categoría.

 

En cuanto a la confección de la historia de la enfermedad actual se aprecia que antes de la intervención predominan los evaluados como aceptable en un 36,86 %, mientras que los insuficientes y suficientes resultan el 35,49 % y el 27,65 % respectivamente. Después de la intervención el 62,8 % obtiene una evaluación de suficiente, mientras que el 19,8 % fue aceptable y el 17,41 % insuficiente.

La prueba de suma de rangos con signos de Wilcoxon, para determinar si los cambios descritos se deben o no al azar mostró un estadígrafo Z= -17,059, con un valor p asociado de 0,000 para esta categoría.

El análisis de los resultados de la guía de observación para evaluar la presentación oral, evidencia que antes de la intervención predominan los evaluados como insuficiente en un 49,83 %, mientras que los aceptable y suficientes resultan el 19,45 % y el 30,72 % de manera respectiva. Después de la intervención el 71,67 % obtiene una evaluación de suficiente, mientras que el 11,61 %, fue poco suficiente y el 16,72 % insuficiente.

 

La prueba de suma de rangos con signos de Wilcoxon, para determinar si los cambios descritos se deben o no al azar mostró un estadígrafo Z= -13,154, con un valor p asociado de 0,000 para esta categoría.

Al evaluar el razonamiento clínico antes y después de la estrategia de intervención se constató que antes de la intervención predominan los evaluados como insuficiente en un 51,54 %, mientras que los aceptable y suficientes resultan el 30,03 % y el 18,43 % de modo respectivo. Después de la intervención el 72,7 % obtiene una evaluación de suficiente, mientras que el 16,04 %, fue aceptable y el 11,26 % insuficiente.

La prueba de suma de rangos con signos de Wilcoxon, para determinar si los cambios descritos se deben o no al azar mostró un estadígrafo Z= -12,490, con un valor p asociado de 0,000 para esta categoría. Los resultados de la guía de observación para evaluar la calidad del examen físico antes y después de la estrategia de intervención, evidencia que antes de la intervención predominan los evaluados como insuficiente en un 43 %, mientras que los suficientes y aceptables resultan el 34,8 % y 22,19 % de manera respectiva.

 

Después de la intervención el 69,28 % obtiene una evaluación de suficiente, mientras que el 17,75 %, fue insuficiente y el 12,97 % aceptables. La prueba de suma de rangos con signos de Wilcoxon, para determinar si los cambios descritos se deben o no al azar mostró un estadígrafo Z= -14,050, con un valor p asociado de 0,000 para esta categoría.

El análisis previo muestra cambios en la evaluación de las habilidades seleccionadas antes y después de la intervención. Al determinar la significación de este cambio a través de la prueba de suma de rangos con signos de Wilcoxon, el valor p asociado al estadígrafo, es en todos los casos menores que 0,05 por lo que con los datos disponibles es posible afirmar que los resultados son para un nivel de confianza del 95 % y de significación de 0,05.

 

 

Discusión

Resultados que concuerdan con estudios desarrollados por Gassul (16) en Argentina y Moreno en

Colombia, donde evidencian que la población de estudiantes de medicina se caracteriza por ser prevalentemente mujeres, con una edad promedio de 23 años. De igual manera armonizan con Fernández quien reporta una mayor frecuencia del sexo femenino en un 63,10 %, así como una edad media de 22 años aproximadamente. Los presentes resultados armonizan parcialmente con otros estudios que plantean que la distribución por edad de los estudiantes de medicina de tercer año suele situarse en un rango que va desde los 20 hasta los 30 años, con una mediana alrededor de los 25 años. (14,15,16)

 

Los resultados reflejan una tendencia hacia una mayor presencia de mujeres en el campo de la medicina, lo cual es consistente con el aumento significativo en la participación femenina en esta disciplina en las últimas décadas. Entender la distribución por género puede brindar información sobre posibles desequilibrios de género y ayudar a implementar medidas para promover la equidad y la diversidad en el ámbito académico y profesional.

En opinión de los autores, los resultados reflejan una tendencia hacia una mayor presencia de mujeres en el campo de la medicina, con el aumento significativo en la participación femenina en esta disciplina en las últimas décadas, y poder entender la distribución por género, lo que puede brindar información sobre posibles desequilibrios de género y ayudar a implementar medidas para promover la equidad y la diversidad en el ámbito académico y profesional, donde la edad y el sexo pueden influir en el desempeño académico de los estudiantes.

 

En general, se ha observado que el desarrollo cognitivo y emocional guarda una relación estrecha con amabas variables y puede influir en el desempeño académico, a lo que se añaden factores que cambian con la edad como la madurez, la capacidad de concentración y la motivación pudiendo influir en su capacidad para asimilar conocimientos, enfrentar desafíos académicos y relacionarse con sus pares.

Las características de edad y sexo de los estudiantes de medicina de tercer año son de gran importancia pues pueden proporcionar información valiosa para diseñar programas educativos, identificar posibles desafíos y necesidades específicas, así como para mejorar la equidad de género en el campo de la medicina.

De igual manera permite entender las etapas de desarrollo profesional y personal en las que se encuentran los estudiantes, así como para adaptar estrategias educativas acordes a sus necesidades.

 

Resultados que coinciden con Fernández, quien reporta una mayor frecuencia de egresados a partir del bachillerato inmediato en un 95,60 %, así como un 40,00 % de estudiantes con procedencia rural. De igual manera concuerdan con los estudios de Moreno en Colombia, quien señala un 59 % de estudiantes con procedencia urbana, en los que a su vez predomina la incorporación a la carrera de Medicina desde centros educacionales y coinciden parcialmente con Levaillant,(14) en Francia al reportar un predominio del 65,00 % de procedencia urbana en los estudiantes de Medicina y una mayor frecuencia de estudiantes que proceden de otras modalidades de ingreso y no directamente del bachillerato. No concuerdan con Pérez en Pinar del Río al señalar que solo el 47,80 % de los estudiantes de Medicina proceden directamente de centros educacionales.

 

Los autores son de la opinión que los estudiantes provenientes de los centros educacionales tienen mejores resultados en el test de conocimientos aplicado por el investigador y evidencian una preparación diferente para el ingreso según sea la fuente del mismo, donde el mayor porcentaje de estudiantes provienen de centros educacionales para ingresar a la carrera de Medicina. Los estudiantes que ingresan a través de diferentes vías, como exámenes de admisión, programas especiales o traslados internos, pueden tener experiencias académicas y sociales distintas que influyen en su desarrollo profesional.(14,15,16)

La procedencia urbana o rural de los estudiantes también puede influir en su desarrollo académico y profesional, si se toman en consideración las expectativas sociales entre estudiantes urbanos y rurales estas diferencias pueden impactar la determinación de la zona de desarrollo próximo en los estudiantes de medicina, ya que influyen en su contexto de formación y en las oportunidades para su crecimiento profesional.

 

Los resultados coinciden con los de Escalona y Hernández Castellanos, (12) que aportó evidencias de las principales dificultades encontradas en exámenes de propedéutica clínica y coinciden además con Reyes, quien reporta que el 65,30 % de los estudiantes de medicina de tercer año obtienen resultados insuficientes. Los autores consideran que se impone la necesidad de mejorar la formación en habilidades para realizar el interrogatorio y el examen físico para garantizar la competencia y el desempeño profesional de los estudiantes en el campo de la Semiología Clínica.

El aporte científico de esta investigación consiste en la aplicación de una intervención que promueve de forma ordenada y secuencial la formación de habilidades esenciales y no esenciales en el método clínico, integración que facilita la formación de las habilidades profesionales.

 

 

Conclusiones

Los resultados previos a la estrategia de intervención mostraron un predominio de estudiantes evaluados de aceptables: en el interrogatorio y en la confección de la historia de la enfermedad actual, mientras que resultaron insuficientes en la presentación oral, en el razonamiento clínico y en el examen físico. La valoración después la intervención educativa evidenció un predominio de la evaluación de suficiente en los aspectos de la guía de observación, por lo que la intervención educativa mostró un efecto positivo en la aplicación del método clínico, resultados estadísticamente significativos.

 

 

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Conflicto de intereses

Los autores no refieren presentar conflictos de intereses.

 

Financiamiento

Esta investigación no contó con financiamiento.

 

Contribución de autoría

Ernesto Benítez Cedeño: conceptualización, curación de datos, análisis formal.

Gregorio Hernández Castellanos: investigación, metodología, administración del proyecto.

Yamila Cisnero Álvarez: Recursos: software, supervisión, validación.

Magalys Moreno Montañez: validación, visualización, redacción – borrador original, redacción – revisión y edición.

Manuel Osorio Serrano: validación, visualización, redacción – borrador original, redacción – revisión y edición.

Miguel Antonio Delgado Fernández: validación, visualización, redacción – borrador original, redacción – revisión y edición.

 

 

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